1
Señor no soy digno que entres a
mi casa, pero una palabra tuya
bastará para sanar mi tristeza.
¡Amén!.
2
Al dejar a mi madre conversando con Dios
regresé a mi casa contando los postes del camino,
durmiendo tranquilamente con mi conciencia y mi corazón.
Al tomar desayuno quedó huérfano un pan caliente.
3
Madre perdóname por ser cobarde como los humanos
y tú valiente como una osa cuando me deshilacharon los huesos
y tú dijiste, hagamos el rompecabezas y a caminar….
Madre te agradezco por ser tu poeta preferido.
4
Orgullo mater de tu runa simi en libertad
con la fuerza de los ríos cristalinos sin tiempo,
con diálogos musicales con la tinya y la guitarra
mientras que tu canto encanta mejor que la Luna.
5
La última mirada de mamá fue tan extraña y hermosa
que permanece en los ojos de mi imperfecto cerebro.
Su último suspiro fue entre mis brazos como una bebé
y mi padre a su costado dándole su último calor de amor.
6
El diabólico coronavirus no pudo con mi señora madre
pero la muerte coqueteaba en la puerta de la casa.
Ruda marchita, limón seco, sal en el suelo, un gato maulló
y mi madre diciendo que me cuide, murió para salvarnos.
7
Este año las vacas no han lucido sus mejores aretes
la mala hierba invadirá las chacras ahorcando a las flores
la cueva del abuelo retumbará por más cañazo y cigarro negro.
El águila atrapará una serpiente y se ahorcará en pleno vuelo.
8
Los zapatitos de lana tejidos por mamá se agrandan,
el ropón hace caminar para despedirse de sus muñecas.
Un charango se apolilla embriagado de pena y se suicida
y Pichinkucha encanta como si mamá fuera Arguedas.
9
La leña se congela contradiciendo al infierno
la olla de barro hace brotar dulces corazones
la cuchara de palo revuelve los malos pensamientos
el batán muele las tristezas para una vida en paz.
10
El fundo “Chacapata” se viste de gala entre vacas y flores
la casita con su fogón dora la trucha, las papas y la cancha
la “Gringacha”, maúlla al ver el charqui colgando en el patio
y un rayo multicolor cae, señalando el camino para partir.
11
La vaquita “Sarita” corre al escuchar cachi, sara, cachi
sus loritos, “Los Pipos” le silban con cariño un huaynito.
su compañera “Gandhi” incansablemente cuida sus espaldas
mi madre monta mi caballo “Chalán” y alzando su mano se va.
12
Las tunas se abren como las mejores flores
el río Mayobamba canta sus mejores zumbidos
el arco iris crea un nuevo color a su nombre
mientras que el Inti acaricia su alma y la acompaña.
13
La coca llora y no quiere hablar dándole la espalda
cacheteando al más allá con un ramo de ruda fresca
las venas se hinchan atando a los huesos carcomidos
explotando en el universo un cerebro de amor.
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