WIONSTON ORRILLO.
“yo no me río de la muerte./Sucede que no tengo miedo de
morir entre pájaros y árboles.”
J.H.
No obstante haber sido anunciada su proyección en “todos” los
cines “Planet” solo se pudo ver en
uno, y a un horario muy incómodo. Y tenían razón
quienes intentaron velada –hipócritamente- “censurar” la gesta paradigmática del heroico joven poeta-guerrillero.
El mensaje del bardo se filtró –estuvo presente- en este
filme (tan esperado) de Javier
Corcuera, hijo del poeta Arturo Corcuera quien, por otra parte le pusiera ese
nombre a su primogénito, nuestro magnífico cineasta. nuevo en nuestro doloroso
país; honra, pues al Primer Poeta Joven del Perú, Javier Heraud, paradigma en el inicio de
las lides de la guerra de liberación, aún no concluida entre nosotros.
La película se titula “El
viaje de Javier Heraud” Viaje de la vida hacia la muerte, en este caso al
empíreo de la eternidad, tanto literaria como política
Pero el público no es tan servil como lo suponen los “inefables”
propietarios y rquívocos empresarios de la cultura en nuestra patria, pues la
respuesta de la concurrencia fue contundente.
No obstante llegar con dos horas de anticipación a la función
de las 8.30 p.m. solo pudimos alcanzar una muy incómoda primera fila.
Sala totalmente llena: bofetada en el avieso rostro de estos sui generis aprendices de neo
inquisidores.
El filme de Javier
es todo un poema: la amalgama de música e imágenes feéricas, nos condujo a
la cabal reconstrucción de la
personalidad del lirida, que no resulta un “rebelde sin causa”, pues provenía
de una familia miraflorina perfectamente constituida, y sus amistades y
acciones son por demás cotidianas, lo cual no obsta para que la levadura de su
amor por la justicia, por la patria, por el pueblo, estuvieran presentes
permanentemente en él. Y maduraran en/con su viaje a la Patria de Lenin, y
culminara en el Primer Territorio Libre
en América, donde se enrolara en un contingente guerrillero
Algo singular en esta película, es la maestría con que
nuestro joven –y ya maestro- realizador fílmico, lleva adelante su opus: mediante la reconstrucción que, de
su ancestro, lleva a cabo Ariarca Otero, sobrina-nieta del poeta, quien busca
no solo papeles sino accede precisamente a los lugares emblemáticos del periplo de J:H, hasta llegar a Puerto Maldonado, y
concretamente al río Madre de Dios, vale
decir al lugar de su holocausto.
Las referencias a la Cuba de Martí y Fidel , son tratadas con
el respeto que se merecen. Y el trabajo ideológico que allí madurara es
perfectamente congruente con el background
que ya traía nuestro muy relevante aunque joven poeta, autor de una obra que
sigue demandando mayores y mejores exégesis.
Referencias a amigos y compañeros son mostradas con singular
delicadeza y donaire: las relaciones con la madre y su entrañable familia,
especialmente con su adorada hermana Cecilia, una de las tenaces defensoras del
vate (ella aparece en la cinta) , la presentación de su enamorada, Adelita Tarnawiecki, las ya mencionadas y siempre interesantes remembranzas
del poeta Arturo Corcuera y del paradigmático y delicioso, en su humor popular,
el poeta-obrero, fundador del Grupo
Intelectual “Primero de Mayo”, Leoncio Bueno Barrantes, gracias
al que evocáramos su inolvidable taller de baterías Tungar, adonde recalamos todos los que teníamos un carricoche.
Asimismo, las declaraciones muy lúcidas del querido Héctor Béjar, entonces comandante insurrecto y
hoy intelectual de lúcido prestigio; y
las de Alaín Elías, quien yaciera en la canoa, gravemente herido, junto al cuerpo acribillado del Poeta Joven.
Sobre ellos, con ellos
se hizo una verdadera e
injustificada vendetta, una hórrida masacre
(eran solo dos los del bote, Javier y Alaín, quienes, además, habían ya izado una bandera
blanca). Pero el odio de clase del servil militarismo genocida, fámulo del Establishment no perdonaba y quería, con
toda seguridad hacer un escarmiento contra aquellos que habían osado levantarse
contra su amo, el régimen vendepatria:(esto
no ha cambiado en momentos que se escribe esta nota sobre un filme que, por más
que intenten ocultarlo, silenciarlo, se abrirá paso con nuestra decisión de usar,
lo que llaman en Cuba “radio bemba- para coadyuvar a su urgente difusión).
Después de Sigo siendo,
la anterior y deslumbrante cinta de Javier Corcuera, la presente nos sigue,
ascendientemente , poniendo frente a un creador cinematográfico que aún –dada su
juventud- tiene mucho que enseñarnos.
¡Así sea! ¡Así será!
Ah, pero no dejamos de leer críticamente a los supuestos
exégetas “objetivos” que hogaño esconden los pelos del lobo de la miseria
humana, ladrándole a la luna del orden establecido, y a las misérrimas envidias
al “criticar” imaginarias “diferencias” y “baches” en la conducta política del
inimitable Poeta Joven y guerrillero:
. Es lo que les escuece.
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