Amigas y amigos, muy buenas noches.
Hola querido Daniel, un abrazo.
Público del bello y pujante distrito limeño de Puente
Piedra, reciban mis saludos.
La verdad que estaba todo preparado para estar hoy día
con ustedes, pero lamentablemente en un segundo la vida te puede cambiar y tus
planes pueden derrumbarse o enaltecerse, en mi caso -en estos momentos-, es lo
primero de índole estrictamente familiar, es por ello, que quien lee mis
palabras es mi dilecto amigo y colega, el gran escritor de literatura infantil,
Miguel Ataucuri García, Premiado por la editorial española SM, diciendo esto
quiero disculparme contigo querido Daniel por mi ausencia física pero no te
abandono.
En esta segunda década del siglo XXI, he llegado a conocer
a mucha gente con sueños, ilusiones y desconfianzas pues decían que amaban y
habían nacido para ser poetas, brindaban, juergeaban, creían ser malditos,
iconoclastas, etcétera, ya sea hombre o mujer o modernos fifty fifty, considerándose
el nuevo Arthur Rimboud o la nueva Sylvia Plath, pero han pasado muchos tiempos
y una buena proporción de ellos han sido consumidos y apresados por las reglas
de la sociedad, la familia o la vida misma en sobrevivencia o dejadez o ser
feliz en otros rubros profesionales. Pero han habido otros, muy pocos, quienes
luchando con sus demonios interiores y exteriores han iniciado un camino expectante
y emocionante con el trabajo con la palabra; uno de ellos es mi amigo y colega de
la palabra en libertad, Daniel Díaz Escurra, quien en esta primaveral y mágica
noche nos presenta con mucha emoción compartida su tercer poemario titulado,
Haden, bajo el sello de Gaviota Azul Editores y los auspicios benditos de la Sociedad Literaria Amantes del País.
Antes de proseguir en mi intento de tratar de descifrar y
comentar algo válido del poemario de Daniel, quiero hacer llegar públicamente mi
saludo a la destacada poeta y recordada amiga, Verónica Morante Rossel, de
quien espero leer muy pronto un poemario. Dilecto público, por favor, les pido
un aplauso para ella.
Sigamos, desde el título del poemario, Haden, podemos comprobar el talento de Daniel para colocar o inventar títulos, es como César
Vallejo puso a uno de sus poemarios, Trilce, un maravilloso neologismo. Y en
verdad ese talento y alta sensibilidad para la poesía, lo ha demostrado
anteriormente con sus poemarios, Garúas de verano, en el año 2012, y con, En XX days, en el
2013.
En esta noche poética con tufillos de una tercera guerra
mundial y la amenaza en el Perú de la Corriente del Niño, quiero manifestar en
la Municipalidad de Puente Piedra, que
el Grupo de poesía, “Ératos y sus 4 vientos”, es uno de los mejores grupos
literarios afincados en Lima, el cual aparte de Daniel está conformado por
especiales poetas de kilates como Henry Homero y Lucho Padilla, a este último
se le espera la publicación de su poemario. Es un grupo que además del trabajo
personal de sus miembros con la palabra también hacen trabajo de difusión y
promoción cultural para beneplácito y en beneficio de sus vecinos.
Ahora nuestro poeta Daniel, nos presenta su poemario Haden,
del cual, trataré de manifestar algo importante para comprenderlo, analizarlo y
tener una mejor lectura a solas, de parte del lector. Si bien es cierto que
nuestro poeta aduce informativamente que los poemas datan desde hace 10 años
atrás, para mí no tiene relativa importancia puesto que en el arte los poemas
son atemporales y se defienden solos como una sagrada maldición.
Definitivamente nuestro poeta Daniel Díaz Escurra, es un
poeta del amor, y por favor cuando digo amor no es solamente en el plano sexual
o erótico, sino que va más allá, trascendiéndolo en todas sus facetas, luces y oscuridades,
como por ejemplo, el amor más allá de la propia vida mundana y pasajera, o sea
el amor en la muerte y con la muerte (existencial, religioso, artístico,
social, familiar, personal), leamos:
Es un poeta nato puesto que los auténticos son inconformistas
con el mundo y el tiempo que pisan, con los que les toca vivir y están rodeados, en donde no se escapa su
propia poética de inconformismo:
“Por eso soy el grito sin voz / el amor sin
recuerdos. / Debí estar frente al mar / ser arena / ser gaviota / pero no el
que escriba esto. (SIN VOZ)
Y sabe que su mundo, y su voz de recreación verídica no
va a ser atendido por una mayoría de sus congéneres y no solamente por los estereotipos
y las ausencias que han dado y brindan la gente común y corriente al artista sino
porque en la vida practica en estos tiempos, a nadie le importa nadie ni nada,
menos aún a las nuevas generaciones robotizadas, alienadas y marketeras:
“Me quedo hasta la madrugada / escuchando gritos de gallos
/ pasos de muertos
vientos tocando la
puerta con sus dedos. (…) Soy vago, un vago de mierda / sé que en los poemas no
debo decir lisuras / como yo en alegrías / como ustedes en esta ausencia. (AUSENCIA).
