UNA SIMPLE VERDAD
A mi madre.
Madre, ya no mientas en el gran mercado de
la vida (zoociedad), manifestando a diestra y siniestra, que tu hijo es
perfecto, hermoso, inteligente, valiente, correcto, bueno, honrado, justiciero,
libertario, pacifista, triunfador, comprensivo, querendón e inmortal; a las
chismosas y a los metiches de los animales humanos, diles nada más, que tienes
un hijo que te ama.
hermoso
ResponderEliminarMuy bien Pepe. Finalmente allí está el asunto, el amor a tu mamá. Un abrazo para ella.
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