Me pintaste de amor
mi cuerpo entero
sin tocar mi piel.
Sentí tus halagos de amor
con tus ojos, y con tus labios
me expresaste tus sentimientos
con un eco de luz celeste.
Mi cuerpo tu fantasía
porque crees estar en mí,
tus ansias locas de pensar
tiempo-pasión, y no poder tocarme.
En las noches sueño que me
contemplas con ilusión,
en la puesta del Sol con deseo
y en la orilla del mar con el
murmullo de las olas.
Para luego desvestirme el alma
y dejar mi silueta tan solo con
un tul blanco en una noche
de Luna llena, despertando
despeinada y extenuada
como una diosa de ensueño.
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