PANEGÍRICO
Celebraré el día del homínido
a tres kilómetros lunares de mi cavidad uterina.
Celebraré la tarde en que no te busque
en la flor, el viento, la magia ni el mar
y solo
te halle
alisando mi pelambre
en un eterno abrazo.
Celebraré la noche incoherente
recostada en tu hombro
hombre
desprendida de tus manos mesiánicas
extraídas de un poema amado
inexistente.
Celebraré la madrugada y el nuevo día
en que pueda estrangular la tristeza
para sacarle
una última sonrisa.
PLEAMAR BAJAMAR
Pleamar de herrumbe en soledad
regreso al útero deshabitado
desde el origen y en el camino.
Las costras partidas remarcan la cicatriz
de la raíz arrancada de tajo.
Y, sin embargo,
fuiste hallado en los cantos femeninos infantiles
y el deseo remoto que desborda la sed
porque no es.
A tientas te busca el corazón
desbocado en olas de frío mar tormentoso
encendido y suspendido en promesas
de voz y manos imaginadas,
en atmósferas inflamadas.
Pletórico se pliega y repliega
en los bordes del placer
a ciego galope,
vital alegría.
DEVELO… DESVELOS
Vestida de blanco en encaje de piel
después de tres lunas pardas,
a ojos cerrados pernocta
inconmensurables abismos
abrazada a un hilo de plata
templado en la oquedad de la cálida noche.
Develo
desvelos:
Dispuesta otea fragancias desaprendidas, la amante.
Cobija abrazos, la madre.
Re cobra el tiempo, la hetaira.
Se entrelaza a sus manos, la hermana.
Terminado su tiempo prestado
en las honduras del llanto,
el desgarro de párpados anuncia la luz
y sigue esperando el perjurio
que infligen otras tres lunas pardas
infinitivas.
CORAZNADA
El destino signó la vida de semidioses y héroes.
A Gonzalo, “el de los ojos alados”,
le reservó para siempre
el inmenso amor y protección de Gea
Madre
De miembros abiertos a la luz
tu llanto fue el único que amé
desconocido vocero
que vendría después del mío
Extirpado
de fecunda tierra
del orificio de los miedos infinitos
Hallado
en húmedo gozo regazo
el paraninfo
de tu sonrisa bendecida eternamente
de tus ojos alados
estrofa pareada
prendida de la hoja viajera de tus pensamientos.
Enhebrado a la piel
tatuado en la retina
mecido en el pulso
exósmosis en flujo de maravilla acunada en latidos
Expulsado contra mis designios
embebido de mi sangre
conquistaste tu Arcadia.
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