domingo, 23 de diciembre de 2018

JOSE LA CHIRA ACEVEDO: PREMIO / MEDALLA "PALABRA EN LIBERTAD" DE LA SOCIEDAD LITERARIA AMANTES DEL PAÍS, 2018.






POEMAS DE JOSE LA CHIRA ACEVEDO
 


      LA CADENA LA ROMPI


Yo la cadena rompí
cuando llegasteis a mi vida
y la dolorosa herida
sano y ya no sentí
tristezas, ni desconsuelo
le di las gracias al cielo
porque te encontré a ti.

Eres mi ángel salvador
que me sacó del abismo
y pude ser yo el mismo
que te adora con candor
te entrego mi cariño
cual la pureza de un niño
que te entrega su amor.

Te encontrabas prisionera
en una jaula dorada
y de pronto tu mirada
hermosa y lisonjera
clavó en mi corazón
la más hermosa pasión
dulce, tierna y duradera.

Así vivirás muy consecuente
mientras viva en este suelo
y después allá en el cielo
donde Dios muy inclemente
nos regale un rincón
para amarnos con pasión
por los siglos, eternamente.




        LA CASA DEL CORAZÓN

(Poema ganador: Concurso Nacional Adulto Mayor 2009)



Ya no es negra, la cabellera mía
ya no es fuerte mi voz, ni la mirada
es el Otoño de mi vida, ya pasada
pero aún en mi corazón, hay alegría

El manantial de energía que aun añoro
fue el signo boreal de mi existencia
ahora en mi senectud y con paciencia,
a Dios me postro y con fervor imploro.

Fui ave canora de plumaje bello
y a mi nido, le puse la esencia
para perpetuar así, mi existencia
en mis cinco hijos y de mi hogar el sello.

Fue poblado mi nido de polluelo
que alegría y dicha, dieron a mi vida
ya  crecieron, se fueron y la herida
sangrando  quedó; cuando alzaron vuelo.

Yo,  de tanto volar, cruzando el ancho cielo
temeroso de perderme en algún monte,
miré a lo lejos y vi en el horizonte
este bendito hogar que ha sido mi consuelo.


Bendigo a Dios que me trajo en esa brisa
a posarme cansado, en éste árbol frondoso
lleno de amigos y compartir amoroso
que toda mi pena la convirtió en sonrisa.

Ustedes amigos, hermanos fraternos
han dado un vuelco a mi vida vacía
llenando de afecto, amor y alegría
con gozo mil, mi agradecimiento eterno.

Traigo este ramo de claveles rojos,
para este día de jolgorio y alegría
plasmado en ésta simple poesía
con el corazón ardiente y fulgor en los ojos.

Pensarán tal vez, que no tengo razón,
al expresarme así en esta letanía
la inmensa felicidad, la gran alegría
de estar aquí en: “LA CASA DEL CORAZÓN”




       LA MOROCHA


La morocha Ester María
pasa diario al mercado
con un paso acelerado
y una fragancia a porfía.
toda la gente la mira
su cintura de “regilete”
y exclaman éste falsete:

¡Mírala pasar ufana!
ella mueve la cabeza
cual si fuera un cervatillo
muestra en su mano un anillo
como joya de realeza,
aunque nació en la pobreza
ella es hembra superada
siguió “etiqueta social”
modales de gente fina,
camina cual pavo real
y al cuello usa chalina
yo la saludo galante,
al pasar despampanante
contorneando la cadera
en el mercado el casero
la trata con diligencia
con ella tiene paciencia
y la atiende primero
antes que entre en ira,
le despacha lo mejor
y hasta le hace el favor
de ayudarla, y la mira
como se marcha al instante
saludando a la gente
con su caminar galante

¡Ay morocha! buena moza
me tiene usted embobado
cuando pasa por mi lado,
y ni siquiera me mira,
me trae tirao de un ala
con su hermosura sin par
mi vida le puedo dar
a cambio de un beso suyo
venga a mi pecho y mi arrullo
le dará mucho cariño,
saltaré como un niño,
le pido, se deje amar
y no sea zalamera
con su lindo caminar
y movimiento de cadera.




      MI PRIMERA  EXPERIENCIA


Hoy perdí algo mío, pero tan mío
una herencia que fue desde mi cuna
algo tan preciado como púber, mi fortuna
fue todo a cambio de un loco desvarío.

Una ninfa fue la culpable de mi pena
que por lo hermoso, no siento ningún celo
ya que a mi vida le descorrió ese velo
y dejo a mi existencia de sensación llena.

No sabía el goce que representaba
esa sensación divina, complaciente
que mi sangre aún hierve impaciente
por todo el efluvio que en mi ser dejaba.

Fue un placer angelical, que yo temía
y por joven no imaginaba su goce
la fémina me enseño en cuanta pose
que por experta dominaba en demasía.

Apareció en mi vida sublime pasión
que a las fibras sensitivas excita
y al culminar con paciencia se medita,
lo nuevo y bello de esta sensación.

Se abrió así una nueva alborada
que sin saber lo tenía escondido
placer sublime ha sido lo vivido,
y será el sello en mi vida dorada.

Bendigo al fin, el atrevimiento
que aún con miedo realice, lo juro
placer tan grande, tan hermoso y puro
que para goce fue sólo un momento.

¡Ya soy varón!, “un hombre comprobado”
boté la máscara que cubría mi inocencia
tendré que ser cuidadoso, y mi presencia
tendrá al final, el sello  deseado.





          ODA A CELIA CRUZ



La rumba, está de luto,
los tambores se callaron
el dieciséis de julio en un minuto
la noticia corrió veloz
al apagarse la voz
de esa “negra incomparable”
de alegría inimitable
que se llamó  Celia Cruz.

