Winston Orrillo retratado por Bruno Portuguez.
CUBA: PANDEMIA DE LA SOLIDARIDAD, EL AMOR Y LA
JUSTICIA
Por WINSTON ORRILLO.
“Con los pobres de la tierra/ quiero yo mi
suerte echar.
“El deber de un hombre está allí: donde es más útil”
José Martí
Ahora nuevamente se halla Cuba en el cenáculo ecuménico:
frente la pandemia, a la que todos le
corren, ella pone la cara y sus médicos y medicinas, en forma absolutamente
amorosa y solidaria, y con el mismo valor con el que ayudaron a liberar, “verbi
gratia”, a Angola; e igualmente apoya a todo país que levanta la cerviz frente
al Polifemo imperialista (Venezuela, Nicaragua, por no citar sino a un par de independientes repúblicas
hermanas, a las que el imperialismo yanqui se las tiene juradas).
Y esto me vuelve a mi
tesis de doctorado, hecha en Cuba, en la década de los 70s, y que lleva por
título “Martí-Mariategui, Literatura,
Independencia y Revolución en América Latina” y para la que conté con los
invalorables apoyos de Mirta Aguirre, José Antonio Portuondo, Carlos Rafael Rodríguez, Roberto Fernández Retamar,
y en general de todos y cada uno de aquellos hermanos que eran asimismo,
mariateguistas. Y gracias a la amistad con Abelito Prieto, Miguel Barnet,
Enrique Cirules, Fayad Jamís, Abel Santana, Pedro Morejón. Alberto Camacho,
para solo citar algunos de los más entrañables
Este ensayo, además de ser calificado como tesis excelente en
mi patria incaica, obtuvo Mención Honrosa en el Concurso Internacional de la
Casa de las Américas, y tuvo, como libro, edición en varios países Cuba y Venezuela,
entre otros, y lleva ya tres tiradas.
Pues en Cuba no solo aprendí lo necesario para mi
investigación académica, sino que viví la pasión internacionalista de la Patria
de Martí y de Fidel (también mariateguista, según me lo contara alguno de mis
asesores). Los 7 Ensayos fue leído
en la cárcel, en los años 30s, y sus ideas fecundaron en los combates con los
que más tarde liberarían a su pueblo.
Unas citas de JCM nos ponen en onda: “No soy un espectador indiferente del drama humano. Soy, por el
contrario, un hombre con una filiación y una fe…A Norte América le toca coronar
y cerrar la civilización capitalista. El porvenir de América Latina es socialista…,La
nueva generación hispano-americana debe definir neta y exactamente, el sentido
de su oposición a los Estados Unidos”.
Esto explica casi todo
el combate solidario, internacionalista, de Cuba, la que fuera defendida en
aquella ominosa Asamblea de Costa Rica por nuestro entonces canciller, el
maestro Raúl Porras Barrenechea: el mismo que desobedeciera la orden yanqui
(vía presidente servil, Alvarado Garrido) de excluir de la OEA, a la Patria de
Martí (lo que le valiera ser cesado en su cargo de Canciller. Y a poco de
volver, falleciera por las
sobretensiones..)
De allí emergió, asimismo, un nuevo grito de combate, que
usamos aquí y acullá: “Con OEA o sin
OEA, ganaremos la pelea”)
Y la patria de Martí y de Fidel, asediada bloqueada por más de sesenta años por USA, apoyada en
su pueblo heroico, no sólo ha sobrevivido y ganado a la OEA, sino que ha coadyuvado en la liberación de
numerosos países, como Angola, v.gr. Y ahora extiende “urbi et orbi” su solidaridad, con el envío de médicos para aliviar
las desgracias ajenas.
¡Recuerdo la emoción que me ocasionara la foto del Comandante
en Jefe, Fidel Castro, tendido en una camilla, en plena donación de sangre para
aliviar las penurias de las víctimas del cataclismo peruano del 31 de mayo de
1970!
Y en la imprescindible entrevista que UNO le hiciera a Sergio
González (13-6-20), Embajador de Cuba en el Perú, y de la que se han tomado
varias ideas aquí expuestas, se halla todo el corpus de lo que es la proyección de su país (nuestro país, vale
decir) en medio de una guerra que le sigue queriendo propinar la desventurada
patria del trumposo Trump, que
ostenta el récord mundial infectados y victimados por el coronavirus: gran
premio a la estulticia y a la sinrazón de su Régimen.
Por otro lado, ayer (escribo el 14-6-20) oímos al nuevo y
joven Presidente Díaz-Rangel, en didácticas explicaciones acerca de la conducta
impertérrita de su país, en esta hora difícil para toda la humanidad.
Mientras tanto los médicos cubanos siembran los saludables frutos
de su educación socialista, pero sobre todo, altamente científica, como que su “Interferón” se viene ya usando en varias partes del
mundo. Y su potencial científico es un paradigma que sigue persiguiendo a la
vacuna definitiva contra el coronavirus.
Y lo lograrán, no me cabe la menor duda.
Y así lo escribo, en el nombre de Martí y Mariategui, de
Fidel, Raúl, Camilo Cienfuegos, Abel Santamaría, y todos los anónimos, pero
heroicos combatientes por la salud, la justicia y la solidaridad en nuestro
tambaleante planeta-
Y esto, amigos y enemigos, solo tiene un nombre: Socialismo.
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