José Luis Ayala: Premio "Palabra en Libertad de la
Sociedad Literaria Amantes del País.
“Y
al tercer día de los sufrimientos/ cuando todo se crea consumado/
Ha de volver…/¡ Y no podrán
matarlo.”
Romualdo
Varias veces
me he propuesto, lo confieso escribir sobre José Luis Ayala, el muy querido
Yatiri (adivino, chamán), a quien yo considero paradigma de la creación de su
(nuestro) Puno entrañable.
Pero, oh
paradoja, me ganaba él con su creación “desaforada y cosmogónica”: y mientras
preparaba los materiales para la primera redacción, ya él estaba en otra cosa
(es decir, en otro libro, o crónica o reseña biobibliográfica.)
Según la
nota de solapa de uno de sus volúmenes, nació en Puno en 1942 (soy mayor que él
por un año: pero él es mayor que yo por cincuenta libros).
Y, en cuanto
a los llamados “géneros literarios” no se ha conformado por transitar por
aquellos ad usum, sino que ha creado,
v.gr. cronivelas, croniensayos y libros intertextuales…
Es decir, no
le son suficientes los géneros ya existentes para lograr expresar lo que sigue hallando en
su permanente peregrinar por el mundo de las otrora llamadas “bellas letras.
Por ello,
cuando me llega alguna de sus creaciones actuales, yo me estoy, ya,
preguntando, de qué tratará el venidero.
Como todos
los grandes, José Luis es un peregrino del (en el) mundo. Entre 1971-73, estuvo
en la tierra de Baudelaire. Donde, amén de haber cultivado la amistad de las
luminarias que siempre abundan por allí, frecuentó la casa de Desirée Lieven, mujer dedicada a la
defensa de los derechos humanos, conculcados por esta sociedad que
apócrifamente blasona de humanista.
Sobre Desirée Lieven es un libro de casi 500 páginas en
las que nos descubre a una autora que, con toda seguridad, no era conocida sino
por la inmensa minoría de su círculo parisién. Desirée Lieven, mujer libertaria y humanista es una presea (una más)
en la inexhaustible bibliografía de nuestro autor. Y, precisamente, cuando me hallaba
en uno de sus picos más altos, viene un artículo, una crónica, de JLA,
Y es en el
periódico dominical cuando redescubre grandes autores vedados y vetados por no
pertenecer al mundo de la feria mediática, realmente existente.
Numerosos
autores, puneños, provincianos, latinoamericanos, desfilan por las páginas
emblemáticas del querido Yatiri.
Uno de los leit motivs de JLA, es la plena reivindicación
no sólo de la figura del héroe de Tungasuca y de su heroica esposa, Micaela
Bastidas, sino de la prole relevante que ellos tuvieran. (Véanse Juan Bautista
Túpac Amaru, Fernando Túpac Amaru Bastidas).
Pero
asimismo se hallan sus páginas indelebles sobre ilustres puneños, como el
universal Carlos Oquendo de Amat, o su estudio sobre El Cholo Vallejo, así también su desmitificador volumen (silenciado
por la claque): Los abismos de Vargas
Llosa.
En fin,
según estadígrafos son, por lo menos, setenta los libros del Yatiri.
Solamente
algo para concluir (provisionalmente): lean lo que puedan del cholo Ayala (como
a él le gusta que lo llamen).
Mi mayor y
más humana cercanía con él fue al coincidir en un viaje a la patria de Rubén
Darío y de Sandino (auspiciado por el poeta y combatiente revolucionario -ahora
temporalmente alejado de nosotros-Tomás Borge Martínez, , quien nos hizo
recibir por el gran Danielito Ortega, combativo presidente
Nica, el que ordenó, de inmediato a su chófer que nos buscara y llevara al
aeropuerto, para nuestro retorno a Limalahorrible.
Aquí,
esporádicamente, nos vemos, pero sobre todo, nos leemos, y coincidimos en los
homenajes y los combates por la misma causa universal de la justicia y los
derechos humanos.
Juntos
defendemos a Cuba revolucionaria, Venezuela bolivariana, la República
multinacional de Bolivia y, últimamente, frente a la arremetida “contra” para defenestrar a
Danielito Ortega que, cómo no, auspicia el imperio de Trump, que –dicen-
es ser de otro planeta que está, aquí
con la conspicua misión de acabar con el nuestro.
Mientras
hago estas líneas dominicales, siento que el Yatiri José Luis Ayala, prepara un
ensayo, pergeña algún artículo o le da forma final a algunos de los volúmenes
que lo tienen en el cénit de la producción bibliográfica en la Patria que, es
un honor para el suscrito, comparto con él.
INTERESANTE
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