DORITA MURRUGARRA ZEVALLOS
REMANSO DE PAZ
Al dedicar
este poema tan hermoso
mencionándolo
me lleno de gozo,
superando
mi crucial y agónico padecer
porque salió
de lo profundo de mi ser.
Por ti
mismo te quiero y mucho más
eres mi
elixir y mi remanso de paz,
solamente
viendo tu sincera mirada
soy feliz
y vivo muy emocionada.
Aprecio
tu integridad noble y pura
ya que
iluminas mi sendero oscuro,
dándole
gran auge a mi vida
lo enrumbas
a la dicha merecida.
Quiera Dios
disfrute tu dulzura y amor
acompañado
de tu encanto arrollador,
ya que
tu verbo es muy fino
grato emanas
un torrente divino.
Solitaria
me invade el quebranto
porque soy
prisionera de tu encanto,
un tiempo
sin reproches compartiremos
y los
gratos deleites que inventemos.
Tendrás
mi valioso sentimiento
que es
mi fortaleza y mi aliento,
quizás no
te enteres ni te nombre
¡Tú
eres mi inspiración y no te asombre!.
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