La
tierra del destacado poeta peruano Enrique Verástegui, la bella San Vicente de
Cañete (Lima, 1978), es cuna de varios poetas que conozco, como es el caso de
Sandra Gonzáles Ortega o Diana Benites, y ahora el de nuestro nuevo amigo, Jorge Antonio Flores
Pacheco, quien nos presenta con mucha emoción y amoroso encuentro con la
palabra su primer poemario titulado, Dejándolo todo por los cantos del amor,
(Lima, Sociedad Literaria Amantes del País & Gaviota Azul Editores, 2017).
Destaquemos algunas
aristas importantes del libro
POETICA. Es un poeta
joven que nos enseña abiertamente su poética que se encuentra inmersa con el
choque de su palabra con el existir de un provinciano peruano inmerso en el
arte, un canto -a veces- incomprendido pero con el amor de un amador: ¡Oh!
nadie entiende el sentir, / de este varón aligado al dulce
frenesí, / y que me digan loco y atolondrado, / porque
soy de provincia, un gran cantor, / una flor que refleja el existir, / y
una llama de amor que no cambia, / todo ello es el sentido / de
un alma amador. (ALMA AMADOR)
EL POETA. Nuestro autor sabe que el artista tiene que ser
sincero con el sudor de su trabajo para ganarse el pan en lo físico laboral con
la aureola ardiente del arte en sí: y cual promesa de un cielo viviente, / de vivir para siempre / en un iluminado jardín, / en las minas de San Andrés, / diciendo, que cual fuego existente / ablanda cual alma recio de los
montes / que
sus anécdotas contarán, / y
yo las escribiré tan alagado / en
mis papeles de algodón (…) Sólo
reconocer que con el fuego del poeta,
/ y
los encantos gratos, son iluminados los de aquel lugar. (EL
FUEGO DEL POETA).
EL CAMPO DEL AMOR: En el desarrollo de su arte, nuestro
poeta enmarca válidamente los entornos y los entuertos del vasto lindero del
amor, creando sus propias bellezas: ¡Oh tus cantos de gala horizontal, / que endulza tanto a mi corazón solitario, / yo he de notarte en mi espíritu de
varón / donde
un Sol brilla alegremente en tu cielo,
/ tú,
mi gran amor, fluyendo de querer, / en
las regiones de un mundo integral (MUNDO
DE AMOR)
JUZGAMIENTO EN EL AMOR: Nos da la lección que en el amor
no hay que juzgar sino vivir, compartir, y seguir o terminar, porque todo ello
es como una herida abierta en la yugular: Tanto me juzgaste, oh mi compañera
marina, / al
abismo me fui, fue tu pensar, / como
el de los otros, / mi
sangre será tu compañía. LLANTO ILUSORIO
LA ALEGRIA EN EL AMOR COMO EL COLOR DE LA BELLEZA: Nos
comenta que cuando tengamos esa vivencia humana y mágica del compartir el
sentimiento más grande e indescriptible que hay en una relación amorosa, hay que
vivirlo en libertad porque su encanto y belleza estará en ese instante o en los
momentos que se viven: Cuán precioso es nuestro amor. / Cantando, gozando y bailando, / respirando el oxígeno de la libertad, / amándonos sin juzgarnos en el mal, / apreciándonos como se contempla anonadado /
el
azul de un sincero cielo. (CANTOS
ALEGRES DEL AMOR)
EL
ORGULLO EN EL AMOR ES NEGATIVO: Otra lección que nos trasmite el poeta, es que
en el amor no debe existir orgullo porque liquida a la corta o a la larga la
relación, porque es como tener envidia o celos, lo cual catapulta y convierte
al amor en desamor: Que orgullo el mío y, / el tuyo es el
más grande. / En la vida se
lucha mucho / ¿De qué se
lucha en la vida? / Si entre tú y
yo existe / la amarga
indiferencia. (…) Tanto orgullo
es lo nuestro, / uno intenta ser
feliz, / ríe momentáneamente, / y después no sé porque, / llora
amargamente en soledad. (¿AÚN MORIRAS…?)
LA
CASA, EL PALACIO, EL CORAZON: El amor para su evolución, desarrollo y
crecimiento tiene que tener un espacio, un rinconcito o un paraíso creado, en
donde los personajes deben ser tratados como lo más noble pero significativo de
su propio existir, como es el caso de una reyna (patricia o plebeya, pero que
reina en su territorio): Palacio tuyo y
nuestro / en las pampas del alba, / en las zonas de flores, / en las auras
del querer, / ha de hallarse
usted. Reyna mía (REYNA MÍA).
EL AMOR A LA NATURALEZA Y SU
ENCANTOS: A través de sus versos también nos muestra el encanto y el compromiso
que hay que tener con la naturaleza, -nuestra casa y cementerio-, y por la
permanencia de su belleza latente compartida con el arte y sus bemoles: El sonido triste de una guitarra, / la
profunda nostalgia de una flauta, / el lienzo morado de tu cabellera, / reabre
en lo más hondo, / el grito de un águila y la lluvia ilimitada. (BUSCANDOTE)
EROTISMO: Y como es lógico donde hay amor existe erotismo,
y nuestro poeta lo sabe, y lo realiza con gran fineza y delicado sentir
pasional, con la palabra justa y libre: Tanto amor en tus labios, en tu
pecho, / tanto
gozo de ternura y bondad, / que
a mi sentir le llenas de amor, / tanta
pasión tus caderas despierta, / embalsando
mi cuerpo y a mi corazón enamoras,
/ congeniándome
y tanto endulzándome / de
besos te llenaría el alma, / y
mi alma quedándose gozoso, / contigo
mi ave linda y amorosa. / Nuestro
amor nunca muere en nuestra entrega, (ENAMORADO)
EL
RENACIMIETO DEL AMOR: Y siguiendo el tema amatorio y erótico, resalta que
después de cada entrega, unión, para homenajear lo vivido y compartido, renace
el amor para seguir existiendo endiosado y cada vez más humano: Así suelta te añoro amar, / tu cabellera
consolándome, / como tus pechos
aprisionándome, / es el hermoso
reconocer, / que yo siento
de tus labios su calor / y de tu espíritu un abrazo
encantador, / ¡Oh contigo he
de renacer! (NOTANDOTE); e inclusive que por el
amor y sus diferentes aristas y colores se confunden los tiempos: donde
tus recuerdos ya es un presente. (FLOTANDO)
La
poesía de José Antonio Flores Pacheco, es sincera, directa y auténtica, llena y
escrita con mucho sentimiento en los linderos de la libertad y del amor. El
amor a la vida, a la pareja, al recuerdo y a la esperanza. Son poemas que nos
toca a todos, y la magia de su comunicación hace predecir que nos entregará más
poemarios como un poeta enamorado de la vida porque posee madera, talento y
sensibilidad. El tiempo nos dará la razón. Bienvenido seas Jorge a los linderos
de la poesía de nuestro país.
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