ASUNTA
El pimpante ermitaño
me invitó a los honores,
rauda preparé mis loores,
de primores como antaño.
Corría feliz apurada
al llamamiento pactado
allí estaría mi amado
me sentiría encubrada,
todo aconteció, tal cual
arpas, cítaras y liras,
¡las escuchas y suspiras!
Ritmos, melodías sin igual.
¡Confitura acurrucada!
¡Conquistada! ¡Seducida!
¡Prendada y fascinada!
¡Simplemente enamorada!
No hay comentarios:
Publicar un comentario