martes, 19 de marzo de 2019
CANTOS. Por FANNY JEM WONG.
CANTOS
CANTO PRIMERO –“LLORAN LOS POETAS”
El jardín de turquesas y amatistas
Agoniza bajo los pies de rameras
Danza sangrienta de infernales entes
Sacudiéndose la sangre de sus furiosas espadas.
Sincronización, condensación perfecta
Metales impuros, crueles asesinos
Combate desigual, torrente que arrastra
Corriente de puñales que se clavan por la espalda.
Lloran los poetas decepciones
En linfa de crudo hierro y acero
Pretenden doblegarlos ¡Asesinos!
El carácter de sus plumas se revela y lucha.
Lo arrastran
Lo hunden
Lo clavan
Lo atropellan
Lo amordazan
Lo patean
Solitario jardín de esmeraldas y jades
Lloran los sauces ríos de sales
Turquesas y amatistas pierden sus luces
Las esperanzas corren hacia las horas muertas.
La belleza que oculta bajo cada piedra de mi casa
Será en su momento revelada
No se puede ocultar la luz del sol con un dedo
Podrán arrastrar el honor y la verdad
Hacia páramos fríos y oscuros.
Quizás hacer del poeta carne para hienas
Pero las manos del pulidor recuerden… es sabia
Mientras haya vida, la rueda del tiempo gira
Acción - reacción no podrá ser detenido.
Patrones templados invisibles
Revelaran en el momento justo verdades
Piedras milenarias pulirán nuevas armas
Y el canto del poeta renacerá de las cenizas.
La marca del fuego protege su pluma
Renacerá y pintara nuevos cantares
Se vestirá de fiesta aunque tapien su ventana
Y mostrara el rostro con la frente altiva.
Y aunque hoy solo reciba silencio espeluznante
Volverán a brillar las flores de piedras celestes
El canto del alma nunca será acallado
Y volveré a escuchar del poeta sus alabanzas.
Entonces podré gritar con toda mis fuerzas
En el jardín de las turquesas,
Amatistas, esmeraldas y jades
¡Renace Poeta! ¡Canta Poeta…Canta!
CANTO SEGUNDO – SACUDAN EL POLVO Y LA MISERIA
Aquí dentro de mi casa camina hoy la muerte
Secuestrando las almas de mis hermanos
Los espejos muestran rostros distorsionados
Mientras sus cantos son lapidados.
Oigo la voz de una conciencia suprema
Que dice: ¡No! ¡Hoy no te comas las ranas!
No comprendo qué sucede en mi casa
Por qué entre hermanos se punzan las llagas.
¿Es acaso que el santuario se cae a pedazos?
¿Es acaso solo un castillo de naipes que se desarma?
¿No es la vida ya bastante complicada y dura
Para perderla absurdamente y ensuciarla?
Los muertos solo satisfacen las lenguas
Mientras se frotan furiosos las entrepiernas
¿Por qué no sacudirse el polvo y los cuernos?
¿Por qué aceptar miserias y egoísmos que matan?
Liberen poetas con entereza los cantos celestiales
Destierren los desechos putrefactos de las aguas
No arrastren las flores y la causa por el fango
No hagan leña de los árboles caídos que lloran.
No levante espuma verde y grueso esputo
No metan más los dedos en las llagas
Es acaso que nadie comprende que no hay que hacer mal
Porque se cosecha lo que una vez fue sembrado
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