Nos
recuerda en sus versos que el principio-fin y el trabajo del poeta es escribir y
reescribir, el de comunicar artísticamente, aún a costa de sus propios
problemas existenciales que lo acosan y lo hacen tambalear:
“La mañana en mí
pecho se suicida / colocando peces en lugar de aves en mi alma. (…) / Siempre
amanezco así, peor, día a día. / Nadie se da cuenta, creo que debo existir. / Pero
amanezco grave, muy grave / con unas ganas terribles de vivir al escribir. (GRAVE).
Nuestro
poeta admira, haciendo silenciar a su propio ego, -pues muchas veces que hemos
conversado aparte del ying y yang de la vida, es el de reconocer, admirar o
detestar el aporte de otros poetas-, haciendo brillar e inclinarse, por
ejemplo, por la universalidad de nuestro
gran César Vallejo, comulgando con la sangre y sus pulsaciones, el dolor, la
incomprensión y del silencio haciendo bulla:
“Y sangraré mucho / lloraré
por todos los años que no lloré y debí llorar. / Me dolerá mucho el pecho y
(otra vez) / a nadie importará. (NULIDAD)
Otro
ejemplo, es el poema kamikaze, en donde la sensibilidad del poeta es
impulsivamente peligrosa y peligra sin espacios definidos:
“Parado en el filo
oxidado del suicidio / me llaman desde la profundidad de los ombligos. / Hundido
en la eternidad, espero no volver / retrocediendo
de espaldas al precipicio. / Vienen a joderme dolores / buscando cuerpos que
nunca tuvieron
/ y almas que jamás
tuvieron cuerpos”.
En
un poema nos demuestra al desdoblamiento que posee todo poeta tal como lo sustenta
y defiende el psiquiatra Teobaldo Llosa, y que lo debe tener y realizar todo auténtico artista:
“Tengo un corazón
perdido que no es mío / sino del que escribe / a la vez también soy yo. (RAPTO)
En varios de sus poemas está la
figura de Dios y sus personalísimos diálogos interiores de distintos pecados
humanos, para pedir perdón, rescate, salvación:
“Dios, rescátame. Sé que no soy eterno. / Heridas abiertas, cicatrices
del infierno. / Dios, sálvame. Sé que no merezco tus besos / pero me amaste, me
amas, eso siento”. (RESCATE)
Y ha manifestado algo elemental
del ser humano, que la voz de cada uno no nos pertenece porque mágicamente es
la voz de muchos, del desorientado, del paso sin brújula:
“No tengo ni idea de lo que soy / mis
palabras se tergiversan en el fondo / saben que muy en el fondo m / no
pertenecen a mi voz. (SIN UNA IDEA)
Haciéndonos recordar dura y realistamente, que el ser
humano es el más despiadado e insensible animal de la Tierra frente a los más
débiles o enfermos, sinónimo para mucha gente de poder, que son fracasados o
inservibles:
“Todos estamos enfermos / nadie ha venido a
curarnos. / Si para abril no me recupero / muéranse en mayo. / No vengan, no
iré / nadie acompaña a nadie en el eterno descanso”. (ENFERMEDAD).
También
ha puesto sobre el tablero de la vida, la elevada sensibilidad que le genera al
poeta el ser fisgón encantado de lo que está a nuestro alrededor y que muchos
viéndolo no lo ven, todo esto genera preocupación, interrogantes y hasta
depresiones azules:
“Quiero fumarme el alma / que den mil golpes
a mi corazón. / Esta depresión que mata, nunca me mata / solo mata mi otro yo.
(QUIERO FUMARME EL ALMA)
Y haciendo su apego humano con Vallejo (quien no
necesitó el Premio Nobel para ser una extraordinario poeta), nos confía
válidamente el prototipo de grandeza del amor más exquisito de Vallejo sobre el
de Neruda, el chileno maestro del amor sentimental pero Vallejo del amor
universal (dolor-pasión):
“No puedo escribir de
amor / hoy soy vallejo escribiendo / ¿Cuándo
seré Neruda borrando? / ¿Cuándo habrá cuenta nueva y borrón?”. (VALLEJO Y NERUDA).
