sábado, 1 de enero de 2022

«¡Somos libros, seámoslo siempre!»: recuento de las publicaciones peruanas más destacadas de 2021. Por RICARDO GONZÁLEZ VIGIL.

 


«¡Somos libros, seámoslo siempre!»: recuento de las publicaciones peruanas más destacadas de 2021.

Publicado en la revista, CARETAS. N° 2657.

Lima, 16 diciembre de 2021.

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Escribe: Ricardo González Vigil | Ediciones conmemorativas sobre el Bicentenario, César Vallejo y José María Arguedas; también etnohistoria incaica, ediciones críticas, rescates, reconocimientos, aportes relevantes, antologías, poemarios, microrrelatos, cuentarios, novelas, narrativa de no ficción, ensayos y crítica que conforman un año libresco muy positivo pese a la crisis económica.

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Este recuento toma prestado el ingenioso título de un libro de Fernando Iwasaki. Calza perfectamente con la admirable producción editorial en un año calamitoso como el que más (crisis sanitaria, económica, política, delictiva, educativa, etc.). El mayor oasis de liberación humanizadora en el marco (deslucido en festejos cívico-patrióticos) del Bicentenario de la Proclamación de nuestra Independencia.

CONMEMORANDO EL BICENTENARIO

Sobresalen los monumentales aportes que editó la U. Ricardo Palma: 25 especialistas en historia, sociología, literatura, pedagogía y numismática, El proceso de la Independencia del Perú desde el Bicentenario, 2 tomos (coeditado con la Academia Nacional de la Historia); José Agustín de la Puente Candamo, El Perú y su Independencia: reflexiones ante el Bicentenario; Waldemar Espinoza Soriano, La Independencia del Perú en provincias: lo que sucedió día a día en Cajamarca, Chota y Cajabamba. Análisis, comentarios y documentación inédita, 2 tomos; Manuel Pantigoso Pecero, En el nombre del Perú, 3 tomos; y Hugo Neira, Dos siglos de pensamiento de peruanos.

Otras contribuciones mayores: Raúl Palacios Rodríguez, Construcción política de La nación peruana: la gesta emancipadora, 1821-1826; Linda Lema Tucker, Heroínas peruanas del Bicentenario; Ugo CarrilloCavero, Todos los cantos y todas las voces del Perú: Mil trescientos setenta himnos bicentenarios, 2 tomos; y Percy Vílchez Salvatierra, 200 imágenes críticas del Perú ante el Bicentenario. Añadamos que, en homenaje al Bicentenario, Wilfredo Kapsoli Escudero editó facsimilarmente la colección completa (difícil de hallar) de una revista excepcional: Boletín. El Deber Pro-indígena. Órgano de la Asociación Pro-indígena. Publicación mensual doctrinaria dirigida por Dora Mayer (1912-1917).

En lo concerniente a la creación literaria, la Colección Bicentenario Petroperú entregó la antología 21. Relatos sobre mujeres que lucharon por la Independencia del Perú, selección de José Donayre Hoefken; y Altazor plasmó una valiosa colección bicentenario de 13 novelas, escritas especialmente por autores de renombre: Luis Freire Sarria, Harol Gastelú, José Güich Rodríguez, Rosario Cardeña, Juan Manuel Chávez, Julia Wong, Miguel Angel Vallejo Sameshima, Cosme Saavedra, Rodolfo Ybarra, Carlos Rengifo, Micky Bolaños, Mario Suárez Simich y Sandro Bossio Suárez.

EL POETA DE LA LIBERTAD

Nacido en el departamento de La Libertad, César Vallejo simboliza como nadie la libertad creadora y, a la vez, la comunión genial con nuestras raíces nacionales.

Este año destacó un hallazgo en cabal sintonía con el Bicentenario: Carlos Fernández y Valentino Gianuzzi rescataron 3 artículos olvidados de Vallejo en el volumen El Perú. Súmese que se publicó una nueva edición de su Poesía completa, con biografía y prólogo de Miguel Pachas Almeyda; una edición facsimilar de Escalas, a cargo de Ricardo Silva-Santisteban; y una compilación temática: Del siglo al minuto: Crónicas sobre máquinas y ciencia, seleccionadas por Yaneth Sucasaca, Mariano Rodríguez y Rodrigo Vera.

