JOSE BELTRÁN PEÑA: CANTOS
LÍRICOS A LA PROGENITURA
Por WINSTON ORRILLO.
“Papá:
/ Tenía el padre un parecido grande con la bondad. La misma frente iguales
ademanes / Idéntica manera de moverse hacia los lados / Como distribuyéndose en
las cosas / Como soltando partes suyas para que las asieran las personas. // El
Padre y la bondad eran sosías.”
Alberto Hidalgo
“Mi
padre un zapatero: / Tenía un gran taller. Era parte del orbe. / Entre
cueros y sueños y gritos y zarpazos / él cantaba y cantaba o se ahogaba en la
vida. / Fue bueno, y yo lo supe a pesar
de las ruinas que alcancé a acariciar. Fue pobre como muchos…”
Pablo
Guevara
“A mi
padre lo veo: / A mi padre lo veo entre el escombro / de tanta y tanta vida
ya caduca. / Su rostro ya no tiene los arcanos/ que alguna vez mis ojos
divisaran. // Todo se está volviendo muy sencillo: / este claro lenguaje de mi
origen / y la risa rosada de mi madre. // ¡Qué lejos estuvimos y apretados / en
la misma morada, padre mío! // ¡Por todo lo que entonces no dijimos / hoy comenzó a cantar de esta manera.
Winston
Orrillo.
José Beltrán Peña.
Muchas
veces hemos conversado con José Beltrán Peña, autor de su nuevo libro PAPÁmor (Ediciones “Amantes del País”. 2019. Gaviota Azul Editores, de Víctor Ataucuri
García: imprimió su diligente hermano, Miguel. 132 pps.).
Muchas
veces hemos platicado acerca de la justa avalancha de textos líricos sobre la
madre, y de la escasez o rareza de los que se dedican a los padres, siendo,
como éstos son, igualmente, autores del crecimiento o bloqueo de los vástagos.
Pues
este encendido volumen trata de remediar aquesta situación, y tuvo como motivo
un severo aneurisma del que fuera víctima el padre del lirida, y a raíz del que
pasó varios meses en la Clínica Geriátrica “San
Isidro Salvador”, donde, desde el director hasta el último médico,
enfermero, funcionario u obrero, hicieron lo posible para que el progenitor de
nuestro proficuo poeta siguiera, como él lo escribe, “caminando en la tierra”,
(su mal lo tuvo desde el 22 de febrero de 2019, hasta el 10 de junio del mismo
año, día de su alta).
Todo
este rico poemario fue escrito mientras acompañaba Pepe Beltrán Peña a su
progenitor, y utilizó como soporte –llámese “escritorio”- aquello que emplea para ingerir, el enfermo, sus
alimentos. Asimismo, otros textos nacieron en la sala de espera, y, en las
noches, ·sentado en el muro del frontis
de la clínica- mientras se suicidaba cigarrillo tras cigarrillo. (Para variar,
asimismo, comía, “alguito”).
En
fin, este sui generis texto contiene
haikus, poemas y “comunicados”, dirigidos a la musa y colega Fanny Jem Wong, la
misma que los difundía entre los que inquirían por el temporalmente ausente
bardo.
Fanny,
igualmente, es la autora del documentado y necesario prólogo, y del regalo de
“Napoleón” un peluche que acompañara al enfermo, ya que “Richard” y “Valentín”,
sus mascotas reales, por obvias razones, no eran admitidas en el Centro
Geriátrico.
Este
poemario, pues, contiene una “historia recreada y poetizada” a raíz de la cual
la vida de nuestro hermano (menor) poeta mutara totalmente: entró al nosocomio
como Hijo con su Padre, acompañado de la
sirena de una ambulancia-“en una noche negra sin luna”, y salió como Padre con
su Papá, en un automóvil, en silencio, en “una mañana brillante con alegre
sol”. Y será hasta que Dios –felices los que creen en Él- disponga lo
contrario.
Fanny
Jem Wong, poeta y Magíster en Psicología es la que nos guía entre los meandros
de este volumen, que consta de Haikus (33), Poemas (45), Comunicados (A-L),
tres poemas finales y..Se cierra el telón.
Fanny Jem Wong.
En
efecto, como dice Fanny, no existe un
poemario –al menos en nuestro no muy vasto medio- donde el escenario sea un
centro de salud, lo que nos demuestra la versatilidad y originalidad de su
incansable autor, editor e irremplazable promotor cultural: allí está, entre
otras tareas, la creación de la Sociedad
Literaria Amantes del País, y sus codiciados Premios “Palabra en Libertad”.
“Libertad”
que, por cierto, no tiene nada que ver con el cuentazo, que, por ella, nos
quieren pasar, de contrabando, la derecha internacional, el neoliberalismo y
los miembros de las bandas criminales de aprofujimoristas y todo proveniente,
por cierto, de las guaridas del troglodita Trump, que, para salvarse del “impeachment” ha puesto al mundo al borde
del apocalipsis al ordenar –él mismo se jacta de ello- el asesinato del general
Qasen Soleimani, jefe de la guardia
revolucionaria islámica,,,
Finalmente,
Fanny añade que este texto es recomendable “no solo por su valor literario,
sino también por su valía a nivel terapéutico, humanístico y filosófico”. (Y
algo debe saber de todo esto, ella, Magíster en Psicología y poeta de cada vez
más depuradas creaciones.)
Pero
leamos lo que nos dice, entre poema y poema, ahora ya, por fin, el propio creador:
“Volveré a ser él mismo. / Yo creo que no voy a morir/
más bien va a morir la muerte/ porque siempre le falta vida.”
Aquí, pues, el bardo
nos da su mensaje esperanzado y esperanzador, incluso cuando escribe que, “Hasta en la muerte se aprende a vivir”.
Y
estamos, ya, en una de las más entrañables líneas dedicadas a su resurrecto
progenitor:
“Padre, por lo pronto guardaré todas las llaves de tu
casa, porque no tiene puertas las de tu
hermoso corazón…”
Solo nos queda decir
que poemarios como el presente deben ser un incentivo para que otros bardos nos
escriban sobre similares temas.
¡Que
los habrá, y muchos!
El día de la presentación de "PAPAMOR"
Fanny Jem Wong, José Beltrán Peña,
Celia Luz Flores y Román Alvarado Cano.
Con Elizabeth Frías.
Con Ofelia Alencastre.
Con Rocío Martinez Bustillos.
Con Blanca Arroyo.
Con Sandra Gonzáles Ortega.
Con Rocío Martinez Bustillos y Giovana Tarazona.
Con Pocha Becerra Alvarado.
Con Cecilia Vásquez.
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