Así como al poeta se le considera
un loco, bohemio, perdedor, romanticón, etcétera, y que en honor a la verdad no
es un defecto escucharlo sino es una maravillosa virtud, también aparte de ello
podemos apuntar que es un mago, es un predestinado, es un profeta; es el ser
humano que toca temas que la gente ni lo quiere escuchar ni experimentar
poniéndose un velo con cabellos de miedo y silencios. Por ejemplo. el poeta
sabe que la muerte es parte de la vida, en conclusión la muerte es vida,
solamente que masivamente los humanos inclusive teniendo la religión que
tuviesen, temen morir sabiendo que sus postulados religiosos manifiestan que
irán a un paraíso o algo similar, haciendo que la fe trastrabille por nervios y
mil interrogantes:
“Entonces, vivimos cuando cerramos los ojos / y morimos cuando lo abrimos. // Veo
estrellas muy lejanas a lo lejos / parece existir otro tipo como yo. / Entonces,
¿quién está vivo? / ¿Quién está muerto? / ¿Él o yo? / Un pedazo de vida cae
sobre la esperanza / ¿y qué es la esperanza si no hay vida? / Y si no hay vida
¿qué es la muerte?. (PEDAZOS DE VIDA Y MUERTE)
Este trance que
ha realizado Daniel sobre la muerte, lo construye a través de palabras en la
figura y el canto que le realiza a su padre en el recuerdo graficado en la
memoria y en la arritmia del ser hijo:
“Nunca te has ido / pero la casa se ve terrible. / No es que tu alegría
no esté / sino que sin ti, el reír parece triste. / Me has dejado como en la
foto / con un bebè en tus brazos. / Quisiera que vuelva ese tiempo / para alargarlo y arreglarlo. (A MI PADRE).
También lo realiza con Chalo su
amado hermano que sigue acompañando a la familia en casa y en las lágrimas de
mamá:
“Una gigantesca tristeza no opaca en nada / tu sonrisa en la foto de la
sala. / Estás vivo y vives en mí y en mis hermanos. / Mi madre llora al pelar
las alverjas en el plato. (…) Pero hemos aprendido también / que no te has ido
cuando te fuiste / sino que viniste a quedarte / porque en realidad nunca partiste”. (CHALO)
Y para finalizar este tema de la
vida-muerte-vida, apuntaré unos versos contundentes sobre la vida:
“La vida no debería llamarse vida / sino muerte./ Estamos
al filo de sentir nada / y a pesar de eso uno se hiere. (UN CUMPLIDO)
En
anteriores poemarios, nuestro poeta nos ha engalanado con versos de antología
como: “Te he estado amando desde antes /
que nazca la literatura”, ahora también sigue con la ambivalente temática,
llena de recuerdos llenos de pasión natural y en voces hoy calladas:
“Yo agarraba la
guitarra de tu cintura 7 mis dedos como cuerdas te seducían. / Ahora estas tan
lejana, fugazmente eterna / entre la selva de mi carne y el asfalto de mi fantasía. // Debí olvidarte hace
muchísimo tiempo / y no dejar que toques mi sexo nunca más / pero has venido entre
fuegos y relámpagos / lloviznando en mi ojos por toda la eternidad”. (UNA
CANCION PARA MÍ)
Pero también es un poeta de su tiempo, haciendo una
flash back de la zoociedad humana, el arte y sus propios impulsos:
“Mientras una pareja se rompe en el juzgado / y otra se jura amor en una
iglesia / mi paciencia dislocada espera tus brazos / como el invierno apurado
espera la primavera. (…) No deberíamos de movernos / la felicidad interfiere en
nuestras piernas / entonces el segundo de eternidad es este lapicero / y el orgasmo que disimuladamente sin darme
cuenta inventas. (INVENTAS)
Asimismo es un gran defensor de la paz, este poeta
amoroso de la vida y de la palabra cierra su concierto angelical y demoniaco,
-metafóricamente hablando-, defendiendo la vida:
“Nunca me alistaría en el ejército / no quiero ser del
tablero un peón / podría ser el caballo, una torre, un alfil / una reina, un
rey en tu corazón”. (CONFLICTOS).
Hace 25 años, nuestro gran poeta –actualmente, el más extraordinario
poeta vivo del Perú-, don Carlos Germán Belli, me dijo refiriéndose a mi
trabajo creativo y cultural, “hay que encomiar el esfuerzo que haces,
justamente cuando los demás jóvenes han vuelto las espaldas a su reino interior
para ir en pos del becerro de oro”; palabras que en esta memorable noche y de
fiesta literaria, quiero manifestárselas y compartirlas con Daniel Díaz
Escurra, porque su trabajo con la palabra lo amerita, sus esfuerzos batallando
contra huracanes y maremotos sociales, familiares y personales se imponen en
sus sueños, y porque sus temáticas humanizan, encienden y fortalecen a la vida
misma y el pensar de los lectores.
Definitivamente no es un poemario más, y ello es
valioso en la carrera poética de Daniel, a quien saludo y felicito por este
nuevo poemario, convirtiéndolo en uno de los mejores de su generación, deseándole muchos y mejores éxitos futuros.
Muy buenas noches, Salud!:
José Beltrán Peña.
MUCHAS FELICIDADES
ResponderEliminarGRACIAS BELLEZAAAAAA!!!
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