PARA JOSÉ
Gracias por tu magnífica amistad
eres grande por tu sinceridad
inmersa entre sombras me aturdía
hasta que te conocí un buen día
Al conocerte sentí la luz de la esperanza
aquella grandiosa dicha que se alcanza
una vez más gracias por ser como eres
como son los valiosos y nobles seres.
La vida se había ensañado commigo
no conocía el desinterés y el abrigio
y fue tu limpia y agradable mirada
la que liberó mi alma atormentada.
Espero que a futuro no haya sombras
no importa lejos de finas alfombras
sigas con suma firmeza y grata calma,
tengas presente las expresiones de mi alma.
Eres la persona ideal que cautelosa calla
y que a nuestro alcance difícilmente se halla
me abriste tu sentir de par en par
y tal vez en agua tibia no sé nadar.
Que el Señor te protega con su luz
y en momentos de pesar alivie tu cruz
por mi parte, mis augurios mejores
y que goces de ventura y esplendores.
BELLO
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