"OLVIDO". Por LU ZUÑIGA PALOMINO

Ardías al frotar mis deseos con los tuyos,
despertaban tus sombras dormidas
cuando te abrigabas en mi piel,
abrasabas al sumergirte en mí,
avivabas mi perversidad
cuando te consumías en gozo.

Sin embargo, hoy todo es polvo
que cubre ambos cuerpos,
sensación de suciedad,
mancha que se impregna,
y tan solo queda el deseo
que enjuagues tu cuerpo
para que veas
como el agua
que cae sobre tus ojos
recuerden mi mirada de ternura y desenfreno,
que el agua que cae sobre tus labios
te hagan evocar
aquel tejido de lenguas
y cálidos besos que te elevaban,
que el agua que cae en tu cuerpo
te haga revivir cada caricia
y esbozo que yo hacía en el tuyo
con las yemas de mis dedos,
que el agua que cae en tus piernas
resucite aquellos hormigueos
que sentías cada vez que nos aprisionábamos
cuando deseabas entrar a mi hogar,
que el agua que te cae a chorros
te haga recapitular nuestra historia humedecida,
donde la sangre fluía
y el corazón galopaba.

Y deseo que enjabones cada rincón de mi piel
para que veas
como el agua se lleva cada resquicio de jabón
y constates que así como el agua se lo lleva,
así el tiempo te llevará a ti.

Ese tiempo
que me susurra todo los días
una sola palabra:
Olvídalo.