viernes, 26 de enero de 2018

LUCIA DE GRANDE ERA NIÑA Por VERONICA MORANTE ROSSEL



Lucía de grande era niña,
cuando sus pies oscuros danzaban
temblaba la tierra
y se amarraba a su cintura.
“Niña, regálame tus juguetes”,  así decía.
Yo se los regalaba
para volver a su sonrisa de maíz
sobre enormes barcas de totora
Extendida la lliclla
envolvía sus tesoros:
carros desllantados
tambores desteñidos
ollitas sin comida
tacitas si asa
casas sin puerta
igual se reía.
Solo una vez su voz cruzó dos tempestades
“No, esas no, niña.  Esas no quiero.
¿Para qué pues muñeca partida?”
Rapidito anudaba la manta
contenta se iba,
yo me quedaba mirando las muñecas partidas.
Cuando las recuerdo
me descuelgo por tus trenzas
hasta el desembalse de tus mejillas
y ya sé por qué quiero devolverte tu risa de lago,
grande
niña.

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