De sus manos brotaron primaveras, encendiéndome tiernamente el pensamiento, con el susurro de su voz hecha mañana. Y solté los cabellos húmedos al viento para incrustar sobre su pecho mi broche de jade y rubíes. Quizás pueda decir algún día, que mis ramas florecieron en un espacio de su corazón.
Gracias mi buen amigo por publicarla.
ResponderEliminarCariños
BESOTES BELLEZA!
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