Con su “tongo le dio a borondongo”
y “el yerberito llegó”,
a todos nos alegro
en  cuanta fiesta se armaba
viejos y jóvenes gozaban
bailando un bolero – son
hacia latir el corazón
apretando a la doncella
gozando de su voz tan bella
que al cielo nos transportaba
añoramos esa gran era,
de Celia  y la matancera.
 “de mi cariño usted abusó”
en lo profundo del alma quedó,
su “saoco” y galanura
que en nuestro corazón perdura
recordando  “la vida mía”
que agradeciéndole a Dios
por darle su potente voz
y el  dechado de alegría
reconociendo a  sus amigos
que siempre la acompañaron
nunca sola la dejaron
“la ponceña” y “Johnny Pacheco”
“la vida es un carnaval”
en su voz que sin igual
con interpretación genial
y su remate de: “azúuuuca”
ya no estará en escena
sentiremos profunda pena
se terminó nuestro anhelo
pues ya se fue al grande cielo
para armar una jarana
con san Pedro y santa Ana
san Martín y santa Lucía
que bailaran a porfía
con su “azúuuca” y su “saoco”
recordaran poco a poco
todas las generaciones
sus “guarachas” y “danzones”
de nuestra “Reyna” ya ausente
que siempre estará presente
en todos los corazones.





POBRE VIEJO

(Poema ganador: Concurso Internacional Todas las Sangres-Huaraz 2005)



Lo veo caminar muy lento y pausado
como quien le hace “quites” a la vida,
va taciturno y con rostro cansado
cual si tuviese una gran herida.

Sus pasos son torpes como si pidiese
algo, para poder mitigar su pena
se para... continua luego, como que si fuese,
que el dolor que lleva, es su amarga condena.

¡Pobre viejo! pasar lo veo cada día,
apoyándose a ratos en su “amigo bastón”,
tratando de sobrevivir en su porfía,
resistiéndose, tal vez de llegar al panteón.

Pareciera que la vida lo ha olvidado,
que para nadie hace falta su presencia,
o es la tarea que Dios le ha encomendado
para sufrirla y llevarla con paciencia.

Es un pobre anciano harapiento,
como tantos que deambulan en la ciudad,
va mal trajeado, sucio y hambriento,
ignorado por esta dura sociedad.

En su juventud de locas ilusiones,
fue tal vez, un joven de presencia fina,
que despertaba voluptuosas pasiones,
a muchas  ninfas en cada esquina.


¿Fue como un árbol que ya dio su fruto?
y que se marchó muy lejos de su lado,
algún día... sólo vestirán de luto,
pese a todo el amor, que él les haya dado.

La ingratitud es mala consejera,
que hiere el alma, en lo más profundo,
por eso mi consejo va de esta manera:
seamos gratos, con todos en este mundo.

Cuantos vamos por la senda de la vida,
olvidando a quien un día nos tendió su mano,
nuestra frágil memoria muy rápido olvida
al que alguna vez nos trató, como a un hermano.

Termino perplejo esta narración,
del ¡pobre viejo! que morirá algún día,
dejando herido nuestro corazón,
al ver el gran olvido y su loca porfía.



        PORQUE TE FUISTE

Por qué te fuiste, aquella mañana
sin voltear la cara, sin decirme adiós
yo te miré triste, desde mi ventana
silencioso, !Vida¡, le rezaba a Dios.

El eco de tus pasos, resonaba a mi oído
cual redoble de campana, en la gélida escena
te vas de mi lado, ¿ya te habré perdido?
solo sé que mi alma, solloza de pena.

Mi niña consentida, tú mi adoración
por donde tu vayas, mi pensamiento irá
de día o de noche, con lluvia o con sol.

Por siempre, te llevaré, en mi corazón
tu vida su camino, lo continuará
por el diáfano sendero, y tu rostro de arrebol.




  SEÑORA POESÍA



Clavada en mi pecho te llevo noche y día
sabes de mis penas y la melancolía
te burlas de mí, cuando fijamente me miras
porqué sabes que tengo el corazón hecho giras.

Señora poesía, dulce y fiel amiga
caminas  a mi lado, pisando abrojos
mi llanto silencioso tu amor lo mitiga
sabes disipar el llanto de mis ojos.

Señora poesía, mi eterna compañera
estás a mi lado, al rato que quiera,
prendida a mis neuronas, y a mi inspiración
estas todo el tiempo en mi corazón.

¿Cómo no he de amarte?  Señora Poesía
si disipas mis penas, me das alegría
eres el almíbar de mi senectud
eres tú mi ángel, dechado de virtud.

Estarás por siempre, en mi inspiración
Señora Poesía, mi eterna compañera,
dueña de mi alegría, y de mi quimera
porqué de por vida,... vas en mi corazón.




      SOLO PARA TI


Soy un alma desolada
que por la vida transito
a veces,.  me paro y medito
en forma desesperada.

Hacia dónde va mi vida
por qué esta soledad,
es muy cruel mi orfandad
que hace sangrar mi herida.

En el sendero escabros
mis penas voy arrastrando
volteo la vista y estoy mirando
todo incierto y pavoroso.

Fue un día primaveral
que feliz te conocí
del momento que te vi
fue una dicha celestial.

Cuando al rose de tu piel
mi corazón palpito
tu pupila irradio
la ternura de un vergel

Ahora muy distante estas
no permites que te vea
mas lo que pase…,lo que sea
no me prohibirá que piense en ti.

Mujer, mi diosa, mi querubín
ángel de mi inspiración
te entrego mi corazón
en el día de “San Valentín”


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