sábado, 14 de septiembre de 2019

JOSÉ BELTRÁN PEÑA ESCRITOR CALEIDOSCÓPICO. Por WINSTON ORRILLO.




JOSÉ BELTRÁN PEÑA ESCRITOR CALEIDOSCÓPICO. Por WINSTON ORRILLO.

 “Amar, amar, amar, amar siempre, con todo / el ser y con la tierra y con el cielo / con lo claro del sol y lo oscuro del lodo: / Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.”
                                                              Rubén Darío

                                                                      
            A pesar de haber calificado de caleidoscópico al escritor-editor-antólogo  y  organizador cultural,  José Beltrán Peña, hemos escogido esta bellísima cita del Príncipe de la Poesía Española, el nicaragüense Rubén Darío, porque nos introduce a una de las laderas más esclarecidas y esclarecedoras, de la creación literaria de nuestro autor.





En efecto, dentro de la copiosa producción de JBP, el amor, en cada uno de sus textos, ocupa un lugar cimero.

Verbi gratia veamos en la obra de la que ahora nos deleitamos en leer: Dialogando con el Dinosaurio de Monterroso. (242 minificciones). Editor Gaviota Azul Editores:

“Lo importante del amor es crear nuevos recuerdos” (102).

“Le dijo que era el amor de su vida, y estaba dispuesta / a dar su corazón para que siga viviendo” (103).

“Cuando estuve enamorado  viajé por el más allá: / por todo tu ser”. (114)

 “Una lágrima tuya es una playa de tristeza” (115).

“Quedaron dos enamorados en encontrarse en un ángulo y / el amor se les convirtió en un problema de geometría.” (119).

“Apúrate que mi sombra se está derritiendo y no/ encontrarás nada de mí” (121).

“En una noche de Luna llena, del Universo se descolgó / una estrella. Y encontró la mujer de su vida.” (126).

“Él le dijo: Etcétera, etcétera, etcétera… / Ella le contestó: Ok, ok, ok. / La amante gritó: mmm, mmm, mmm.” (133).

“Un nuevo amor tanto lo rejuveneció, que / desaparecieron las canas de su corazón y / brotaron rosas de su primer amor.” (135).

“El odio subía por el ascensor, y el amor por las / escaleras. La carrera fue una sorpresa: ganó el segundo” (136).

Entre los muy válidos conceptos que ha despertado esta obra singular, destacamos el comentario de la doctora Martha Crosby Crosby. Ella escribe “Los cuentos de minificción de José Beltrán Peña, nos trasladan a una sublime expresión de abstracta pureza, donde le permite, al lector, ejercitar sus capacidades cognitivas, su bagaje cultural y su imaginación creativa para retomarlos en una lectura fina y evolucionada.”





Y en específico, sobre los minitextos, aquí van abreviadas, las palabras de una reconocida autoridad internacional en la materia, la Dra. Giovanna Minardi, Catedrática de la Universidad  de Palermo, en Italia:

No todos los textos hiperbreves son minicuentos; algunos se acercan a otras clases textuales…:el poema en prosa, la crónica periodística, la anotación, el aforismo, la boutade, la alegoría, etc.; una literatura sin fronteras, según palabras de Beltrán Peña, o quizá, mejor, de frontera, que cuestiona una visión conservadora, jerarquizada del centro, a favor de una concepción excéntrica , desestabilizadora de toda práctica cultural, podría verse la minificción  como un acto contestatario.”

Pero hay más, mucho más: JBP maneja relevantemente la ironía, el pensamiento filosófico, el humor negro: todo esto será el banquete del que usted podrá disponer, si ingresa al volumen que intentamos reseñar.

Remitirnos al curriculum vitae del autor sería necesitar no una sino varias columnas más, pues él –limeño-mazamorrero- es conocido como  poeta, narrador, investigador literario y (algo que nos falta  tanto) animador, promotor cultural.

En este rubro, ha fundado varias agrupaciones creativas, y la más importante, como una remembranza (u homenaje redivivo) es la Sociedad Literaria Amantes del País, con la que rinde, mes a mes, pleitesía a las personalidades creativas que sobresalen en nuestro medio.

No alcanza el espacio para reseñar las innúmeras condecoraciones y preseas que le han sido otorgadas por su incesante trabajo en la cultura, por la cultura, y  con la cultura creativas.  Diademas nacionales e internacionales que ha merecido su infatigable accionar como el promotor cultural más relevante, hoy por hoy.

Pero lo singular es que el ímprobo trabajo que cotidianamente desarrolla, no han menguado su producción creativa, incesante y caleidoscópica.



           El día que se presentó, "Dialogando con el Dinosaurio de Monterroso. (242 minificciones)", en el Club Social Miraflores (En la foto: Charo Arroyo, María Antonieta Tejada, Ricardo González Vigil, José Beltrán Peña y Fanny Jem Wong.


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