Buenas noches amigas, amigos.
Nuevamente reunidos
gracias a nuestro amigo José Beltrán Peña, quien toma muy en serio su vocación, y en
formal actitud de desafío y sincera amistad nos
invita año a año, reúne nuestros poemas,
nuestros escritos, uniéndolos como eslabones en dilectas estaciones compartidas. Nos regala el privilegio de hacernos sentir
poetas.
Esta noche es la última
presentación de un año que se va quedando con el antecedente y circunstancia
de que no hemos caído en el vacío, que
las páginas no han quedado en blanco, que hemos puesto nuestro mejor esfuerzo, voluntad y con el mismo empeño vamos a continuar creyendo que el mundo
está lleno de metáforas, que podemos
atraparlas, descifrarlas e ir construyendo uno paralelo en el cual nos imbuimos madurando en la palabra.
Henos
aquí, en ferviente vocación, y con
un propósito establecido en el cual nos
aunamos a través de un mensaje universal sin fronteras. Henos aquí encendidos,
recobrados. Entre un idioma que fluye,
nos purifica.
Demos gracias
también al señor Juan Pedro Carcelén, al Club Social Miraflores por abrir sus puertas y
creer siempre en la
poesía.
Atala Matellini
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