Pintura de Ever Arrascue del Comandante Tomás Borge.
NÍTIDO, INMENSO
Una nube de ternura nos envolvió como un abrazo al cumplirse el quinto
aniversario de tu partida. Hay quienes le dan nombres bonitos como
“tránsito a la inmortalidad”. Para mí es partida: porque estabas y ya no
estás, aunque yo te siga hablando como si estuvieras y hasta discuta
contigo, como hacíamos antes de ese día en el que nos dejaste sin
avisar.
Cinco años pesan, no fregués. Con decirte que los
mellizos ya se afeitan… Y tú sigues estando sin estar, en todas las
cosas que en tu nombre hacemos para seguir sintiéndote: nítido, inmenso.
Dice Gigi Varese que dejaste en el poder a Daniel y partiste, sereno, a
seguir combatiendo al imperio. Para mí que te hubieras podido quedar un
rato más a ver los logros de tu gobierno (en materia de seguridad
ciudadana, reducción de la pobreza, participación de las mujeres…) ¡que
para combatir al imperio nos tenías a tu lado junto al pueblo!
Estuve con los chicos, hace poco, en la bella ciudad donde naciste. El
alcalde nos acompañó a dejar un corazón de flores amarillas bajo una
escultura que te retrata de cuerpo entero junto a Carlos Fonseca. Tu
hijo Juan, que parecía una segunda escultura tuya por lo idéntico, leyó
tus versos:
El heroísmo,
las brasas,
los rayos del sol te pertenecen
(...)
Te acordás cuando te dije
Carlos, hermano.
Camila contó que no permitías ni por el diablo que te dieran la mano
para ayudarte a bajar de la tribuna. ¡Primero se cae el imperialismo!
-rugías encachimbado-, pero jamás te caíste. Víctor Prada, Yamile Caparó
y Lucero Páucar escenificaron tus poemas y yo canté las canciones que
compositores de distintos países han escrito inspirándose en tu obra
poética y tu ejemplo vital. Matagalpa, tu patria primera, recibió con el
corazón abierto y la sensibilidad a flor de piel al ejército de músicos
y locos creadores que te rindieron homenaje.
En estos días hemos
recibido retratos y poemas dedicados a tu memoria por artistas ilustres
y autores anónimos. Ever Arrascue te pintó congregando al arco iris,
Luis Morales Alonso te labró en hojalata, con tu bandera rojinegra y tus
ríos de leche y miel. Chayo, nuestra vicepresidenta, escribió una
hermosa semblanza de ti: te llama caleidoscopio: sorprendente guerrero,
singular conspirador, raro filósofo, amante empedernido, anárquico,
exuberante, indómito e ingobernable... Ya el poeta Coronel Urtecho había
dicho que eras el más multifacético de los hombres que había encontrado
en su vida.
Y eso es lo que refleja la muestra “ROSTROS DE
TOMÁS” que con tanto amor ha curado tu hija Camila. Más de ochenta fotos
tomadas de nuestro álbum familiar y del Archivo Barricada del Instituto
de Historia de Nicaragua y Centro América, reflejan el prisma que
fuiste: comandante, poeta, agitador, preso político, guerrillero,
diplomático, orador, periodista, ministro, héroe, dirigente y hombre,
marido y hombre, padre y más hombre[1]... Completan la muestra tus
objetos personales: tus uniformes, tu reloj, la gorra que te regaló
Fidel, tu pañoleta sandinista, los libros que escribiste, los diplomas y
medallas que te impusieron, las dedicatorias de los escritores que te
admiraron y los retratos que, de Guayasamín a Pérez de la Rocha, te
hicieran algunos de los más grandes artistas de Nuestramérica. La
muestra, que se exhibe contemporáneamente en el Palacio Nacional de la
Cultura y en el Teatro Municipal de Matagalpa, permanecerá abierta hasta
el 25 de mayo.
Para terminar, quiero contarte que fuimos a un
colegio que lleva tu nombre en Valles de Sandino. Una banda de paz (que
no de guerra!) nos recibió en medio de un estruendo de tambores y
algarabía, mientras un enjambre de chigüines de preescolar nos rodeaba
de amor. Una niña hermosa me abrazó muy seria y me aseguró: “Su novio
descansa en paz”. Los chicos de la secundaria recitaron los
premonitorios versos que le dedicaste a Daniel:
Los niños no serán especiales, solo únicos
(…)
El futuro viene, hermano,
se acerca despacio,
pero viene.
Una parejita bailó folklore en honor tuyo y cautivó a todo el mundo.
Los excelentes bailarines son alumnos de inclusión: ella tiene síndrome
de Down, él es sordo. Nadie lo notó, por cierto. O tal vez lo notó
Sebastián, nuestro hijo que tiene autismo y que ese día estuvo más feliz
que nunca.
Aquí estás Tomás, escribió Daniel. Y es cierto.
San Rafael del Sur, 5 de mayo, 2017.
[1] César Vallejo, “Pedro Rojas” en España, aparta de mí este cáliz.
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