lunes, 3 de enero de 2022

BALADA SILVESTRE de DINA CHÁVEZ BELLIDO. Por MARCOS YAURI MONTERO.

 


            Nuestro país es reconocido como territorio privilegiado de las letras. Si hace algunos años atrás el Perú era el país de los poetas, ahora es el de los narradores. Pero a una mirada imparcial esta apreciación no es muy cierta; pues, poesía y narrativa siguen teniendo una enorme vigencia así como logrados y prolíficos cultivadores.

 

Es en el territorio de la poesía, donde hoy, en nuestros días, hay audaces producciones. Audaces desde los títulos de los libros y en la densidad de sus contenidos. ¿Acaso hay esa mala fe del fanatismo y desesperación por y para la literatura en el alma de nuestros escritores? Esa mala fe de la novela, por ejemplo, de la que habló hace poco tiempo  «el último de los malditos ilustrados» como se le  llamó al crítico y novelista francés Maurice Blanchot.

 

Hay producciones de reciente data que ostentan títulos que ponen los nervios en punta; por ejemplo: Para ahorcar pájaros con tu pelo de Alejandro Mautino Guillén, o Dios se tragará la muerte de Carlos Castañeda. Lección de las aves, de  Eduardo Reyme Wendell. Ya nadie incendia el mundo y Berlín y cuadernos de quimioterapia, de Victoria Guerrero Peirano, que además es autora de la novela: Un golpe de dados, relato turbador, donde los animales hablan en un mundo apocalíptico que fue el Perú de los años noventa, que por este discurso se hermana con la novela: De noche caminamos dando vueltas de Daniel Alarcón, escritor peruano habitante de Nueva York, que se reconoce peruano, norteamericano, latinoamericano; y escribe en inglés y goza de  enorme difusión y nombradía con sus relatos cuyo centro es el Perú agónico de nuestros días, en términos unamunianos. Y así, poemarios más, como Pleamor de Jeamel María Flores Habood, hermoso poemario que inventa y reinventa palabras porque: «El hombre inventa las palabras / Para nombrar todo aquello a lo que no accede ».

 

En este universo de vorágines que sacuden al mundo y al Perú,  nuestro «País dulce y cruel», en palabras de Jorge Basadre, territorio de pleamares, silencios y miedos, de desapariciones, muertes y de temores, de amores, odios y rivalidades internas que nos conducen como a un único y posible remedio, a la utopía, nacen los poemarios de otra poeta tocada por la vara cálida y apasionante de la palabra, que siendo inasible da cuerpo a la vida haciéndola real y también la dota de una irreal realidad. Los poemarios son dos, se titulan: Balada silvestre y Amores perrunos + que humanos. Su autora es Dina Emeteria Chávez Bellido, una joven-mujer de imagen frágil, dulce y bondadosa, pero de una fuerte energía espiritual.

 

Me he atrevido a aceptar la escritura de la presentación del primer poemario: Balada silvestre. Un poemario de versos prístinos, inasibles por su fineza, que en sí, por su carga intensamente humana se convierte en semilla, es decir en latencia permanente y eterna del sentimiento sublime de la Poesía de la criatura humana: el Amor. El Amor como fuerza que satura aire, tierra, agua; y, es fuego y fruto, fuerza que discurre a través del tiempo: de la primavera, del verano,  otoño e invierno, en una secuencia sin fin. Alumbramiento del mundo cuando llega con una mirada que pone al mundo al revés, soñando lo perdido, recuperándolo para perderlo nuevamente, todo esto que significa muerte, origen y germen de todas las utopías del mundo: «Llegaste a mi vida / como el verano / en la mirada de un esquimal». Una cosa impacta de este libro: su intención totalizadora. El sueño de vivir poéticamente el mundo, la vida, la realidad. Aspiración agónica y por lo mismo utópica, que nunca acaba, que no se rinde, que por su imposibilidad pone rosas en la existencia, para resistir hasta la muerte.

 

Dina Emeteria Chávez Bellido, una evanescente imagen como la del poeta Carlos Oquendo de Amat, a quien hasta el peso de una flor lo rendía, es profesora de Castellano y Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Maestro en Ciencias de la Educación, Mención Lengua por la Universidad Enrique Guzmán y Valle. Alcanzó el Segundo Puesto en los Juegos Florales de la Facultad de Educación en 1986 de la UNMSM, así como una Gran Mención Honrosa en el Concurso Binacional de Poesía Argentina-Perú en homenaje a César Vallejo organizado por la Sociedad Argentina de Escritores de Buenos Aires. Es profesora en la Universidad Ricardo Palma.

 

 

 

MARCOS YAURI MONTERO

Premio Casa de las Américas

Poeta, novelista

  y docente de Historia

 en la Universidad Ricardo Palma.

 

 

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