Rodolfo Sánchez Garrafa (Apurímac 1945). Poeta,
antropólogo por la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cuzco, magíster en
antropología por la Pontificia Universidad Católica del Perú, doctor en
Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En 1961
recibió primer premio y diploma del Club de Leones como ganador del Concurso
Literario Interescolar en Homenaje al Día de la Madre. Ha sido becario del
Gobierno Español en el INCIE de Madrid y Visitante del British Council en
Londres. Representó al Perú en la Conferencia Mundial "Educación para
Todos" de Jomtien-Tailandia. Se le ha distinguido como "Amauta del
Perú Eterno" por la Asociación "Capulí, Vallejo y su Tierra".
Recibió Mención Especial de la Casa de Poetas de São José do Norte-Brasil 2014.
El Gobierno Regional de Apurímac le ha conferido la distinción al trabajo
intelectual «José María Arguedas 2015». Ha hecho docencia en la Unidad de Post
Grado de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNMSM. .Es consultor de la
Revista Intercultural Aymara Quechua “AQ“, miembro del Comité Editorial de
"Revista Andina" (CBC). Miembro fundador del Círculo Andino de
Cultura-CIRCULANDINO. Tiene publicados nueve libros de poesía: Por las calles del Sol (1995, 2012), Iris de los Sueños (2012), Paralelo 70 (2013), Séptima Columna (2013), Al di
là (2014), Helio-tropos (2014), El hombre retirado (2016), Toda una vida (2016) y Desde el Morro Solar (2017). Poemas
suyos aparecen en diversas antologías y muestras, entre ellas La Tortuga
Ecuestre Nº 376-2018, Alhucema Nº 37 (Granada 2017), La serenidad de los días
(Ángeles del Papel, 2017), La Manzana Mordida Nº 115-2017), Esta fugacidad todo
mi reino (Colectivo Macondo, Horizonte 2016), Antología Mundial 20,00 Poetas
del editor Fernando Sabido (España 2016), Sínfonía Lírica (Vicio perpétuo 2014,
Antología Literaria Internacional (Casa del Poeta Brasileiro-POEBRAS, 2014),
Selecciones varias de la Sociedad Peruana de Poetas-SPP que preside Martha
Crosby, Selecciones varias publicadas por la Sociedad Literaria Amantes del
País presidida por José Beltrán Peña (Gaviota Azul Editores & Ediciones Amantes
del País). Su poesía es difundida ampliamente en el Sitio Web EL DRAMA DE ALY
(Ideas y creaciones digitales, arte visual).
Entre sus libros más notables en
materia antropológica, cabe mencionar: Muerte
y mundo subterráneo en los Andes (Bisonte 2017), Apus de los Cuatro Suyus (IEP/ CBC 2014), Cosmos Moche. (Edición Español-Inglés, Museo Andrés del Castillo
2012), Medicina Tradicional Andina.
Planteamientos y aproximaciones (Co-editor, CBC/CMA 2009), Wakas y apus de Pamparaqay, Estructuras
simbólicas en la tradición oral de Grau-Apurímac (Optimice 1999). Dinámica de grupos en la ejecución del
Diagnóstico Situacional de NEC (INIDE 1977), Amaru: Mito y realidad del hombre (P. L. Villanueva 1970). A esta
producción se suma una larga lista de informes y artículos en revistas
especializadas.
Dirige Poesía desde el
fondo.blogspot; Markapacha.blogspot y Markapacha.com, en la idea de promover
formas que hagan posible construir un mundo solidario y sin exclusiones.
AUTOBIOGRAFÍA
DE RODOLFO SÁNCHEZ GARRAFA
Nací en Vilcabamba (Apurímac), un valle interandino del
sur peruano. Soy antropólogo formado en la Universidad Nacional San Antonio
Abad del Cuzco, magister en antropología por la Pontificia Universidad Católica
del Perú y doctorado en ciencias sociales por la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos de Lima. Como investigador social, hace ya buenos años, he enfocado
mi interés en antropología simbólica, pensamiento andino y tradición oral.
