Carlos Zuñiga Mendoza con su sobrino amado, Luciano Castro.
El Domingo 14 de Enero, de éste fresco y esperanzador 2018, a las 18:00 horas en la Parroquia Santa Rosa de Maryknoll - Almirante Guisse 2150, Lince (Altra.21 de Arenales), se realizará la MISA POR EL PRIMER MES DEL FALLECIMIENTO, del destacado poeta y dilecto amigo, CARLOS ZUÑIGA MENDOZA, quien es -porque el verdadero amor nunca muere- esposo de nuestra querida y gran actriz nacional HELENITA HUAMBOS.
El señor LUCIANO CASTRO es su sobrino, pero CARLITOS -como le decía-, lo amaba como a un hijo. Casualmente Luciano ha escrito lo siguiente:
"CARLOS RAUL ZUÑIGA MENDOZA..no solo fue el tio querido..celebrado..incorporado, en ese necesario padre de requerimiento en presencia..Tampoco, solo el notable poeta peruano..el que seguirá siéndolo...en mi corazón..en los corazones...sino que fue indiscutiblemente un ser de gran sensibilidad y profundidad en pensamiento,en reflexión,en postura de alto nivel filosófico, ingredientes suficientes para cautivar a su compañera de vida..de casi 60 años de compartir..quien hoy...aunque aún envuelta de dolor por su partida...se llena de fuerza para seguir adelante.. y seguramente pronto,volver a brillar..como siempre..como la gran actriz..musa inspiradora del poeta: HELENA HUAMBOS".
Helena Huambos (la de rojo) con Pilar Ochoa.
He aquí un poema de Carlos a su amada Helenita:
CUANDO LA VIDA SEA
En este diestro camino de la nada
donde la vida es siempre una esperanza,
que por el tiempo se desgarra siempre
y que es dolor y tiempo acontecido.
Nunca será la flor de los instintos
porque la vida tan solo es mascarada
un deseo tan tierno que da pena
el mirar al gorrión y su gorriona.
Por mucho tiempo los cielos
se nutren de los cielos
y son espacio del hombre acaecido.
Y sí esto, es natural
cómo será en verdad
cuando la vida sea.
En este diestro camino de la nada
donde la vida es siempre una esperanza,
que por el tiempo se desgarra siempre
y que es dolor y tiempo acontecido.
Nunca será la flor de los instintos
porque la vida tan solo es mascarada
un deseo tan tierno que da pena
el mirar al gorrión y su gorriona.
Por mucho tiempo los cielos
se nutren de los cielos
y son espacio del hombre acaecido.
Y sí esto, es natural
cómo será en verdad
cuando la vida sea.
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