sábado, 22 de diciembre de 2018

LA POETA CECILIA MOLINA SIGUE EXISTIENDO ENTRE NOSOTROS. Por JOSE BELTRAN PEÑA.



CECILIA MOLINA, es una destacada poeta peruana nacida en Lima (1962), y fallecida el 22 de noviembre del presente año, 2018. 

                                 Cecilia Molina con un grupo de amigas de su barrio.
 
Estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
 
                                 Cecilia con un grupo de compañeros de universidad.

Estudio Promoción cultural en el Instituto Nacional de Cultura.
Estudios Libres en la especialidad de Artes Liberales en la Universidad de Fullerton (USA).
Cinematografía en el Taller de Armando Robles Godoy.
Descendiente del “Patriarca de las letras tacneñas”, Modesto Molina Paniagua, y de la poeta Bertha Molina más conocida como Ruth, quien fue el amor platónico de José Carlos Mariátegui.
 
                                                 Cecilia Molina con su hermana y padre.
 

Miembro de la Sociedad Literaria Amantes del País y de CONSUART. 
 
 
Dirigió la revista de creación: “Zoopoesía”.
Fue coordinadora general de la revista peruana de literatura “Palabra en Libertad”.
 
 
                                 Cecilia Molina (la que está con bufanda) con sus compañeras de colegio.
 
OBRA POÉTICA:
Haikus (1999)
Rara avis (2001)
 
                                             Poemario clave de su obra poética.

Llueve el verso / Haikus (2008)
Acontra luz (2009)
 
                                 Foto con Cecilia Molina cuando presentamos su poemario
                                           ACONTRALUZ en el ICPNA de Miraflores.
 
 
Antología poética personal (2014)
Su obra literaria ha sido estudiada y figura en las siguientes publicaciones, entre otras:
Enciclopedia Temática del Perú. Tomo XIV de Ricardo González Vigil.
Estas 13 (del 90) de José Beltrán Peña
Plumas de afrodita, una mirada a la poeta del siglo XX del peruanista, Roland Forgues
Poesía viva de Perú. Antología de poesía peruana contemporánea. Universidad de Guadalajara México de Raúl Bañuelos y Dante Medina.
Poetas peruanas y el erotismo. Estudio y antología de José Beltrán Peña.
Poetas por la tierra de Doris Moromisato y Liliana com
Poetas peruanas de José Beltrán Peña.
Manual de literatura peruana. Tomo III de César toro Montalvo
Haiku: tributo silencioso, del peruanista  chileno Alfonso Larrahona Kasten
Poesía peruana infantil de José Beltrán Peña
Poetas peruanas de antología de Ricardo González Vigil.
Cerezos en flor / Haiku en el Mundo de Carlos Zúñiga Segura.
                                  "Borges", su gato negro que dejó Cecilia y solo toma agua de caño.
 
La poeta CECILIA MOLINA GARCÍA fue homenajeada en el I RECITAL POÉTICO INTERNACIONAL:"RAYOS, OLVIDÉ MI POEMA...RECITARÉ DESDE EL CORAZÓN", en la Universidad Nacional de Juliaca (Puno), el pasado lunes 10 de diciembre, la conferencia de rigor estuvo a cargo de Bryan Isacio, miembro de la Sociedad Literaria Amantes del País.



UN POEMA:




Habrá que salir de la cueva
a contarse el mismo cuento
infinitamente repetido
vorágine femenina que no me deja vivir
en estado de Gracia
mantis religiosa, que observa y traga al
que ama
           la que habla se quiebra
yo deshice mi cuerpo en travesías de claroscuros
           La que habla tiene la risa congelada
Gémida concubina del útero de mi cuerpo
que nunca usará el naranja dorado de los Lamas
ni hábitos de Cartujos
ni descansará sobre mis senos una Camelia
                                                                  de coco
ni penderá sobre mi boca una rama de laurel
Faz ahumada
donde sólo goza
el hombre que atrapa palabras
Dicen que la mujer debe ser conquistada
para luego ser colonizada
         monótamente triste
         será el
         DOMINIO
por eso la marca de mi holográmico sexo
beberá de ti, hasta dejarte árido y
tercamente ingenuo huirás conmigo
atado a la soga carnal del deseo.
Vendrás hacia mi cueva donde yo
no me agoto nunca y bailarás conmigo
la tribal danza de lo eternamente opuesto.
La caracola la habré quebrado en la
palma de mi mano y sólo cuando te abraces a
mi pelvis sentirás el sabor a sal,
olerás mi venuciano mar tempestuoso.
Abatido, verás que en mis ojos amanece
la Luna nuevamente.
La que habló sólo quiere
el exilio de la noche.
Rara avis
               somos las mujeres.






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