DIARIO DE MIAMI
No parecía que un huracán hubiera trajinado
el firmamento.
De nuevo el cielo de colores bermejos
en combinación perfecta con palmeras altísimas.
Y hacia el fondo
negruzcas ramas moviéndose
sin cesar.
De lado a lado hablándome de un final cercano.
Diario de gritos pardos de botines altos
y ceñidos trajes para gustarte más.
De salvaje follaje y de dormir en los rest area
de mil maneras posibles, de las mil maneras imposibles
en las que parto a mil lugares hasta agotarme de tu
rostro,
tu voz huracanada hostiga
e insisto en visitar nuevas urbes
a ver si ocurre el milagro de perder la memoria.
BELLO
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