Además, la necesaria reunión de los Artículos vallejianos escritos por Ciro Alegría, congregados por Aladino Carbajal; el fundamental estudio César Vallejo, poeta del acontecimiento de Víctor Vich; y otro reconocimiento internacional de su talla universal, César Vallejo, genio entre los genios de Luis Alberto Ambroggio.

LA MADRE INDIA DE ARGUEDAS

En el polémico artículo “¿Encuentro estremecedor de todas las sangres? Sobre la maternidad de José María Arguedas?” (Lienzo, núm. 42), con argumentos de peso Ghislaine Delaune-Gazeau sostiene que Arguedas fue hijo adulterino del misti (señor criollo, con rasgos acentuadamente blancos) Víctor Manuel Arguedas y de la indígena quechuohablante Juanita Tejada (seducida a los 14 años de edad), nacido en la Hacienda Karkeki (Huanipaca, Abancay). Dato crucial por la decisiva influencia de la madre biológica en sus primeros años de vida. La doble ascendencia (español o criolla, del lado paterno; andina, del lado materno) enlaza cabalmente a Arguedas con el Inca Garcilaso y César Vallejo (en este caso, con abuelos españoles y abuelas de matriz chimú), conformando el trío mayor de escritores que encarnan la compleja y fracturada nacionalidad peruana.

De otro lado, la vigencia creciente de Arguedas como “héroe cultural” y como escritor (narrador, poeta y ensayista) genial puede constatarse en Arguedas global: Indigenismo en el nuevo milenio, volumen colectivo editado por José Antonio Mazzotti.

ETNOHISTORIA INCAICA

Fruto de más de cincuenta años de investigación y de docencia universitaria, Juan M. Ossio Acuña nos entregó dos libros que prueban magníficamente la capacidad de la etnohistoria para abordar una cultura con su peculiar cosmovisión y sistema social, sin imponerle la óptica “occidental” de la historiografía usual: La monarquía divina de los incas y El Tahuantinsuyo de los incas. Historia e instituciones del último estado prehispánico andino (ed. bilingüe, uno de los libros más bellamente ilustrados e impresos del año).

Ossio explica cómo la mentalidad andina confiere una dimensión mítica a todo el engranaje social y cultural, y no solo a las creencias y rituales religiosos. Especialmente subraya que los reyes incas no eran propiamente personajes históricos, sino figuras divinizadas que presidian las panacas.

Resulta urgente, en el marco del Bicentenario, enseñar adecuadamente en la escuelas y universidades la etapa más gloriosa del Perú, la prehispánica. Cuanto más que permitirá comprender la actual mentalidad andina.

EDICIONES CRÍTICAS

Con seis ediciones críticas más una anotada, M y L se enseñoreó como una editorial de relieve académico internacional. Particularmente subrayemos la consistencia de las ediciones críticas de cuatro novelas capitales del siglo XIX: Mercedes Cabello de Carbonera, El conspirador (Autobiografía de un hombre público), ed. de Mónica Cárdenas Moreno; y el famoso trío de Clorinda Matto de Turner, Aves sin nido, ed. Isabelle Tauzin Castellanos y Carlos Estela Vilela, Herencia, ed. de Flor Mallqui Bravo y Carlos Torres Astocóndor, e Indole, ed. de Ana Peluffo. Igualmente, descuella la penetración crítica de Christian Elguera en su ed. de Julián M. del Portillo, Amor y muerte / El hijo del crimen / Lima de aquí a cien años. Los secundan meritoriamente: Carolina Freyre de Jaimes, Un amor desgraciado / Ccora Campillana, ed. de Kurmi Soto Velasco; y Clemente Althaus, Coralay, ed. anotada.

AÑO DE RESCATES

Existían varias ediciones del diálogo de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa realizado en la UNI, en 1967. Pero faltaba rescatar lo que significó como uno de los eventos más apoteósicos del boom hispanoamericano, conforme lo registran los testimonios, comentarios y fotografías que lo acompañan en Dos soledades (Un diálogo sobre la novela en América Latina), edición a cargo de Luis Rodríguez Pastor.