Viví en la Ciudad del Cuzco desde los cuatro hasta los
veinticinco años. Hice la primaria en el Colegio La Salle conducido por los
hermanos de las escuelas cristianas F. S. C., quienes en la década del 50
desarrollaban una educación con criterios avanzados que enfatizaban la
afirmación de espíritus competitivos con habilidades para el liderazgo y el
desempeño social. Puede decirse que recibí una educación esmerada,
sobresaliente en lectoescritura, corrección gramatical, elocución, composición
y, desde luego, valores cristianos. Mi vida experimentó un giro considerable en
la secundaria, que es cuando pasé al Colegio Nacional de Ciencias, fundado por
el Libertador Simón Bolívar, un centro democrático y crisol de todas las
sangres; sin esta experiencia, no habría quizá levantado los fuertes cimientos
de la identidad que me acompaña por toda la vida. Mi generación expresa una
composición social mayoritaria, aspirante, confiada en los recursos que provee
la educación para el futuro, que aspira al desarrollo y vive la urbanidad sin
perder de vista la realidad del mundo rural ni la historia continental profunda
de milenarias raíces prehispánicas.
El Prof. Aníbal Peralta me enseñó autores selectos en la
secundaria y consolidó mi afición por la lectura. El Prof. Lizardo Pérez
Araníbar admiraba mis escritos, me los hacía leer y grababa mis lecturas, me
animó a declamar en público a grandes poetas. Llegado a la universidad, mi
maestro el Dr. Antonio Astete Abrill leyó mis manuscritos poéticos y me dio el
consejo tal vez más decisivo para escribir como ahora lo hago. En términos
intelectuales mis maestros Moisés Tello Palomino, Carlos Ferdinand Cuadros
Villena, Daniel E. Castillo M., Oscar Núñez del Prado, fueron mis referentes
ideales. He apreciado la amistad y orientación de grandes hombres como José
Carlos Fajardo, Gerardo Ayzanoa, Jürgen Golte. Hay personas a las que he amado
y he sido correspondido. A mis compañeros de camino no los nombro aquí, pero
los llevo en el corazón y cada uno es sujeto de una historia aparte.
Aunque mi afición por escribir creativamente viene desde
la infancia, mi valoración de la poesía, como arte accesible, es de los años de
adolescencia en adelante. Como todos los jóvenes de mi época, me familiaricé
con la lírica del Siglo de Oro español, pero gusté mucho los romances de
origen. Poco después, el romanticismo de Bécquer y luego el modernismo con
Rubén Darío en la cumbre, por el preciosismo de su lenguaje y la musicalidad de
sus rimas, terminaron por cautivarme. Mis primeras lecturas poéticas incluyen a
Amado Nervo, Espronceda, García Lorca. La contemporaneidad tiene para mí el
signo magistral de Neruda, cuyos caminos expresivos dominan la escena poética
de su tiempo; después de él encuentro calideces particulares y profundas en
diversas tiendas: Washington Delgado, José Watanabe, Giovanna Pollarolo y Juan
Carlos Lázaro de Perú, Enrique Lihn de Chile, Robinson Quintero y Piedad
Bonnett de Colombia, por ejemplo.
Pese a ser autor de libros antropológicos, pienso que
quien no haya leído mi producción poética no me conoce a cabalidad. Tengo nueve
poemarios publicados, el más reciente lo he dedicado a Chorrillos que es el
distrito limeño donde resido hace más de cuarenta años. Al publicar poesía me
brindo a los demás sin reservas. Siento a la poesía como lo más próximo al
pensamiento filosófico e incluso metafísico. Creo que el tránsito del elitismo
y del academicismo a una expresión más dialogante con una realidad heterogénea,
pluricultural y globalizada, es la nota saltante en la poética de este tiempo.
