EL BAR SUPER
El Superba es el bar super
testigo de muchos calores y sinsabores
que siempre apostaron a ganador
bordeando y saltando el precipicio
de la muerte encopetada y mágica.
Los brindis y los abrazos cortaban
el frío de la noche, la pena de la vida
o el webveo sin cabeza ni rabillo.
Hoy las sillas están ocupadas por
otros seres extravagantes, bravos solitarios
¿dónde están las musas y sus encantos?
¿dónde están los labios y las nalgas insaciables?
¿dónde está la blanca que lamió mi ser?
¿dónde está la chola hermosa que canto a mi corazón?
¿dónde está la morena que se balanceaba en la silla
masturbándose en complicidad?
¿dónde está la chata que comió su cau cau
para comenzar la noche sin madrugada?
¿dónde está la china con quien brindamos sin fin
y al vernos el dueño cerró su local y nos puso
una mesa en la calle para seguir alegrando
a la luna que coqueteaba con el sol
en un concierto de besos y caricias?.
Las sillas me miraron y las mesas me saludaron
recordándome un tic-tac, que las horas habían pasado
pero que los momentos vividos estaban intactos
no sólo en mis sentidos sino en la madera
de las posaderas y de los codos.
El mundo tartamudeo en su caminar
porque es testigo de la infelicidad
del Hombre y sus cojudeces compartidas.
El Superba, está casi igual con mi llegada,
sólo que el tiempo ha acuchillado mi memoria.
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