Solía creerse que Blanca Varela casi no concedió entrevistas, pero José Luis Velarde reunió y anotó acuciosamente más de cuarenta nuestras estupendas de la hondura crítica y riqueza testimonial de nuestra gran poeta: Entrevistas a Blanca Varela. Complementariamente, compiló la crítica cinematográfica que efectuó bajo el seudónimo de Cosme: Cine: opinión y chisme, por Cosme.

 

De otro lado, el año quedará como el de la consagración definitiva del legendario poeta demente Guillermo Chirinos Cúneo. Con introducciones de Cecilia Podestá (editora) y Rubén Quiroz Ávila, y un sustancioso estudio de José Carlos Yrigoyen, El guerrero del arcoíris estalla como un incendio perpetuo de imágenes perturbadoras.

Destaquemos, además, el rescate, a cargo de dos libros de Christian Reynoso, del hermano menor de Gamaliel Churata y Alejandro Peralta como artista plástico y pionero del comic peruano: El arte de Demetrio Peralta: vanguardia y modernidad y Tránsitos y retornos: Las historietas de Demetrio Peralta.

Finalmente, se dio a conocer la primera novela feminista peruana: Zarela de Leonor Espinoza de Menéndez y se reeditó un referente decimonónico: Carlos Prince, Lima antigua. Series I-II-III. Tuvimos también una compilación de los escritos de un dotado vanguardista insuficientemente reconocido: Adalberto Varallanos, Obra reunida (como suplemento, trae una edición facsimilar de la revista Jarana), ed. de Valentino Gianuzzi.

RECONOCIMIENTOS

Miluska Benavides fue la única voz peruana elegida por Granta en español, entre los 25 autores menores de 35 años que destacan. De modo oportuno fue reeditado su importante libro de cuentos La caza espiritual, enriquecido con un texto inédito.

Pudimos leer este año dos volúmenes de cuentos que fueron premiados en el International Latino Book Awards 2020: Kantutas salvajes: Historias de mujeres, de Cecilia Granadino, autora de dilatada y reconocida trayectoria; y Luces de emergencia, de Oswaldo Estrada, nuevo narrador de polendas.

Ediciones conmemorativas: Alfredo Bryce Echenique, 50 años de Un mundo para Julius; Marita Troiano, 25 años de Mortal in puribus, y Ricardo Sumalavia, 20 años de Retratos familiares.

APORTES RELEVANTES

* ANTROPOLOGÍA: Ana María Gálvez, Chuqui Chinchay, deidad del agua. Animal de poder en la cosmovisión andina.

* ARQUITECTURA: José García Bryce, Los goces de la memoria.

* BIOGRAFÍAS: Isabel Cristina López Eguren, Rastros familiares: José María Eguren, orígenes y trayectoria de la familia Eguren en el Perú; y Alejandro Neyra, Traiciones peruanas.

* CINE: Isaac León Frías, Desde la ventana indiscreta: Páginas de cine; y Ricardo Bedoya (ed.), Rondas, fanfarrias y melancolía: Aproximaciones a la obra de Federico Fellini.

* EDUCACIÓN: Iván Rodríguez Chávez, Las buenas cuentas.

* EPISTOLARIO: Eternidad de la noche: Cartas de César Moro a Emilio Adolfo Westphalen 1939-1955, traducción y compilación de Inés Westphalen.

* FOTOGRAFÍA: Biblioteca Nacional del Perú, Miniaturas: Un álbum de José María Eguren.

* GEOGRAFÍA: José Luis Velásquez Garambel y Moisés Bustincio, Atlas enciclopédico de la región Puno.

* HISTORIA: Manuel Medrano, Quipus: Mil años de historia anudada en los Andes y su futuro digital; y Rosa María Acosta, Milicias indígenas en las misiones jesuitas de Maynas siglos XVII y XVIII.

* LINGÜÍSTICA: Julio Calvo Pérez, Historia de la lengua quechua, 2 tomos.

* MISCELÁNEA: Fernando Ampuero, Seis capítulos perdidos y otros extravíos.

* TEATRO: Fernando Ampuero, Un fraude epistolar (incluido en la miscelánea citada); Alfredo Bushby, Destacados; y Julio Isla Jiménez, Arakne.

* TEXTILERÍA: Cristina Gutiérrez, Mapa etnográfico del textil artesanal en el Perú; y Haydée Quiroz Malca, Mujeres de Qallwa: Saberes del arte textil de San Miguel de Pallaques, Cajamarca.

