AUTOCRÍTICA Y NUEVOS POEMAS (*).
Por WINSTON ORRILLO.
(*) Sí, escribir cotidianamente. Lo he puesto un par de veces. “Nulla dies sine línea”. Ningún día sin una línea. Porque escribir es un duro ejercicio cotidiano: uno no busca a las musas, pero hay que saber atraparlas cuando asoman sus flecos, sus plumas. Y, ojo, no se vayan a confundir con las Noiras, las diosas de la venganza y el horroroso dolor de aquella antigua mitología que nos sustenta, lo queramos o no.
Sí, lo sé: de estos varios poemas sólo algunos sobrevivirán, mientras estudio sus estructuras, sus meandros.
Y van, por añadidura, en registros diarios y, a veces, como ahora, vienen a ciertos consolidados.
Por ello, no temer repetirse, e ir corrigiendo mientras avanzan nuestras lecturas, nuestros estudios.
Ya lo dije trabajé más de cuarenta años en la gran Universidad de San Marcos, y algo en la San Martín de Porres.
Y heme aquí, hoy, jubilado, y convertido en un joven estudiante de 79 años, que aprovecha la malhadada pandemia para no salir de su casa, y con cuidado atiende a esos ojos, que leen más de diez horas diarias, hasta que se me cierran o lagrimean de puro fatigados.
Leamos, pues, juntos, algunos poemas escritos hasta el 8 del primer mes de este “nuevo” año de 2021.
WINSTON ORRILLO
En un rincón / del sarcófago / de Ramsés II / vi una sombra / parecida / a la tuya.
Visitad / el Museo / del Prado / para / al fin, encontrarla.
Bajo / aquella / tela nonata / de Picasso / allí / tú te asomabas.
Yo sueño / un rehilete / pues eran / tus pezones.
No llegaste / a ser / pintada / por Magritte.
Anclado / en tus caderas / empieza / la salmodia.
Escalo / aquesta vida / para / espolear / de lejos.
Contorneo / tu aciago / perecedero / pubis.
Prolijo / me desvisto / de la piel / y la infancia.
¿Cuál / de aquellos / moais / soy yo?
En Tánger / fue el tropiezo / con mi asombro.
Vamos / por el Danubio / tú / y mis claroscuros.
Presbítero / en tu culto / lacerado.
Sucinto es / el retorno / al desparpajo
La luz / de las esferas / de tus pechos.
Fue / en Tailandia / -digo Siam- / como tú ordenes.
Me empavesan / tus besos / me repatrian.
Escruto / el opalino / petroglifo / en que / reptas.
Acoplado / a la luz / de / tu delirio.
En vísperas / -son vísperas- / ya llega / tu ananké.
Cerca / a la chimenea / (tus entrañas) / se aferran/ tus retamas.
Jugar / con el azar: / soy avezado.
Futurizo / cantar: / fuera / las noiras.
Escalo / en la tu pelvis / al Empíreo.
Paladín / del estrago / abigarrado.
Musas / venid / a mi aparente / dúctil / martirologio: / os invoco / grotesco; / arropo / sus elipsis / y sed / por fin / os ruego / electro convulsivas.
Desafío / al peyote: / yo puedo / rielar más.
Urbanización La Calera, Lima, 34, Perú
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