Yeny Tejada, me hizo llegar su manuscrito titulado
“Besando la Inmortalidad” (Lima, Gaviota Azul Editores - Sociedad Literaria Amantes del País, 2018) , a través del gestor cultural, y gran poeta Pepe
Beltrán, para que en esta ocasión que nos congrega, haga un comentario.
José Beltrán Peña, Yeny Tejada y Fanny Jem Wong.
Nuestra poeta, viene de las canteras de tierras sureñas,
Arequipa, pueblo de poetas que han alcanzado brillo universal; desde Mariano
Melgar hasta Mario Vargas Llosa, hay una larguísima relación de escritores con
méritos que prestigian la literatura peruana; esta circunstancia, para Yeny,
significa tener que vencer una valla muy alta, y por lo tanto no se le puede
hacer concesiones a la hora de comentar su trabajo como poeta.
Revisando al histórico Manuel Gonzáles Prada, (N.
05.01.1844 M.22.07.1918) encontramos consideraciones interesantes respecto a la
literatura peruana: “…Sí, laconismo, no para convertir el idioma en jerga
telegráfica, sino para encerrar en el menor número de palabras, el mayor número
de ideas…” es lo que nos dice en su discurso pronunciado en el Palacio de la Exposición y el Olimpo bajo el
título de PROPAGANDA I ATAQUE, a manera de argumentar contra el “leguaje
acampanado y hueco” de los escritores de su tiempo.
Coincidentemente, el Poeta Narrador y Ensayista Pedro
Arturo Estrada (Antioquía –Colombia- 1956) en referencia al Oficio Poético sugiere un
decálogo basado en sus observaciones, y entre otras, expresa, lo siguiente: “
3.- En poesía vale muchísimo
decir siempre más con menos. Dejar al lector espacio para su propia
intuición e interpretación. No hay que
darle todo explicado, no hay que contárselo todo exhaustivamente. Y tampoco
pensar por él, ni adelantar juicios de valor en medio del poema. Sólo hay que
expresar y poner las cosas al desnudo ante sus ojos. Nada más. Pocas palabras
oportuna y perfectamente dispuestas abren la mente y el corazón; la verborrea
cierra oídos y cerebros. “
Nosotros,
podemos apreciar en primer término, leyendo a Yeny Tejada, que escribe su
poesía como interpretando en forma tácita la preocupación contenida en las dos
citas que mencioné; hace uso del lenguaje poético libreversista y cadencioso,
intercalando versos breves que sugieren al lector una riqueza de imágenes, que
se enmarcan en una de las tres exigencias, la fanopea, planteadas por Ezra
Pound para lograr la poesía alejada de
la rigurosidad clásica de la rima y la métrica.
Yeny,
en su discurso poético alude a la palabra, y construye la idea poética de la
misma, como preparando la arcilla con la que ha de modelar el alfarero; el
lector es advertido de la importancia que le atribuye, para lograr la
construcción de sus poemas, les ofrezco algunos de estos versos, que le dan
sentido al mensaje mediante el que se configura y se consolida el oficio de
escritora con talento.
“…soy
testigo de mi creación
consecuencia
de la palabra
la
palabra reacciona…”
“…Escudriño las palabras
detrás de las palabras…”
“…si las palabras no han de
tener sentido
qué sentido tiene que yo
no las pueda usar…”
“…pienso que no importan
las palabras
escudriño en tu alma
solitaria y vacía como nunca…”
Siguiendo con la lectura del manuscrito, el lector encuentra en el poema
titulado “Finalmente”, la naturaleza existencialista de su logopea, porque
descubre sin ambages, cómo siente y cómo piensa a través de una figura
anafórica donde desnuda su campo emocional:
“Me duele me atormenta me destroza
me aguijonea me aniquila me place me distraen
me asquea me harta
me angustia me entristece me alienta me
alegra
me gusta
me enferma me espantan me aterra me
avergüenzan me encanta me conmueve “
A partir de
este poema se suceden versos en los que conjugan los sentimientos y los
símbolos, el tiempo, los sueños, la ausencia, el amor, las añoranzas, van
dándole un cariz de ternura al sujeto poético, que juega hábilmente en los
entretelones de la vida, gran teatro donde todos tenemos un papel que
desempeñar, ya sea en la esperanza en el dolor en el desaliento la melancolía
las pérdidas y las convicciones con las que la palabra, se convierte en un
reflejo del alma de los seres humanos.
Tenemos en
“BESANDO LA INMORTALIDAD” poemas humanos, vivenciales intimistas, algunos
dedicados a alguien que se liga influye
e inspira a nuestra poeta.
En la página 95 del manuscrito que refiero, encuentro el poema “Posesión”
que transcribo y leo por ser uno de los que mejor impacta mi percepción
literaria, dice así:
“Ni las ideas frescas ni las cálidas
distraen mis locas intenciones
en afán casi religioso
el calor suave de tu cuerpo
hipnotiza el sentir místico
me entrevero en el deseo escondido
pierdo la sensatez
ansiedad
casi lujuria
tu boca en la mía
mítico el momento
el Parnaso nos acoge
entre olivos y abetos
coronamos el ansia
la piel insensata acepta
la magia se despierta
en ausencia
posesan lo poseído.”
Comprendiendo que cada poema es una pieza independiente,
dentro de un conjunto multiforme con el que se estructura el primer libro de Yeny
Tejada, podremos aceptar que la poeta, en sus poemas, crea imágenes, construye
un discurso y le imprime ritmo a las palabras.
Pero, en este que acabo de leer, podremos comprobar que equilibra
sensaciones y emociones en un discurso alusivo, con consideraciones hedonistas,
propias de las tendencias post modernistas, evidenciándose una suerte de
confusión en espacios heterotópicos. El poema titulado, "Posesión" induce al
lector a que imagine el deseo sexual como un reflejo diabólico, que podría ser
o no, pasible de exorcismo. La mímesis que recurre a los olivos y abetos en el
Parnaso, mitifica con osadía una narración claramente vivencial.
Saludo con entusiasmo el debut de nuestra poeta de la Blanca
Ciudad, cuyo poemario recibe el influjo profundo del cañón del Colca, la
majestad del Misti, y el rumor romántico de sus cuencas hídricas en cuyas
riveras se bañan floridos sus campos, augurándole larga vida en las letras,
porque es evidente su talento.
(NOTA: La poeta Yeny Tejada es la Directora de la Sociedad Literaria Amantes del País en Arequipa.)
Imposible no dar las gracias a Rodolfo Dondero Rodó, por sus comentarios en la Presentación de mi poemario en la Casa Museo Ricardo Palma. Gracias José Beltrán Peña por haber difundido mi presentación.
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