sábado, 26 de enero de 2019

LOS HAIKUS DE FANNY JEM WONG. Por BETSY WONG MIÑAN.

                                                     HAIKUS de FANNY JEM WONG,
                                               uno de los mejores poemarios  del año 2018.



Muy emocionada y orgullosa de tener en la familia una intelectual de altísimo nivel académico, quien gratamente nos sorprende con un libro maravilloso de haikus que ha sido reconocido por los entendidos como uno de los mejores del año.

La institución para la que labora debe sentirse muy complacida de contar con ella dentro de su plana docente, pues es difícil en los tiempos que vivimos, aplastados por la modernidad y la tecnología, que alguien apueste por la creación literaria e incentive a sus alumnos a la abandonada lectura. Es triste admitir que nuestros muchachos no leen, no salen de la literalidad porque sencillamente tienen un ínfimo nivel de abstracción, una evidente e insana incapacidad para plasmar sus ideas en el papel. Es labor del verdadero maestro motivar, convertirse en un tangible modelo de vida, ser el ancla que los ayude a conseguir sus ideales sin escapar de la realidad, ayudarlos a comunicarse debidamente y que sean conscientes de que el LENGUAJE es el arma más poderosa que tiene el hombre, el mismo cuyo principal objetivo es la comunicación.

Ahora hablemos de.la.poetisa, de su obra. Siendo occidentales, difícilmente se tiene un concepto definido sobre el hiaiku, aunque valgan verdades, FANNY JEM WONG es de ascendencia asiática y muy envuelta en la cultura de su padre. Este es un poema breve de 17 sílabas, escrito en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas, respectivamente. Este halla su fundamento en el asombro y la emoción que produce en el poeta ka contemplación de la naturaleza. Suele tener alguna referencia directa o indirecta a la estación del año mediante el uso de un kigo que la evoca. Su objetivo es cortar a través de la conexión de dos ideas o imágenes separadas. La vida cotidiana, el cambio de estación, los fenómenos naturales, la percepción directa de las cosas apegada a lo sensible y libre de conceptos abstractos. Es una nada, pero inolvidablemente significativa. Se caracteriza por su naturalidad, por su sencillez, sin caer en lo simplista; su sutileza, austeridad y aparente asimetría, las cuales sugieren la libertad y, con ella, la eternidad.


Aclaro que Fanny rompe con el esquema tradicional del haiku, pues ella usa como recurso la abstracción, la metáfora, la personificación, sin caer en tecnicismos incomprensibles. Por el contrario, te invita a dejar los zapatos de plomo y a volar en el blanco y el negro de sus palabras para empaparse de lo vivido, de lo anhelado, de lo prohibido, de lo mancillado, de lo perdido... Palmas para ti, poetisa. 

Gracias por trascender.

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