MIS CAFÉS de YENY TEJADA. Por JOSÉ BELTRÁN PEÑA.

 

            Hay que aplaudir a nuestra dilecta y reconocida poeta, Yeny Tejada (Arequipa - Perú), porque sin lugar a dudas, -en el presenta año-, viene exorcizando a la muerte con belleza y gran creatividad literaria; ella, ya nos había demostrado su talento para con el trabajo con la palabra en dos maduros poemarios, Besando la inmortalidad (2018), y Hechizos de diosa (2019), y en el presente año, nos sorprende positivamente con la presentación de un nuevo estilo poético denominado, Jirones y nones (NUS), y ahora con un bello libro de poemas titulado, Mis cafés, con una métrica muy especial, que ella nos lo descifra con las siguientes palabras, “son poemas cortos que caen en la estructura de iguales, dos versos que combinan en la misma cantidad de palabras, siendo variables de acuerdo a la necesidad de cada premisa. Tal vez lo único necesario es que debe llevar en uno de los dos versos la palabra café como indispensable para denominarse, MIS CAFÉS”.

 

            Lo interesante de estos sentidos poemas brevísimos, es que los dos versos tienen la misma cantidad de palabras, en los cuales, ella, ha hilvanado con mucho acierto y ha  podido capturar imágenes, sensibilidades, pulsaciones, impulsos y sueños con sus cinco sentidos y con el sexto, que es su “yo”  femenino. El corazón del libro es el café, de allí se desata y se ilumina toda la lectura del libro, como sinónimo de homenaje poético a su existencia.

 

            Parecen poemas sencillos para escribir, pero en verdad no lo son, porque sí ya es complejo retratar con tan escazas palabras todo un mundo,  el escritor debe poseer muchas virtudes para realizarlo, y aparte tiene que ser un(a) amante incondicional de la bebida, porque ¿cómo puedes escribir todo un libro de algo que tenga tanta fuerza y raíces, si no lo conoces o no has experimentado sus cualidades? (conocimiento, cultura, filosofía, erotismo, amor sueño, libertad), y de yapa no debemos de olvidar, que el café es de género masculino.

 

            Qué bien que Yeny, nos siga sorprendiendo gratamente con cada poemario (estilos y temáticas diferentes y variadas). No aburre, como otras y otros, que solo repiten un solo estilo o metamorfosean corrientes foráneas, y en honor a la verdad estarán escritos aceptablemente pero son simples remedos, y la verdad que para ello, es mejor leer a los padres y a las madres de los diferentes estilos de escrituras.

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            Es un libro muy especial y mágico, porque como se dice popularmente, “en las venas de muchos escritores no corre sangre sino café”, y si bien es cierto, tomar bebidas alcohólicas en exceso, como la cerveza, el whisky o el ron es dañino para la salud; lo mismo puede suceder si tomamos mucho café o fumamos demasiado, pero aun así, se seguirá bebiendo hasta que el ser humano o el café ya no exista en el planeta.

 

            Es un libro hermoso, en donde nuestra poeta ha recreado la comunicación entre el café y el ser humano en sus distintos rostros, mitos y luces; y en los linderos recreativos de lo real y del soñar, también como catarsis y de vida revivida.

 

            Felicitamos y agradecemos a nuestra dilecta poeta, Yeny Tejada, por su arte, y su invitación a leerla, sorbo tras sorbo, con buena poesía por sus encantos embellecidos. Si Balzac escribiera el presente prólogo, estoy seguro que repetiría lo siguiente: “Los símiles se alzan, el papel se cubre de tinta, la lucha comienza y acaba con torrentes de agua negra, justo como le ocurre a la batalla con la pólvora”. Así sea.

 

 

José Beltrán Peña.

Presidente-Fundador

Sociedad Literaria Amantes del País- Perú