AÑO DE ANTOLOGÍAS

* POESÍA.- Hélard Fuentes, Voces de la poesía peruana; Rocío del Águila Gracey, A la mitad de todos los caminos: Muestra de poesía escrita por mujeres peruanas; José Beltrán Peña: Haiku peruano; Carlos Villacorta Gonzales, Lima escrita: Arquitectura poética de la ciudad 1970-2020; y Michael Alberto Jiménez Melchor, El viento entre las hojas: Poéticas peruanas en el Bicentenario y Ángeles del papel: Poetas de Villa el Salvador 50 aniversario.

Antologías personales: Javier Sologuren, Altos volúmenes del cielo, selección de Luis Alberto Castillo; Marco Martos, Castillos en el aire: antología poética 2013-2019; Rubén Urbizagástegui Alvarado, Para que digan que no crucé ríos y montañas, selección de Enrique Sánchez Hernani; Mariela Dreyfus, Arúspice rascacielos; Miguel Ángel Zapata, La iguana de Casandra: Poesía selecta 1983-2021 y Cancha de arcilla: poemas en prosa; y Harold Alva, A tiempo completo: Antología poética 1998-2020.

* MICRORRELATO.- Varios, Generación Bicentenario: Antología latinoamericana del microrrelato y La cuarentena. Kathy Serrano y Ricardo Sumalavia (editores), Fiction lab: cuentos experimentales, season 1.

* CUENTO.- Un rubro de aportes espléndidos: El dedo en el disparador y los cuentos menciones honrosas y finalistas del premio Copé de cuento 2020; Alexis Iparraguirre y Francisco Joaquín Marco, Esta realidad no existe: Antología de ciencia ficción por escritores del Perú; tres contribuciones de Carlos Enrique Saldívar: Constelación: Muestra de cuentos peruanos de ciencia ficción, Vislumbra: Muestra de cuentos peruanos de fantasía y la tercera edición de Tenebra: Muestra de cuentos peruanos de horror; Ricardo Sumalavia, Selección peruana 2015-2020; y Omar Aliaga Loje, Virus: Historias de la pandemia en el norte del Perú. Añádase la selección de José Donayre Hoefken que citamos en el apartado dedicado al Bicentenario; y el caso hibrido de una antología de cuentos y crónicas: Juan Carlos Cortázar (ed.), El acento en la diferencia: Escribir en el Perú desde una mirada LGBTIQ.

Antologías personales: Mario Guevara Paredes, Gringas sí, yankis no; y Margarita Saona, La ciudad en que no estás.

* Escritura totalizante: Ubérrimo, con un centenar de libros que exploran transgresoramente todos los géneros literarios (incluyen poesía en aymara), José Luis Ayala tejió una imponente antología general de sus escritos en 10 tomos, más uno con sus poemas visuales.

POESÍA

El trío más admirable lo encabeza Kauneus (La belleza) de Roxana Crisólogo Correa (en plena madurez creadora): con intensidad y altura, sonido y furia, desmitifica los prejuicios racistas y machistas sobre la belleza femenina. Lo acompañan Ana C. Buena de la novísima Valeria Román Marroquín (precozmente madura), renovando la llamada poesía “social” (liberándola de todo lastre declarativo); y la mayor revelación poética del año: El nuevo libro de inventarios, cuentos y un poema compuesto por A.E. Ibarguren entre los años 2005 y 2021, voz honda y originalísima, en una bellísima edición realzada por coruscantes pinturas de Rubén Saavedra Cobeñas.

Cercano a dicho trío, brilló el fuego expresivo de Guillermo Chirinos Cúneo, El guerrero del arcoíris (mencionado entre los rescates del año), bellamente editado; José Antonio Mazzotti, Poemas posthumanos; Carolina Fernández, Rumikuna del mar; y Zoila Capristán, Palabras que reservo para las tinieblas.

