Charo Arroyo.
TANIA TEMOCHE
A CHARO ARROYO
CHARO,
antes de llegar a Lima
Pensaba
en el abrigado celeste
Del
cielo cajamarquino
Ese que
tus ojos invitan al recuerdo
Al
racimo solidario de la acacia
Alado y
laberinto de tus cabellos
En cada
despertar renuevas tus sueños
A pesar
de los inviernos sombríos
Nos
alimentamos del rocío del alba
Hablamos
con los pájaros
Celebramos
la brevedad de las mariposas
Cantante
con cuerdas de violín
Dragón
lacerante frente a la injusticia
Terca
defensora de los débiles y cristales empañados
No
vuelas por caminos intermedios
Tu
andar pasos de espumas y cascos
De
piedra en flor contra la resignación
Te
haces llamar la brujis de leche y
miel
Fragancia
de magnolias y hierbabuena
Debajo
de estas plantas está el germen
de la
buena palabra infatigable
y
quizás el misterio de tus haikus
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