domingo, 25 de agosto de 2024

LA COCINA PERUANA. EN PALABRAS DE ADÁN FELIPE MEJÍA, “EL CORREGIDOR”, NACiDO EN LIMA Por CHARO ARROYO.


 

LA COCINA PERUANA. EN PALABRAS DE  ADÁN FELIPE MEJÍA, “EL CORREGIDOR”, NACiDO EN LIMA

 

Por CHARO ARROYO.

 

La cocina peruana es una de las más famosas del mundo, y en Lima, donde concurren todas las sangres, se puede encontrar la comida de todo el Perú, uno de los escritores que se refirió a ella fue Adán Felipe Mejía, conocido como “El Corregidor” quien nació en Lima el 22 de setiembre de 1896, y falleció en San Miguel el 5 de mayo de 1948.

 

El libro de su autoría que me sirve de fuente es: “DE COCINA PERUANA—EXHORTACIONES”, que es una edición conmemorativa de los 20 años su muerte, prologada por el también escritor Juan Francisco Valega, quien dice de “El Corregidor”  que no le gustaba figurar, y perteneció a “cenáculos de poetas escritores y artistas. “El de la casa de César Vallejo, en Acequia de Islas 425, fue muy concurrido. Ahí platicaron, además del poeta de ‘Trilce’, Adán Felipe Mejía, Juan José Lora, Carlos Parra del Riego, Augusto Aguirre Morales, Gonzalo More y José Diez Canseco, para no citar sino a renombrados escritores y artistas prematuramente idos”.    

 

Debieron ser varios cenáculos y dice Valega que “El Corregidor “ asistió a todos y fue el maestro porque “dominaba substanciales temas que exponía con originalidad, claridad y gracia y con buena voz, y dicción limpia”. Había leído mucho. Hay que leerlo a él.   Mucho más dice Valega sobre “El Corregidor”, pero prefiero dar a conocer algo de su obra, que debe ser recordada. Este limeño habló sobre lo más selecto de la comida peruana. 

 

EL “BONIFACIO”:  el pescado bonito, “así lo había apodado con ternura la gente popular”- El bonito se preparaba especialmente en escabeche, cebiche y chilcano.

 

LA CONCHA DE ABANICO:  Dice Mejía,  “señoritas al natural”. Y con su prosa poética explica las muchas formas de preparar las conchas, a cual más exquisita.

 

LA PAPA: “Salvo el maíz, no hay nada más peruano en el mundo, La papa es base y cemento de la peruanidad”.  Y describe todos los tipos de papas peruanas y los innumerables platos que se preparan con ella.

 

EL MAÍZ:  “El maíz y la papa constituyen el alma de la raza”. Y se refiere nuestro escritor a todo lo que se prepara con maíz. Páginas y páginas escribiendo sobre nuestras comidas a base de maíz, saladas y dulces.

 

EL AJÍ:  “Sí, es peruano el ají, ya que en ninguna parte de la Tierra se come tanto ají, y se le comprende tan a fondo”. Y aquí las largas explicaciones sobre las diferentes clases de ají, y el rocoto y lo que causa con su estimulante picor.

 

EL CAMOTE: “Parte de nuestra fortaleza y buena índole se la debemos al camote”. Y empieza hablando del camote frito y de los ricos postres que se hacen con camote. Y antes esa nutritiva delicia era para alimentar a nuestros amigos caninos, sobre todo.

 

LAS PALTAS: “La palta es buena para entrada, entremés, potaje o postre”. Y nuevamente largas páginas con todas las formas y riqueza de las paltas para preparar comidas. A lo que podemos añadir que la palta es buena para aplicaciones al cabello seco.

 

EL PUCHERO: “¡Puchero de nuestras entretelas! ¡Gloria nacional!”. Y escribe todo lo que contiene el puchero y habla del sancochado.

 

EL CHUPE DE CAMARONES: “El plato criollo más bonito es el chupe de camarones”.  Y se hace agua la boca con las descripciones de los platos que se preparan con ellos.

 

LA CARAPULCA: “La noble y precavida papa seca”. Y la llama carapulca, pero explica porque también la llamamos carapulcra.

 

EL ARROZ CON PATO: “Si no hay arroz con pato la reunión es fallida”. Y luego de los ingredientes nos enteramos de que la pata es más suave que el pato.

 

LOS FREJOLES: “Los frejoles con arroz lucen abolengo de lustre en nuestra tierra”. Y explica cómo se deben cocinar. Y comenta sobre las frejoladas.

 

EL CUY:  “Oh… el cuy sagrado del Perú que alimentó al lejano Manco Cápac…”. Y se refiere el escritor a la delicada y suave carne del cuy y a los ricos aderezos que lo acompañan.

 

EL CHANCHO: “El venerable antepasado de nuestro chancho peruano vino a estas ricas tierras de leyenda viajando en carabelas“. Y entonces habla del chancho, de su rica carne, de los chicharrones y de las innumerables clases de jamones.

 

LA BUTIFARRA: “Doquier que deambulábamos la butifarra aparecía. En las plazas holgadas… ¡butifarras! A la entrada del circo…¡butifarras!. ¡Peruanísimas!

 

EL ANTICUCHOI; “¡La vida soberana es manejada por el corazón!”.  “¡Y del corazón se hace anticuchos!”. Y se explaya escribiendo sobre las salsas, los sabores, los acompañantes de los anticuchos.  Y cuenta de las anticucheras.

 

LOS PICARONES: “Con una ágil cañita, la picaronera daba vueltas al áureo picarón”.  Y la lectura nos sentir el sabor del picarón, habla de mieles, de picarones borrachos, de recuerdos que coinciden con los de los lectores. ¡Maravillosos picarones!

 

LA MAZAMORRA: “¡Oh, la morada mazamorra vistosa que no faltaba nunca en festejos humildes o suntuosos!”.  Y habla de la mazamorra de cochino, y de la blanca de leche, de las frutas que llevan y de la canela espolvoreada. ¡Delicias peruanas!

 

EL CHAMPÚS: “El champús es nocherniego e invernoso.  ¡Y ante todo, peruano!”. Y describe cómo se elabora esa delicia que es el champús, y enseña que hay dos clases: el de leche y el agrio. Y todas las frutas que lo enriquecen.

 

LOS TURRONES: “Que conquistaron a la inmortalidad a la morena doña Pepa- suprema artífice de ellos y vecina de Pachacamilla”. Y llega octubre y ya se empieza a pensar en los turrones que hemos degustado desde criaturas.

 

LA PACHAMANCA: “La piedra angular de nuestra comida nacional es la grandiosa y divina pachamanca”. Y verdad que es deliciosa, y lleva todos los tesoros que la naturaleza le brindó al Perú: carnes papas, camotes, choclos, habas, y más.

 

¡LIMEÑO GENIAL EL CORREGIDOR!

 

 

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