Añádase una cosecha excepcional de poetas de reconocida trayectoria: Germán Carnero Roqué, En el embriagado morir de cada instante; Gloria Mendoza Borda, Amusa guardando el silencio; Óscar Colchado Lucio, Canción del pescador (asimismo su obra poética fue puesta en valor por Alex Morillo Sotomayor, en una ed. bilingüe de Arpa de wamani); Alonso Ruiz Rosas, En la ascensión; Enrique Sánchez Hernani, Parábola de las ideas impuras; Roger Santivañez, Something going 1975-1976 y Argolis; Miguel Ildefonso, Comentarios irreales; Jerónimo Pimentel, A menor; y Diego Otero, El califato de Lima. Junto a ellos, las voces novísimas de Gloria Portugal, Canción del manicomio; Lourdes Aparición, Apacheta; Teresa Cabrera Espinoza, Las edades; Juliane Ángeles Hernández, Una animal en mí; Valentino Gianuzzi, City of M; y Luis E. Mendoza, N.N.

Aplaudamos, finalmente, los méritos de Carlos Zúñiga Segura, Cabalística lluvia, rebrota el canto de primicias; Cecilia Molina, “Borges” y otros poemas; Carlos Villacorta, Ciudad satélite; Patricia Colchado, Ningún lado; Sixto Sarmiento, Diario de un indigente; Denisse Vega Farfán, Fiesta; Fanny Jem Wong, La médula nocturna; Bili Sánchez Montenegro, Rímac; y Rosa Granda, Un sonido amarillo.

Mención aparte merecen los collages de objetos y poesía visual del libro neovanguardista CORAZONmente de José Beltrán Peña.

MICRORRELATO

Destacó 40 microrrelatos covidianos: Cuarentena de microrrelatos de Hernán Becerra Salazar. Registremos, además, Degradé de Miguel Cotrina; y Los escombros no mienten de Diego Vargas.

Mención especial exige lo que Fernando Iwasaki bautiza como Brevetes de historia universal del Perú. Se trata de microtextos de no ficción con rasgos narrativos y ensayísticos, incluso poéticos, de gran brillo verbal e ingenio interpretativo.

CUENTO

Dos ejemplos soberanos de estilo propio y libertad imaginativo para refractar y recrear la condición humana: Nilo Espinoza Haro, Tic…tac; y Katya Adaui, Geografía de la oscuridad.

Seis libros memorables por su maestría narrativa: Cecilia Granadino, Kantutas salvajes: Historias de mujeres; Jorge Valenzuela, Ficciones continuas; Pedro Ugarte Valdivia, Bitácora del extravío; y Christian Briceño, Su seguro servidor. Dos de ellos, revelaciones de consideración: Fiorella Moreno, La vida de las marionetas; y Oswaldo Estrada, Luces de emergencia.

Añádase la calidad de Defensa india del rey de Marco Martos, Cuando las almas se fueron dejando solo el olvido de Ugo Carrillo Cavero, Viento pálido de Enrique Carbajal, ¿Qué carajo es el amor? de Yero Chuquicaña Saldaña y Fábula de los cuerpos calientes de Gimena Vartu.

Finalmente, la pericia narrativa de Orlando Mazeyra Guillén, Inmunidad de rebaño: historias de la pandemia y El niño de la Arboleda; Poldark Mego Ramírez, El Domo: Historias distópicas; Gudelia Gonzales, Despertar; Leonardo Ledesma Watson, Barrio laberinto; Ricardo Ráez Reátegui, Torino y otros cuentos; y Tadeo Palacios, Mañana nunca llega.

En lo tocante a la etnoliteratura y tradición oral, hubo una contribución de primer orden: Ana María Flores Núñez y otros, Seques: Mitos de Cusco, Ayacucho, Apurimac, Ancash y Huánuco.

 

NOVELA CORTA

Sobresalieron El predominio de la fe (premio Julio Ramón Ribeyro, Banco Central de Reserva) de Gonzalo Portals Zubiate; Cortarse las manos de Juan Carlos Cortázar; El inquieto colchón del Libertador de Luis Freire Sarria, y Ya no llores, palomita de Sócrates Zuzunaga. Agreguemos a No hay más ciudad de Francisco Izquierdo Quea, La noche de los mil carajos de Hélard Fuentes y El jinete en la hora cero de Paco Moreno.

NOVELA

Estilo propio, microcosmos simbólico del estancamiento nacional y vuelo poético coronan a Tiempos de mar de Alejandro Estrada Mesinas como la mejor novela del año.

