HAIKUS de FANNY JEM WONG,
uno de los mejores poemarios del año 2018.
Muy emocionada y orgullosa de tener en la familia una intelectual de
altísimo nivel académico, quien gratamente nos sorprende con un libro
maravilloso de haikus que ha sido reconocido por los entendidos como uno
de los mejores del año.
La institución para la que labora debe
sentirse muy complacida de contar con ella dentro de su plana docente,
pues es difícil en los tiempos que vivimos, aplastados por la modernidad y la tecnología, que alguien apueste por la creación literaria
e incentive a sus alumnos a la abandonada lectura. Es triste admitir
que nuestros muchachos no leen, no salen de la literalidad porque
sencillamente tienen un ínfimo nivel de abstracción, una evidente e
insana incapacidad para plasmar sus ideas en el papel. Es labor del
verdadero maestro motivar, convertirse en un tangible modelo de vida,
ser el ancla que los ayude a conseguir sus ideales sin escapar de la
realidad, ayudarlos a comunicarse debidamente y que sean conscientes de
que el LENGUAJE es el arma más poderosa que tiene el hombre, el mismo
cuyo principal objetivo es la comunicación.
Ahora hablemos
de.la.poetisa, de su obra. Siendo occidentales, difícilmente se tiene un
concepto definido sobre el hiaiku, aunque valgan verdades, FANNY JEM
WONG es de ascendencia asiática y muy envuelta en la cultura de su
padre. Este es un poema breve de 17 sílabas, escrito en tres versos de
cinco, siete y cinco sílabas, respectivamente. Este halla su fundamento
en el asombro y la emoción que produce en el poeta ka contemplación de
la naturaleza. Suele tener alguna referencia directa o indirecta a la
estación del año mediante el uso de un kigo que la evoca. Su objetivo es
cortar a través de la conexión de dos ideas o imágenes separadas. La
vida cotidiana, el cambio de estación, los fenómenos naturales, la
percepción directa de las cosas apegada a lo sensible y libre de
conceptos abstractos. Es una nada, pero inolvidablemente significativa.
Se caracteriza por su naturalidad, por su sencillez, sin caer en lo
simplista; su sutileza, austeridad y aparente asimetría, las cuales
sugieren la libertad y, con ella, la eternidad.
Aclaro que Fanny rompe con el
esquema tradicional del haiku, pues ella usa como recurso la
abstracción, la metáfora, la personificación, sin caer en tecnicismos
incomprensibles. Por el contrario, te invita a dejar los zapatos de
plomo y a volar en el blanco y el negro de sus palabras para empaparse
de lo vivido, de lo anhelado, de lo prohibido, de lo mancillado, de lo
perdido... Palmas para ti, poetisa.
Gracias por trascender.
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