He dado amplias vueltas por mi patria y por el mundo. Veo
la vida como un viaje y procuro alcanzar cada vez más una mirada de conjunto
sobre ese trayecto.
COMENTARIOS SOBRE SU OBRA POÉTICA
Mi
presencia será vicaria (o virtual como se dice ahora) pero te felicito y me
alegro por esa "Palabra en Libertad" que recibirás (aunque tu palabra
siempre ha estado sometida, a la belleza en poesía y a la realidad en
antropología).
Antonio
Cillóniz De La Guerra
Según Octavio Paz, para Baudelaire lo moderno es el ámbito
de lo privado y una cierta melancolía por el asunto de vivir. Esta parece ser
la consigna que alumbra Iris de los
sueños del poeta Rodolfo Sánchez Garrafa. Un mundo en el que prima la
subjetividad y la belleza interior. Sus temas son los de la poesía universal:
el amor, el devenir del tiempo, la condición del ser finito bajo las estrellas
infinitas. Ceremonia y huella del acontecer: los cambios permanentes, la visión
del anhelo en su profundidad y proyección iridiscente nos convocan entre los
versos de Sánchez Garrafa. Su antropología poética conoce muy bien los
designios de nuestra especie y cultura, sus altos planeos y sus hondas
depresiones; pero el poeta gana la partida y a la manera de los trovadores
provenzales –inicio de la poesía en el Occidente moderno– canta y eleva a la
musa: la mujer, verdadera destinataria y origen de todos nuestros sueños.
Roger
Santiváñez
Aquí la poesía recorre los recovecos más diversos de la humanidad, respira la música del tiempo
absoluto, exalta la luz solar en la cuenca de los ojos de nuestra
contemporaneidad, aún en las más diversos peripecias humanas donde
ausculta lo infinito: esa sombra del
quid divinum, que viene desde la tradición clásica, brilla;
el poeta Rodolfo Sánchez Garrafa sabe hacer brillar lo opaco de las
cosas, ponerle transparencia a lo
oscuro, explicar la aurora a la finalidad de la vida. El portus del siglo de las luces no se ha
cerrado todavía.
Armando
Arteaga
El ímpetu, la savia de la vida, la sensualidad, ese sueño
de infinito que tiene el ser humano, de alumbrar en la noche y en el otoño,
entre las sombras del bosque, a la luz del crepúsculo, animan estos versos como
expresión de vitalidad. Qué más aliento nos podría brindar la poesía si no es
la vida, la vida misma, con sus emociones, su sed de cada día, la mano que
reclama el pan, el corazón que alimenta un sueño nuevo. La poesía debe conmover
y la poesía de Rodolfo conmueve.
Lo alimenta su infancia, el mundo natural, como un rumor que
no lo ha dejado ni un solo día, una libélula, una abeja, un río, dando vueltas
ahí, en el alma. Pero también los otros, los intimistas, como ese gran poema
que es Nos Feratu, cada noche me desprendo, una emoción que se queda.
Omar Aramayo
Rodolfo Sánchez Garrafa es uno de los poetas más
prolíficos de los últimos años, ese entusiasmo por escribir y comunicar, por
pelear consigo mismo y participarnos de aquel duelo, nos revela a un escritor
en éxtasis, a un hombre que vive gracias al asombro, a la admiración que lo
conduce al estremecimiento, en términos de Jaspers; a un poeta que para fabular
recurre a la sorpresa, a su experiencia de vida.
Lo importante es que no se repite. Cada libro es distinto
al anterior, su registro ha ido consolidándose al punto que identificamos la
música, el estilo y eso lo ubica en un lugar expectante porque sus lectores
estamos atentos a su producción.
