MARÍA LUZ MEDINA
AMANTES
Cuerpos entrelazados
comunión poética,
forman versos
nuestros ritmos agitados
por llegar a la cima
de la gloria ansiada.
Flujos derramados,
sábanas húmedas,
torsos briosos
humectados
con sudores,
con las salivas vertidas
en cada unción
de nuestras carnes.
Dedos que recorren
los muslos,
caminos sinuosos
que llevan
al oasis esperado
y aplacan la sed
de nuestro encuentro.
Almas unidas,
cansadas,
reposan bajo el manto
en agonía
de la muerte del día.
Tu cuerpo
ya no será mío,
el mío
no será tuyo,
carnes ardientes
que esperan
un nuevo encuentro
donde el tiempo
se detiene
y las batallas
son ganadas,
donde cielo e infierno
se unen.
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