HUGO NIKOLAS KALASHNIKOV
PARADOJA DE LA TRAICION
El síndrome del fugitivo
Círculo de cuchillos
que arañan tu lumbar.
YO latigueo hasta dejar estrías en las caras de los simios.
He roto las piernas izquierdas
de encadenados y de negros
He roto los brazos izquierdos
de batracios y de becerros.
Las carnes ya no borran el acné
de tus mejillas y de tu frente rayada,
se te cayeron los cuatro ojos
dentro de las visiones esclavas.
Ya estando arruinado,
las malas vibras consecutivamente pasan
frente a tu mirada llena de sangre.
Es la adicción que celosa te mata.
Escupe sus plaquetas
es el fin de los pulmones.
Quien introduce la espada en tu vientre
termina con el feto sin ilusiones.
Quita la palabra / desprecio el saludo
tristísimo hasta las entrañas
podría colgarme del cuello con un intestino
y cortar las cabezas de los ángeles con la guadaña.
de encadenados y de negros
He roto los brazos izquierdos
de batracios y de becerros.
Las carnes ya no borran el acné
de tus mejillas y de tu frente rayada,
se te cayeron los cuatro ojos
dentro de las visiones esclavas.
Ya estando arruinado,
las malas vibras consecutivamente pasan
frente a tu mirada llena de sangre.
Es la adicción que celosa te mata.
Escupe sus plaquetas
es el fin de los pulmones.
Quien introduce la espada en tu vientre
termina con el feto sin ilusiones.
Quita la palabra / desprecio el saludo
tristísimo hasta las entrañas
podría colgarme del cuello con un intestino
y cortar las cabezas de los ángeles con la guadaña.
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