sábado, 11 de julio de 2020

NICARAGUA, SANDINO Y LA LUCHA INTERMINABLE Y VICTORIOSA DE NUESTRA AMÉRICA. Por WINSTON ORRILLO.





                                         (Retrato de Einston Orillo por Bruno Portuguez.)





NICARAGUA, SANDINO Y LA LUCHA INTERMINABLE Y VICTORIOSA DE NUESTRA AMÉRICA. Por WINSTON ORRILLO.


“Eres los Estados Unidos,/ eres el futuro invasor/ de la América ingenua que tiene sangre indígena,/ que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.”
                        Rubén Darío: “Cantos de vida y esperanza”
  

La mayor prueba de la justeza –y justicia- del Sandinismo nicaragüense, es la de formar parte de las vivas apetencias que el imperio “norteamierdicano”, manifiesta aquí y acullá.

Junto con la Cuba de Martí y de Fidel; la Venezuela de Bolívar y Hugo Chávez –y ahora comandada por el Presidente, Obrero  Nicolás Maduro- son las hasta hoy fallidas pretensiones del sin ninguna duda trastabillante ex amo del mal llamado “mundo libre”.

 A pesar del escozor del tiranosaurio yanqui, apellidado Trump, la entrañable Nicaragua combativa y combatiente, conmemora un aniversario más del muy glorioso 19 de Julio, fecha del triunfo de los patriotas sandinistas, que expulsaron al multiasesino chacal que, en el poder, era amamantado por USA.

Nicaragua, la patria de Rubén Darío y de Sandino –ambos libertadores y epónimos en sus respectivas especialidades- empezó, desde ese 19 de Julio,  su camino claramente  irreversible, hacia la libertad y el gobierno ejemplar del pueblo.

Gobernado, hoy en día,  por el cpro. Daniel Ortega, a quien acompaña la relevante poeta “Charo” Murillo, la nación “nica” se mantiene, sin embargo, con la guardia en alto.

 Las águilas no dejan de acechar, y esto lo probamos,” verbi gratia”, en la forma como “ladran” los mercenarios de la llamada “prensa libre, en nuestro propio país, ya que no dejan pasar oportunidad alguna para difamar al pueblo “nica” y a su gobierno enhiesto.

A este pequeño pero paradigmático país le sobran héroes inmortales como los compas Fonseca Amador, y nuestro entrañable Tomás Borge Martínez –el que perdonara, humanísticamente, ante el asombro de éste, a su torturador. Borge nos honró al ejercer (hasta su muy lamentable deceso) una impoluta y ejemplar función diplomática, como Embajador nuestra la patria, adonde, en su alto puesto, hoy en día, rutila Marcela Pérez Silva, como embajadora activísima y paradigmática –y, además, quedan sus hijos nica-peruanos. (Y hasta hay,  ya, un nieto de Borge en nuestra patria.)

El camino es pedregoso (el peligro intervencionista acecha), pero el pueblo nicaragüense, y su Gobierno, sabrán defender sus derechos y continuarán dando, día a día, ejemplo de su conciencia patriótica e independiente.

Con el poeta y yatiri José Luis Ayala, nos cupo el honor de conocer este rutilante territorio de la gran patria latinoamericana, luego de concurrir a un Congreso Internacional de Poesía (no olvidemos que es la patria del autor de Cantos de Vida y Esperanza, del fundador del revolucionario Modernismo de la Literatura de nuestras Letras creativas).

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