Harold Alva
Temas amorosos se mezclan con sentimientos de nostalgia en
el quinto libro que Rodolfo Sánchez Garrafa nos presenta (Al di là). Sus versos
son quietos y contemplativos en algunas ocasiones, en otras se vuelven casi un
juego de palabras. La escritura como ejercicio expresivo le sirve para
manifestar preocupaciones y encuentros imaginarios con la muerte, así como con
amores pasados e incluso con chicas que solo se hallan en su pluma e
imaginación. Sánchez Garrafa mezcla episodios de su cotidianidad con vuelos
mentales de diversa factura, por momentos refleja ingenuidad que contrasta con
otros textos colindantes a lo visceral. El libro se cierra con un poema largo
en el que se revela una suerte de auto-concepto, una posición frente a la vida
o quizá solo sea una confesión sincera, y es lo verdadero, lo auténtico, lo
genuino, el primer rasgo que nos encamina al intento de llegar a la siempre
alta poesía.
Karina
Valcárcel
El permanente oficio
de escribir caminando, de mirar más allá del horizonte y confundirse con la
lluvia, ha convertido al poeta en un brujo capaz de bailar en medio del fuego.
Este hecho maravilloso le permite, a la vez, hablar desde la cumbre del morro,
danzar a orillas del mar, y establecer su propia taypi qala (piedra del centro); es decir, el eje de una biografía
literaria cuya tradición viene desde el Tiahuanaco y la explosión del volcán Huayna
Putina. En otras palabras, el zorro del que habla Rodolfo Sánchez Garrafa es el
poeta que escribe el libro.
¿Cómo ha podido
mantener su identidad andina y raíces culturales frente al mar de Chorrillos y
a las mareas de la vida? La respuesta puede ser, el poeta escribe como
antropólogo y el antropólogo registra el mundo como poeta. Se trata de dos
universos que se contraponen solo en apariencia, dada la complementación
conseguida entre el uso de instrumentos racionales para describir y analizar
determinada realidad social, al par de recurrir a la poesía para expresar un
universo lleno de magia, imaginación y ficción. De modo que si Rodolfo Sánchez
no escribiera poesía, seguramente enloquecería frente a la alucinante y
dolorosa realidad.
José Luis Ayala
Respecto de tu carta, la guardaré como se guardan las
palabras de un hombre sabio, para esos momentos, tú sabes, en que sucede un
inesperado alfilerazo, en que llega como un eco la voz de alguien que fue
alguien, el olor de alguien, la sensación de la piel de alguien que habitó
nuestras manos con tersura y esplendor. Tanta historia, una higuera, una pared
amarilla.
Luis La Hoz
Rodolfo Sánchez Garrafa es un hombre vital, lejano aún de
cruzar el umbral. Sin embargo, sus reflexiones anticipadas, tiran luces sobre
un sendero que es oscuro y que normalmente nos incomoda iluminar. Helio-Tropos nos lleva de la mano por lo
que es natural en el ser vivo, temor, horror, aceptación, resignación al olvido
que conlleva el tránsito a lo que no sabemos. Pero nos da también herramientas
para tomar este paso con naturalidad, con coraje, y por qué no decirlo, hasta
con cierta excesiva seguridad: “Al escribir me desprendo de partes de mi ser”.
Solo desgajando las capas de ego del ser, puede uno enfrentar lo desconocido sin
temor. Sánchez Garrafa nos dice que se puede, que es parte de la necesidad que
implica ser, existir.
Iván Loyola
Velarde
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Hoy,
jueves 26 de abril del año 2018, habiendo sido ratificado y evaluado la
importante obra creativa literaria como poeta, y por su desempeño ejemplar como
antropólogo, e investigador social, RODOLFO
SÁNCHEZ GARRAFA, la Sociedad
Literaria Amantes del País (Perú), le otorga el Premio / Medalla “Palabra
en Libertad”.
MERECIDO HOMENAJE
ResponderEliminarMuchas felicitaciones por tu enorme contribución a la antropología simbólica y poemas patrios de profundo amor por la tierra de los Wamanis, apus y ancestros.
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