jueves, 19 de agosto de 2021

MÍSTICA Y DULCE HIGUERA Por CLAUDIA FLORES LOSTAUNAU.


 

 

MÍSTICA Y DULCE HIGUERA

 

Por CLAUDIA FLORES LOSTAUNAU.

 

 

Por los años 90’s, contraje matrimonio con Marco Castillo De La Cruz, hijo de don Alberto Castillo y doña Olinda De La Cruz quien vivía en la Av. 28 de Julio (antiguamente conocido como “El paso”) en San Vicente de Cañete.

Cierto día en la casa de mi suegra, crucé por su callejón. Observé unas ramas sobresalientes de una planta grande y muy curiosa, me acerqué y pude ver unos frutos de higo sin madurar, perfectos para prepararlos en un rico dulce.

Meditando sobre cómo haría para obtenerlos, decidí pedir permiso a Doña Juana (la dueña). Mientras trepaba aquel árbol, una rara sensación recorría mi espalda, sentí que alguien me observaba, fue entonces cuando levanté la mirada y vi como las hojas de una higuera se alborotaban y una brisa me estremecía la piel, tuve temor y di la voz, pero solo el silencio me respondió. Apresurada tomé los higos.

Al mediodía, tenía en mi mano los higos más grandes y de buen ver, me moría por comerlos en tan exquisito dulce.

Apresuradamente bajé con los higos, los lavé, los rasgué en la parte baja, los coloqué en un recipiente con agua para limpiar este particular líquido lechoso; una vez limpios los puse en una olla con poca agua y los cubrí con azúcar, un palo de canela y dos clavos de olor, mientras los preparaba, volvió a recorrer mi espalda aquella sensación, volteé y pude ver una silueta que corrió hacia el patio de mi suegra, fue entonces que decidí apagar el fuego de la cocina e ir a investigar qué era aquello que cruzó por ahí. ¡Vaya sorpresa!, pude ver como dos personas danzaban alrededor de una fogata, el resplandor de las llamas me cegaba y de repente tomé valor en ese momento y me repuse tratando de olvidar lo sucedido. ¿Quiénes serían aquellas personas? ¿Habrá sido mi imaginación? me pregunté.

 Recordé que aquel dulce delicioso quedó en la cocina, volví a encender la hornilla, ya casi estaba y al darle un pequeño mordisco… ¡Hum!, me quemé los labios, corriendo me acerqué al lavadero a mojarlos con el agua del caño, entonces vi a un hombre parado que parecía sonreírme, mas no podía ver su rostro con claridad, mis ojos se empañaron, su apariencia era extraña, decidí acercarme un poco y pude ver que aquella persona era mi esposo Marco. Ahora sí que sentí miedo porque le hablaba y no me respondía, este ser como hipnotizado me veía fijamente. ¡Dios mío! Exclamé. Sorprendida aún, me armé de valor, regresé a la cocina y serví un poco del dulce ya listo. Con el dulce en mis manos y caminando en dirección hacia mi recámara, llegó nuevamente el asombro a mí. Vi a mi esposo recostado en la cama profundamente dormido y me dije: “¿Quién era aquel que me miraba en el lavadero?”. Lo tomé del brazo, lo desperté y le conté lo que había ocurrido. Él inmediatamente fue al lavadero y también revisó la cocina, pero no encontró a nadie ni nada sospechoso. Le dije que se siente junto a mí y comamos el riquísimo dulce. Mientras saboreábamos el dulce, mi esposo me dice: “Claudia, no te quiero asustar, pero esa higuera siempre ha estado relacionada con incidentes similares, amistades de mi madre también me han contado cosas así por eso aquella higuera es mística”.

En la tarde decidí averiguar con los vecinos del lugar. Uno de ellos me corrobora la historia de que en ese callejón siempre habían ocurrido hechos misteriosos, incluso Doña Simona una vecina, cierto día fue a buscar a mi suegra, la llamaba por su nombre mientras la veía lavar (en aquel lavadero donde fui sorprendida), cuenta que la persona del lavadero no alzaba la mirada y seguía lavando, entonces Doña Simona se da media vuelta y ve a mi suegra acercándose con una bolsa de compras viniendo de la calle, Simona de inmediato, por lo que estaba ocurriendo en ese lugar, se fue despavorida a su casa. Desde aquel día tuvo el temor de ir a buscar a mi suegra y que suceda nuevamente algo similar. Mi suegra tenía un negocio en donde vendía lencería y tazas de loza, en fin, muchos productos para decoración de ambientes, por esto muchas personas iban a buscarla. Cierto día, conversando con mi ella me contó muchas historias, una de ellas sobre ladrones que entraron a su negocio y salieron pálidos, al ver una pared en el fondo del patio en el momento de huir con los paquetes que ya tenían listos para llevarse, dicha pared no existía, tanto en la parte de atrás había solo chacra y una vecina los vio salir asustados y exclamó: ¡Qué pasó! – y respondieron – “en esta casa hay fantasmas” – mientras se alejaban del lugar tropezándose.

Otro día, conversé con la señora Juana y me contó que su higuera le brindaba frutos hermosos y grandes, verdes para las conservas o dulces, y también maduros para disfrutar de su rica vitamina antioxidante, tan jugosa, con los que ella deleitaba a su familia, a la vez se refirió con tristeza que algún día iban a construir una habitación por ese lado, lugar donde se encontraba la higuera, y lo tendrían que cortar de raíz. Su esposo el Señor Luis, al transcurrir el tiempo me comentó que sentía que la higuera protegía a su familia y a su casa. Doña Juana era una persona reservada compartía estas historias con pocas amistades, creía en Dios y tenía mucha devoción por los santos, en especial por el Señor de los Milagros, tanto que tiene una hija que lleva por nombre Milagros, siempre oraba, su fe era inquebrantable, tanto que era costumbre en el mes de Octubre realizar homenaje a dicho santo, al paso de la procesión en la avenida 28 de Julio de San Vicente -Cañete. Unos meses antes de fallecer me dijo que siempre veía cerca de las seis de la tarde, una luz en la higuera tan radiante, mas no sentía temor, se sentía protegida por la luz divina que emanaba de la mística y dulce higuera, dicho árbol posee magia me repitió.

 

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En San Vicente de Cañete se preparan ricas conservas y dulces con este fruto, en Chilca ricos helados y bebidas como piscos y vinos de higo.

“CAÑETE”, tierra bendita con exquisitos manjares, cargada de mitos, cuentos, leyendas y qué decir de hechos reales.

 

 

 

 

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