BREVE
SELECCIÓN DE POEMAS DE RUTH HURTADO ESPEJO
P O E M A S
ÍTACA
Desea que el camino sea largo
Constantino Cavafis.
Claro
que algún día
Recorreremos
Las
mismas playas ya andadas
Veremos
el alcatraz con las alas desgarbadas
Como
señal de que hemos caminado casi todo:
Las
playas de Itaca, las orillas de Ilión.
El
Argos cancerbero, se acercara a lamer
Los
enterrados pies y saltará hociqueando
Con su
ceguera de viejo perro amaestrado
Palparemos
su cuerpo ya cansado
Y
voltearemos a mirar
La
Odisea terminada.
Las
mismas playas
El olor
de las algas maceradas
El
viento marino golpeará nuestros rostros
Las
manos juntas, la misma mirada
Regresamos
a la tierra prometida.
Tus
mismos ojos anochecidos
el
alcohol con su vaho
Celebrará
el arribo.
Tu mano
puerto sereno
Será mi
mano
Nos
miraremos a los ojos con amor
Solo
fue un largo periplo tu camino y el mío,
Nosotros
en esencia seguimos siendo los mismos,
Nosotros
No
hemos perdido nada.
OBSTINACIÓN
Rocío,
estalactita, cristal de noche
Entre
el vaivén del oleaje de mis venas
Arcanúbil,
inexperta, ciega desfallezco
Al
trasluz del compás de tus ondulaciones.
Mirlo
encantado
Entonas
la melodía de tu canción divina
Cierras
la ventana de mi aurora boreal
Fuego
de la imagen de tu sombra.
Desnudas,
grácil y nívea voy
Bajo tu
sol inmóvil
Camino
directo hacia tus claridades
A
imagen y semejanza de tus anhelos.
Vida
doy a los brazos del deseo
La
noche ciega llega
Y se
abre el nadir de las inmensidades
Entre
el follaje de nuestros nombres.
Metamorfosis
silenciosa azul y clara
Llegas
a mí, esplendente,
Cuando
el ocaso de la concepción de cielos
Parpadeas
la noche de la obstinación.
El
cenit centellea
Los
rayos del crepúsculo queman
Inaugurando
la magia de los sueños
En
nuestro paraje ciego de vértigos.
INMATERIAL
Soy una
sombra que huye
Una
mujer que transita aferrada
A un
rayo de luz que atraviesa
Una
playa dormida.
Ahí se
picotean las alas silenciosas gaviotas
Reposando
en su espacio escondido
Soy el
aire que danza
Sobre
sombras nocturnas
Percibo
la majestuosa luna
En las
noches serenas.
Corretear
es mi sino
Diviso
los muros de un malecón
Escucho
sonidos sobre tibias arenas.
Todo
silencio es mío
Cuando
estoy en esa orilla
Es como
sentarme al filo
De una
mirada tierna.
Al
puerto
No
necesito ir me pertenece.
Ahora
sé que estoy ahí.
Me subo
lentamente
Al
golpe de una brisa
Despierto
entre sus brazos tibios y serenos
Blanca
sirena soy, inmaterial, desnuda.
PUERTO
INOLVIDABLE
El cielo era azul
Con sus nubes pintadas.
Marco Martos.
Cuenca,
pozo de dicha, nido, bahía
Te
abres al viento vibrante de la noche.
Cúmulo
de luz de luna entretejido de estrellas
Atrapas
ilusiones sobre tu mar de jade
Elíxir
paliativo, mi marejada se sostiene
Con la
fuerza de tu nombre.
Tendida
en tus orillas como piedra enraizada
Percibo
tu llamada, retumban las mil voces
La
fuerza, la nostalgia, el rumor de tus mares
Tu
reclamo porque desde ahí bebí
Mis
primeros vientos
A
orilla de tus playas.
En mi
sueño distante en lejanía veo
Tu
perfil jugueteando en mi cuerpo
Dúctil
como las aguas, frágil como tus sueños
Mi
soledad es de estrella
Y con
ella me solazo
Al pronunciar
tu nombre.
Dejas
que yo te diga
Que me diste
a beber el agua de la pila
Del
centro de tu parque
Donde
juega extasiado ese grupo de niños
Que
pugnan por bajarse de aquel mundo de juegos
Donde
pasé inocente mis días infantiles.
Deja
que yo recuerde el tiempo de la gloria
Y se
forjó paso a paso la historia de mi suerte
Y se
nutrió de cantos en horas más dichosas
Aquellas
que recuerdo en mi parque de luces
De luces
que reflejan el árbol de mi vida
Las flores
del jardín: isabelitas, rosas, siemprevivas.
Deja
que te llame y llene mis espacios
Que sienta
que mi sombra se eleva a tus alturas
Que vea
en la distancia debajo de la luna
Tus
muelles, tus casitas, tu malecón, tu arena
El agua
en que dormita a flor de la esperanza
Aquella
que en la margen al pie de las orillas
Se
llega hasta tocarme, lamerme en mi delirio.
Deja
que se funda mi fuego con tu fuego
Encendamos
juntos el árbol de la vida
Y
recorras el nombre de mi nombre
Mi
frente nacarada, mis ojos silenciosos
Mis
manos sedientas de tu tacto
Y se
nutra la flor de mis ensueños
Para
sentir que es cierto
Que tú
existes.
Deja
que ardan todas mis voces
Todas
las que yo llevo adentro de mi sino
Es
bueno renovarse cada vez que me acerco
A beber
de tuis labios el néctar más divino
Que
entre cerro y cerro vagan silenciosos
Los
nombres de aquellos que me amaron
Y que
hoy nutren desde lejos
Las
raíces de mis cantos.
MADRE
Tan suave, tan ala, tan salida, tan amor
César Vallejo.
Te
deslizas por mi casa
Cuando
yo menos lo espero.
Tus
pisadas son de viento
Claras
como el agua de un manantial.
Te
presentas de repente
A la
hora del almuerzo
Con tus
ojos transparentes.
Dejas
caer tu mirada
Desprendida
de cielo
Dejas
caer palabras compartiendo mi vida
Porque
estás conmigo
Y a mi
lado te siento.
Vives
en mí recordando mis sueños
Y
apuntalando mi aura.
Con tus
sentencias claras
Guías
mi camino
Con tus
susurros dulces
Despiertas
el alba
Con tus
caricias madre
Despejas
pesares
Me
llenas de amor.
Cómo te
tengo madre de miel y coco
Peinas
con cintillos de azahares mis cabellos
Y
acaricias mi frente
Con
cascada de besos.
PAITA
A mi puerto querido.
Paita,
Perla del Norte
Resistes
la embestida del tiempo
Y
valerosa, fuertemente te arraigas
A tu
mar y a tu luna.
Ahí
están aún tus dos iglesias
Cubiertas
por el sopor de tiempo y la distancia
Ahí
están tu Tres Cruces
Cuidando
desde arriba al puerto amado.
En mis
sueños yo te veo
Como
cuando era niña
Colgada
del balcón de mi casa frente al mar
Divisando
el dulce transcurrir del tiempo.
Mirando
tu cielo estrellado
Me
cubriste de ensueño
Y yo no
me daba cuenta tu vertiginoso que pasaban
Los
minutos, las horas, las ternuras.
Contemplarte
puerto amado
Hizo
que mi alma se aquietara
Mientras
tú peinabas mis cabellos
Con
rayos de inquietante luna.
Ella
recogió mi silueta
Y me
carga hoy en sus brazos maternales.
Ahí me
encuentro agazapada
En su
manto abrigador con alegría.
Me
cuida, me mima, me canta
Me mece
en sus brazos todavía
No
permite que me aleje de sus playas
Hoy
percibo el silencio misterioso
De mi
luna zodiacal.
COMO UNA ROSA
Por mis
labios, una palabra,
Por mis
poros una nostalgia
Déjala
salir,
Por
ella vivo.
Quedarse
dentro no puede
Cosmos
giratorio, vibra, reproduce
Arrasa,
destruye, construye
Ilumina,
oscurece, abrillanta
Taladra,
devasta, centellea.
No la
detengas
Rosa de
pétalos abierto amanece
Cierra
su profundo halito a la tarde
Perfuma,
trastoca.
Déjala
vivir, que yo viva
Sale y
bulle la sangre
-te amo
intensamente-
Este
grito es amor a rojo
Y vivo.
EJE
Siempre
seremos como un soplo
y
nuestros días como sombra pasajera.
.
Si todo
es sombra al fin
¿Por
qué tú la iluminada?
brillas
como la estrella polar
blanca
como cristal a pesar de sombras.
Pájaro
de moche
de
iluminado fuego.
¿Dónde
van tus rayos, para qué?
si sólo
somos soplo divino momentáneo
me yergo
gozosa
al
recibir tu luz,
me baña
entera
como si
música de cítaras
celebrara
mi entorno.
Celeste
querubín inalcanzable
tu
figura
es el
eje de mi sino.
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