domingo, 23 de diciembre de 2018

RUTH HURTADO ESPEJO: PREMIO / MEDALLA "PALABRA EN LIBERTAD" DE LA SOCIEDAD LITERARIA AMANTES DEL PAIS, 2018.





BREVE SELECCIÓN DE POEMAS DE RUTH HURTADO ESPEJO



P O E M A S



                    ÍTACA


Desea que el camino sea largo
Constantino Cavafis.


Claro que algún día
Recorreremos
Las mismas playas ya andadas
Veremos el alcatraz con las alas desgarbadas
Como señal de que hemos caminado casi todo:
Las playas de Itaca, las orillas de Ilión.

El Argos cancerbero, se acercara a lamer
Los enterrados pies y saltará hociqueando
Con su ceguera de viejo perro amaestrado
Palparemos su cuerpo ya cansado
Y voltearemos a mirar
La Odisea terminada.

Las mismas playas
El olor de las algas maceradas
El viento marino golpeará nuestros rostros
Las manos juntas, la misma mirada
Regresamos a la tierra prometida.

Tus mismos ojos anochecidos
el alcohol con su vaho
Celebrará el arribo.

Tu mano puerto sereno
Será mi mano
Nos miraremos a los ojos con amor
Solo fue un largo periplo tu camino y el mío,
Nosotros en esencia seguimos siendo los mismos,
Nosotros
No hemos perdido nada.



               OBSTINACIÓN


Rocío, estalactita, cristal de noche
Entre el vaivén del oleaje de mis venas
Arcanúbil, inexperta, ciega desfallezco
Al trasluz del compás de tus ondulaciones.

Mirlo encantado
Entonas la melodía de tu canción divina
Cierras la ventana de mi aurora boreal
Fuego de la imagen de tu sombra.

Desnudas, grácil y nívea voy
Bajo tu sol inmóvil
Camino directo hacia tus claridades
A imagen y semejanza de tus anhelos.

Vida doy a los brazos del deseo
La noche ciega llega
Y se abre el nadir de las inmensidades
Entre el follaje de nuestros nombres.

Metamorfosis silenciosa azul y clara
Llegas a mí, esplendente,
Cuando el ocaso de la concepción de cielos
Parpadeas la noche de la obstinación.

El cenit centellea
Los rayos del crepúsculo queman
Inaugurando la magia de los sueños
En nuestro paraje ciego de vértigos.





                  INMATERIAL


Soy una sombra que huye
Una mujer que transita aferrada
A un rayo de luz que atraviesa
Una playa dormida.
Ahí se picotean las alas silenciosas gaviotas
Reposando en su espacio escondido
Soy el aire que danza
Sobre sombras nocturnas
Percibo la majestuosa luna
En las noches serenas.

Corretear es mi sino
Diviso los muros de un malecón
Escucho sonidos sobre tibias arenas.
Todo silencio es mío
Cuando estoy en esa orilla
Es como sentarme al filo
De una mirada tierna.
Al puerto
No necesito ir me pertenece.
Ahora sé que estoy ahí.

Me subo lentamente
Al golpe de una brisa
Despierto entre sus brazos tibios y serenos
Blanca sirena soy, inmaterial, desnuda.









PUERTO INOLVIDABLE


El cielo era azul
Con sus nubes pintadas.
Marco Martos.


Cuenca, pozo de dicha, nido, bahía
Te abres  al viento vibrante de la noche.
Cúmulo de luz de luna entretejido de estrellas
Atrapas ilusiones sobre tu mar de jade
Elíxir paliativo, mi marejada se sostiene
Con la fuerza de tu nombre.

Tendida en tus orillas como piedra enraizada
Percibo tu llamada, retumban las mil voces
La fuerza, la nostalgia, el rumor de tus mares
Tu reclamo porque desde ahí bebí
Mis primeros vientos
A orilla de tus playas.

En mi sueño distante en lejanía veo
Tu perfil jugueteando en mi cuerpo
Dúctil como las aguas, frágil como tus sueños
Mi soledad es de estrella
Y con ella me solazo
Al pronunciar tu nombre.

Dejas que yo te diga
Que me diste a beber el agua de la pila
Del centro de tu parque
Donde juega extasiado ese grupo de niños
Que pugnan por bajarse de aquel mundo de juegos
Donde pasé inocente mis días infantiles.

