lunes, 30 de marzo de 2020

OSVALDO DE RIVERO: NUEVA PANDEMIA COLAPSO DEL MACHISMO Y DENUNCIA DE LA TESTOSTERONA Por WINSTON ORRILLO.





                                                             WINSTON ORRILLO.






OSVALDO DE RIVERO: NUEVA PANDEMIA COLAPSO DEL MACHISMO Y DENUNCIA DE LA TESTOSTERONA

Por WINSTON ORRILLO.



  “La verdad es que El día que el machismo colapsó, no está desconectada de mi experiencia diplomática, porque en los últimos años de mi carrera, como Embajador Representante del Perú ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, estuve involucrado en las infernales guerras civiles de Liberia, Sierra Leona, Somalia, Darfur y el Congo. En todas ellas la atrocidad más constante tenía que ver con el dominio de la testosterona. En todos estos conflictos eran comunes las violaciones de las mujeres, muchas veces seguidas de su muerte. Y cuando esto no pasaba, las mujeres sobrevivientes y sus niños, se convertían en parias que deambulaban en los campos de refugiados…Cuando pregunté a las organizaciones humanitarias por qué, la violación es la atrocidad más frecuente en los conflictos armados, la respuesta era siempre la misma: `para combatir se necesita testosterona y el combate armado produce más testosterona, y en un mundo así, no hay seguridad sexual para la mujeres´
                                                                                              O. de R.
                                                                      


Lo conocí hace más de medio siglo, en los añosos corredores del Palacio de Torre Tagle, donde el suscrito anduvo de pasada, luego de trabajar con el entonces canciller, el histórico maestro impertérrito, Raúl Porras Barrenechea (el que paradigmáticamente se negara a las órdenes norteamericanas de expulsar a Cuba del Sistema Interamericano: “Con OEA o sin OEA ganaremos la pelea”, respondieron los hijos de Martí…y ganaron y su ejemplo sigue iluminando a la especie humana…)

Ovy, como todos llamábamos a Oswaldo de Rivero, hizo una carrera fulgurante, y ha servido como Embajador en Londres, Ginebra, USA y Moscú, donde tuve un breve encuentro con él, pues el suscrito había concurrido a un Congreso Mundial de Escritores y Artistas, eventos en los que los hijos de Lenin eran consumados artífices (allí me tocó sentarme –no envidiar, por favor- al lado de Sofía Loren…)
Miembro del Instituto de Estudios Estratégicos de Londres y profesor de la Academia Diplomática del Perú, luego de sus estudios de post-grado en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra, ahora, como embajador en retiro, y para cumplir con sus ideales, vive en una isla de Bald Head Island, frente a la costa de Carolina del Norte, todo un santuario ecológico y donde contribuye en un proyecto de vida sin emisiones de CO2, para nuestro siglo.
Mientras tanto, con viva ansiedad, leemos sus reveladoras joyas periodísticas (no podría hacerlo en otra parte), que publica regularmente en estas páginas, las mismas que nos orientan en medio de los vericuetos anfractuosos del acontecer actual.

Y, de pronto, nos sorprende con esta novela, El día que el machismo colapsó, segunda edición octubre 2018, publicada por TAREA ASOCIACIÓN GRÁFICA EDUCATIVA. La primera edición apareció con el significativo título de La isla de Príapo (aunque el epígrafe del texto actual, atribuido a Magnus Boler, uno de los areopagitas, Erectus, ergo sum, también podría haber sido un título de polendas, pero quizá para otro público).

Pues, la novela que tenemos entre manos, hay que leerla de corrido, porque el autor hace gala de un humor sutil, desmitificador, y devendrá, verbi gratia, en manjar para las polémicas feministas, con sus críticas a  la “sociedad falocrática” y numerosos manifiestos y congresos y sociedades destinadas a cambiar este mundo ahíto de injusticias machistas, cuyo colapso, de varias maneras se va anunciando, en medio de un humor negro que envuelve a los personajes –líderes internacionales- y los avatares y creaciones imaginarias del autor como la “súpersalmonela” que destruye la erección y “vuelve estúpidos y ociosos a los espermatozoides y tras tres meses los mataba, impidiendo así toda posibilidad de reproducción humana” …pero junto a todo esto: y se puede comprobar ahora mismo,  se mantiene la rivalidad con los soviéticos y la búsqueda de una vacuna para inmunizar a la elite masculina del Partido para que esta dirigencia –tras el holocausto eréctil global- emergiera vencedora como el único grupo masculino eréctil-reproductivo del mundo y liderara así a toda la humanidad hacia el paraíso comunista…

En fin, hay mucho de humor negro y lo personajes son caricaturas muy bien delineadas, en especial cuando, v.gr. crea un sexo jocandi, amén de otras imaginaciones que no dejan de darnos verdaderos cuadros que apuntan hacia un “pacto ético planetario” y la profusión de hormonas como la oxitoxina y la vasopresina, y a una exudación notable de feromonas…y la sui generis explicación del enamoramiento pre pandémico…producto de tres funciones bioquímicas ordenadas por el cerebro, que conducen a “una impotencia global exclusiva del miembro viril humano en todos los rincones de la tierra…en fin (¡qué coincidencia con el término, pero esto no es raro en la creación literaria). Se trata, pues, de una pandemia de… disfunción eréctil.

Pero mejor devoremos las 214 páginas de esta novela que, seguro, para usted, como para este cronista, serán inolvidables.

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