POEMAS A LA MADRE DE WINSTON ORRILLO
MADRE (1975)
Tu imagen amoblada
De palomas
Me viene cada tarde
Ya sin tiempo.
Por roquedales
Fue la vida mía
Mas siempre a mi costado
Tus canciones: la tu voz
De solsticio de verano
El almácigo amor que repartías
Y la vihuela azul de tus caricias
(aunque yo fuera réprobo
A menudo).
Madre, ¡cuánto hospital
En tantos meses!
Y cómo fue la muerte
Nuestro fleco
Y le hicimos adiós
Juntos entrambos.
Pues nuestro amor
Bisagra fue
De manantiales:
De la fuente
Lustral de vida eterna.
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A MI MADRE (IN MEMÓRIAM)
Como un ángel dormido
Se me murió mi madre.
Ya vive en ese cielo
Que inventan los poetas:
¡Sus hijos naturales!
Ya escudriña corolas
Caléndulas azahares.
Ya es pura que ella era
Sin tregua y coruscante.
Es mentira que ha vuelto
A la tierra especiosa:
Ella es fruta celeste
Y virgen nacarada.
Ante sí las campanas
Del día suenan fiesta.
Y es frutal su sonrisa
De nívea caracola.
Mi madre es carabela
Y yo la travesía de mi vida
La he hecho a bordo
De sus sueños:
Melados y fulmíneos.
Hoy yo, febricitante,
la veo transmigrarse
¿En qué galaxia ingrávil
Tú moras, madre mía?
Y ¡qué compartimento
Del Empíreo está presto
Para que lo decores!
Prendo los candelabros
Del cielo, amada
Estrella; y ya no habrá penumbra
A tu paso de cántaro,
de aldaba y atalaya
.
¡Madre, sólo tú sabes
Cómo
matar la muerte!
La Calera, Lima, Perú, 29 de octubre de 2003
Winston Orrillo
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