Deja que yo recuerde el tiempo de la gloria
Y se forjó paso a paso la historia de mi suerte
Y se nutrió de cantos en horas más dichosas
Aquellas que recuerdo en mi parque de luces
De luces que reflejan el árbol de mi vida
Las flores del jardín: isabelitas, rosas, siemprevivas.

Deja que te llame y llene mis espacios
Que sienta que mi sombra se eleva a tus alturas
Que vea en la distancia debajo de la luna
Tus muelles, tus casitas, tu malecón, tu arena
El agua en que dormita a flor de la esperanza
Aquella que en la margen al pie de las orillas
Se llega hasta tocarme, lamerme en mi delirio.

Deja que se funda mi fuego con tu fuego
Encendamos juntos el árbol de la vida
Y recorras el nombre de mi nombre
Mi frente nacarada, mis ojos silenciosos
Mis manos sedientas de tu tacto
Y se nutra la flor de mis ensueños
Para sentir que es cierto
Que tú existes.

Deja que ardan todas mis voces
Todas las que yo llevo adentro de mi sino
Es bueno renovarse cada vez que me acerco
A beber de tuis labios el néctar más divino
Que entre cerro y cerro vagan silenciosos
Los nombres de aquellos que me amaron
Y que hoy nutren desde lejos
Las raíces de mis cantos.




MADRE

Tan suave, tan ala, tan salida, tan amor
César Vallejo.

Te deslizas por mi casa
Cuando yo menos lo espero.
Tus pisadas son de viento
Claras como el agua de un manantial.
Te presentas de repente
A la hora del almuerzo
Con tus ojos transparentes.

Dejas caer tu mirada
Desprendida de cielo
Dejas caer palabras compartiendo mi vida
Porque estás conmigo
Y a mi lado te siento.
Vives en mí recordando mis sueños
Y apuntalando mi aura.

Con tus sentencias claras
Guías mi camino
Con tus susurros dulces
Despiertas el alba
Con tus caricias madre
Despejas pesares
Me llenas de amor.

Cómo te tengo madre de miel y coco
Peinas con cintillos de azahares mis cabellos
Y acaricias mi frente
Con cascada de besos.





PAITA

A mi puerto querido.


Paita, Perla del Norte
Resistes la embestida del tiempo
Y valerosa, fuertemente te arraigas
A tu mar y a tu luna.

Ahí están aún tus dos iglesias
Cubiertas por el sopor de tiempo y la distancia
Ahí están tu Tres Cruces
Cuidando desde arriba al puerto amado.

En mis sueños yo te veo
Como cuando era niña
Colgada del balcón de mi casa frente al mar
Divisando el dulce transcurrir del tiempo.

Mirando tu cielo estrellado
Me cubriste de ensueño
Y yo no me daba cuenta tu vertiginoso que pasaban
Los minutos, las horas, las ternuras.

Contemplarte puerto amado
Hizo que mi alma se aquietara
Mientras tú peinabas mis cabellos
Con rayos de inquietante luna.

Ella recogió mi silueta
Y me carga hoy en sus brazos maternales.
Ahí me encuentro agazapada
En su manto abrigador con alegría.

Me cuida, me mima, me canta
Me mece en sus brazos todavía
No permite que me aleje de sus playas
Hoy percibo el silencio misterioso
De mi luna zodiacal.




    COMO UNA ROSA

Por mis labios, una palabra,
Por mis poros una nostalgia
Déjala salir,
Por ella vivo.

Quedarse dentro no puede
Cosmos giratorio, vibra, reproduce
Arrasa, destruye, construye
Ilumina, oscurece, abrillanta
Taladra, devasta, centellea.

No la detengas
Rosa de pétalos abierto amanece
Cierra su profundo halito a la tarde
Perfuma, trastoca.

Déjala vivir, que yo viva
Sale y bulle la sangre
-te amo intensamente-
Este grito es amor a rojo
Y vivo.




                        EJE

Siempre seremos como un soplo
y nuestros días como sombra pasajera.
.
Si todo es sombra al fin
¿Por qué tú la iluminada?
brillas como la estrella polar
blanca como cristal a pesar de sombras.

Pájaro de moche
de iluminado fuego.

¿Dónde van tus rayos, para qué?
si sólo somos soplo divino momentáneo
me yergo gozosa
al recibir tu luz,
me baña entera
como si música de cítaras
celebrara mi entorno.

Celeste querubín inalcanzable
tu figura
es el eje de mi sino.


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