POEMA
He descubierto que todos mis huesos son ajenos,
tal vez los he robado de otros cuerpos.
Y lo que es peor:
Todo lo que tengo le pertenece a otro.
Mi vida, por ejemplo, se levanta
justo en el lugar exacto donde otro muere.
A veces despierto y hasta mis ojos
abrazan lágrimas de un dolor desconocido.
¿A qué otro latido le falta mi corazón?
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