lunes, 15 de marzo de 2021

JOAQUIN PHOENIX, "JOKER". Por SILVIA ORTIZ.



JOAQUIN PHOENIX, "JOKER". Por SILVIA ORTIZ.

 

Regreso de una transformación golpiza, una pesadumbre terrible de saberme quizás cómplice más de esa aturdida y compenetrada sociedad que nos consume, que nos destruye y es la historia de estos personajes rutinarios, el peatón vecino, el que asiste a la posterioridad de la oferta de un trabajo, el que sueña la “tinka” de un saberse oportuno en la labor, el que pasa, el que muda, el que atrae la mirada y ofrece laboriosidad de su talento. Cuantos “Guasones” se nos cruzan por la calle, cuantos más en las rejas de un volcán de olvidos, cuantos besos negados a los hijos, a los padres que de ancianos quedaron, en la salas de emergencia, cuantos durmieron en la espera y el féretro en la puerta, y en la ruina de valores frente al otro, un patrimonio negado, un matrimonio en riesgo, un embarazo frustrado, otro es el hijo de aborto, un accidente innegable de tránsito y los muertos como quedan frente al fiscal, que alegremente patrocina una libertad contumaz. Nos esperan quizás, agencias del estado putrefacto en su fango de verdades, la confesión en su viaje y el sacerdote hermano en su catedral negada, nos espera y nos ronda como sacrilegio elegido tanta pobreza en los ojos, tanta fanfarria en la boca y tantas veces podrida de caricias toda el alma entera, nos espera una burla y por siempre en marcha, del que no camina, del que no ostenta aquel título, y del que si lo porta, no hay que darle es muy “cholo”, esas son las apreciaciones que de diario percibimos, en las casas del arriendo, los trabajos sectoriales y casi ya los imperios subastando caderas sobornables en puestos que ofertan, y frente a un joven que aprisiona talento, su lengua, y su esfuerzo enorme que le sabe consecuente y la respuesta que intuye.  Los cirujanos en marcha, vende puestos y la curul de la oferta que le place, la desempleada o desempleado del que no es más el padre nuestro en mención, somos la carita inferior del rastrillo en que se ofertan los puestos, oídas y costumbres que ya infectan, infranqueables oficinas, visitantes de opresión, deterioro y de súplica aleatoria incomprensiva, a nosotros nos tiñeron de abarrotes toda el alma, y por eso hoy me deleita este escrito en que puedo y debo subrayar, quizás, lo destacado de este personaje en JOKER, la excelentísima interpretación de Joaquin Phoenix, necesitaríamos y exigiríamos proyectar muchas más preocupaciones con respecto a la salud mental, y esto no suena o sabe a demagogia, no es demagogia, ni paternalismo alguno el atender los menores y álgidos problemas que encierran nuestros pueblos, un mayor y preocupante trato a los visitantes comunes, un mayor y comprometido acto de servicio, la generosidad en su punto, una palabra y no la esquiva, inclusive desde las escuelas.   Los edificios macro-económicos, necesitamos otros personajes “Guasones”, y no como una mera y suscrita novela, urge y me sustrae del quehacer anecdotario, el llamarnos concurrentes impávidos de los Jokers asistentes a la feria cotidiana, y esta demoledora incertidumbre de llamarme todavía, si es que debo, la deudora que aturde gravemente el interior visitante, la fragilidad en su psiquis, tragedias irresistibles cada una, y si antes presumía de quizás mi humanidad a casi flote, quizás confesemos hoy nuestra negativa aceptación y qué construcciones maquiavélicas proyectaban nuestro entorno, quizás también confesemos que hemos abrazado dolores, de lejitos nomas, el parir de esta humanidad insensible, de este flagelo destructivo y consecuente de ascendente violencia, el suburbio de tus actos duele y cabe más en una piedra dormida, una de tantas piedras que lastiman los oídos. 


                                             Foto SILVIA ORTIZ desde Virginia EE. UU.


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