Festejemos siete intensos universos narrativos plasmados con prosa admirable: Pedro Félix Novoa, Cacería incesante; Eduardo González Viaña, ¡Kutimuy, Garcilaso!; José Güich Rodríguez, Sepan quantos; Leonardo Aguirre, Nueve vidas; Jeremías Gamboa, Animales luminosos; Mario Suárez Simich, El tiempo que muere en nuestros brazos, y la contundente revelación de Ricardo Canales Gabriel, Entre el fuego y la palabra.

Autores de reconocida trayectoria nos entregaron Patio de letras y Pancho Fierro: picardías de un lujurioso y festivo acuarelista de Cronwell Jara Jiménez; Y líbranos del mar de Santiago Roncagliolo; El incandescente fuego de la coronela de Carlos Rengifo; El año del viento de Karina Pacheco Medrano; y Bultos negros de Charlie Becerra.

Otras novelas a considerar: J.J. Maldonado, El amor es un perro que ruge desde los abismos; Pedro Casusol, Barranco city mon amor; Giovanni Anticona, Nueva crónica de la vergüenza; Dimas Arrieta Espinoza, Llegada de los vascos; Rafael Gutarra Luján, La sombra del orongoy; Gonzalo Higueras, El primer vicús; Maica Guerrero, Huella de tigre; Poldark Mego Ramírez, Pandemia Z: Cuarentena; y Max Pinedo, Cementerio de moscas.

 

NARRATIVA DE NO FICCIÓN

Una cosecha inolvidable: Gabriela Wiener, Huaco retrato; Fietta Jarque, Donde Denis Hooper perdió el poncho; Luis Jochamowitz y Rafaella Leon, Días contados: Lucha, derrota y resistencia del Perú en pandemia; Bruno Pólack Cavassa, La ciudad que no existe: Historias de la ocupación chilena de Lima; Joseph Zárate, Algo nuevo sobre la tierra; Jaime Rodríguez Z., Solo quedamos nosotros; Carlos Enrique Freyre, El miedo del lobo; Martín López de Romaña, La jaula invisible: Mi vida en el Sodalicio, un testimonio; Enrique Zavala, La niña de los 500 años: Reportaje a Juanita y a su otro descubridor; y César Panduro Astorga, Te espero bajo el mango y La ruta del adiós: Memorias del movimiento de rock subterráneo iqueño.

ENSAYO

Fernando Iwasaki ratificó que es uno de los mejores ensayistas actuales de lengua española: Sevilla sin mapa y Mi poncho es un kimono flamenco.

Aplaudamos, además, De curaca a congresista: Vigencia de una familia indígena en la política nacional (Premio Copé de Ensayo).

CRÍTICA

Sigifredo Burneo Sánchez, Literatura piurana. Tomo I: La narrativa, tomo II: La poesía; Manuel Pantigoso Pecero, Alma Palma: veinte ensayos sobre el tradicionista; Julio Isla Jiménez, Las baladas peruanas de Manuel González Prada como proyecto de renovación poética; Luis Enrique Landa Rojas: Asir el tiempo de la palabra: Revisión de la periodización de la poesía peruana del siglo XX, 2 tomos; Sylvia Miranda Lévano, El imaginario y la ciudad moderna en los poetas vanguardistas peruanos: Carlos Oquendo de Amat, César Moro y Emilio Adolfo Westphalen; Paolo de Lima (ed.), Golpe, furia, Perú; Eva Valero Juan, Voces para la polifonía literaria del Perú: entre la geografía y la historia; Alejandro Susti, La ciudad sin límites: Lima en la narrativa peruana del siglo XX; Mariana Libertad Suárez, Déjame que (me) cuente: Intelectuales limeñas en el Perú de los cuarenta; José Beltrán Peña, Modesto Molina Paniagua y su libro “Hojas del proceso”; José Carlos Yrigoyen y Carlos Torres Rotondo, Hora Zero, una historia; Roland Forgues, Pájaro pinto; y Roger Santiváñez, Kloaka & los subterráneos: El instinto de vivir.

 

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Nota: La Sociedad Literaria Amantes del País - Perú, a continuación pone las carátulas de los libros de sus miembros que figuran en el recuento de Ricardo González Vigil.







 


 



 

 

 

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