DOS POEMAS PSIQUIÁTRICOS. Por WINSTON ORRILLO.
¡QUIÉN NO HA TENIDO UN LOCO EN LA FAMILIA? (*)
¡Quién no has tenido un loco en la familia?
Pues bien, pero en mi caso no sólo uno.
Por la rama materna, lo recuerdo,
Más de una vez yo vi despatarrarse
A mis tías, cual viejos arbolillos.
Entre gritos y lágrimas histéricas
Mi juventud rasgó sus vestiduras.
¡Pobre de mí que el coro del insomnio
Soporté, de continuo y resignado!
(Aunque papá no quiso confesarlo:
Yo descubrí, de modo involuntario,
Que en su sangre también alimentaba
Sus poderosas fauces, la locura).
Y luego fue el completo paraíso:
A mi mujer los dedos de la mano
No le alcanzan para reconocerlos:
¡En su familia abundan los orates!
Su casa es un vergel, un manicomio:
Y yo me encuentro allí entre los míos.
Rio, canto, maldigo a las estrellas
Y dialogo a la vez con mis parientes.
EL LOCO DEL PUEBLO (**)
Pasa el loco del pueblo masticando
No se sabe qué idioma desvelado.
Allá va, como siempre, el buen amigo:
Ternísimo y vestido o desvestido.
Las calles y las plazas lo conocen
Tanto como a los pájaros viajeros.
El loco, saludando a todo el mundo,
Y sonriendo al ladrido de la noche.
Nadie sabe su origen ni su nombre:
De pronto apareció ante nosotros,
Como un árbol antiguo y agobiado.
Hoy es parte del aire, de paisaje.
Su voz es, para mí, como el vejamen
Que esta tierra me ofrece cada día.
WINSTON ORRILLO
(*) A Teresa Ruiz Rosas, cuya excelente y reciente novela, Estación Delirio, contiene incitantes páginas psiquiátricas.
(**) Al Dr. Pedro García Toledo, psiquiatra que me rescatara de una recurrente depresión.
-------------------.
La Calera, Lima, 34. Perú.
Abril, 28 de 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario