VERANO
(Un
poema de dos tiempos)
La
playa
donde
las serpenteantes
burbujas
del mar
se
alejan,
y cada
grano
que
ayer fue piedra
llora
en silencio
la
vacuidad insólita
de
este nuevo hogar.
Juntos
abrazados,
hibernamos
en la arena
donde
termina
y
comienza la vida.
La
naturaleza despiadada
salva
a los más fuertes.
No
hay afectos
no
hay lazos
que
nos mantenga
en
este lugar,
sólo
instinto,
sentido
común.
El
verano siguiente,
encontraran
nuestros huesos
calcinados por el sol,
junto
a árboles curtidos
por la
sal
y el
viento.
BELLO
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