lunes, 31 de mayo de 2021

POEMA CORAZÓN. Por SAKUTARU HAGIWARA.

 

                                                                   Sakutaro Hagiwara.

 



POEMA CORAZÓN DE SAKUTARU HAGIWARA

 

¿Con qué puedo comparar mi corazón?

El corazón es Hortensia.

Incluso si un día florece

color melocotón.

Los recuerdos de violeta

no pueden evitarse.

 

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sábado, 29 de mayo de 2021

LA UTEF FRANCE OTORGA UN CERTIFICADO DE EXCELENCIA A JOSÉ BELTRAN PEÑA,

 


 Agradecimiento:

Pasando unos días de tristeza y melancolía por el fallecimiento de mi Tía-Hermana, Aurorita, me llega esta bonita noticia desde Francia.

La Uluslararasi Tum Engelliler Vaslilar Kimsesizler Federasyonu, me ha otorgado el Certificado de Excelencia por mi labor en el ámbito humanitario y caritativo. Por lo que me siento muy honrado por tal deferencia llena de humanismo.

Debo también agradecer a la poeta y mujer de cultura, Caroline Laurent, por haberme designado para la certificación mencionada.

                                                                 Caroline Laurent.
 

La verdad que pensándolo bien, -en estos momentos de pandemia y sin ella-, el ARTE LITERARIO y sus ramificaciones como estudios, investigaciones, traducciones y difusión, son muy valiosos para la humanidad para vivir y compartir un mundo mejor, muchas veces quebrando idiomas, fronteras, pieles, economías, costumbres.

Muchísimas gracias a la entidad internacional y a mi dilecta amiga-colega de la palabra en libertad.

Atentamente:

Jose Beltrán Peña.

Presidente de la Sociedad Literaria Amantes del País.



martes, 18 de mayo de 2021

POEMA TANATOFÍLICO 1. Por WINSTON ORRILLO.

 

                                                                     Winston Orrillo.


POEMA TANATOFÍLICO 1. Por WINSTON ORRILLO.

 

ENCUENTRO CON MIS AMIGOS MUERTOS

 

A Tomás Borge, Gustavo Valcárcel, Alejandro Romualdo, Arturo Corcuera

 

 ¿Dónde habré

  De encontrarme

    Con mis amigos muertos?

 

¿Me hablarán

  En qué idioma?

    Y habré de contestarles

      En un lenguaje etrusco.

 

¡Pero no cabe duda

   Que nos entenderemos!

 

En eso, de un gran salto

  Se aparece mi gata:

     ¡Ella los reconoce!

        Y les pasa la lengua

           Como cada mañana

              Ejercía su oficio

                 De volverme a la vida

                   Luego del sueño-muerte

                      Que ella exorcizaba.

¡Ah, mis amigos muertos

  Que en mayo me arremeten!

 

Bienvenidos, les digo:

  (Yo soy, tal vez, ustedes)

     ¡Ya no me cabe duda!

 

Vayamos de la mano

  Y cantemos un salmo

    ¡allegro ma non troppo!

 

 

WINSTON ORRILLO

La Calera, Lima,34. 10-5-21

   

     

 

 

GERMÁN CARNERO ROQUÉ EXORCIZA POÉTICAMENTE A LA SENECTUD. Por WINSTON ORRILLO.

 

                                                             Germán Carnero Roqué.



GERMÁN CARNERO ROQUÉ EXORCIZA POÉTICAMENTE A LA SENECTUD. Por WINSTON ORRILLO.



  “Una inolvidable canción de primavera en pleno invierno, sellando

   su comunión perpetua con el amor, la amistad, la bohemia y la poesía”

                                                                       Ricardo González Vigil

 

                                                                    

 

Es bello, y paradigmático, que en medio del siniestro invierno tenaz de la pandemia, un poeta dedique su obra al exorcismo de todo aquello que signifique acabamiento, final (o acercamiento hacia éste).

Y es lo que acaba de hacer Germán Carnero Roqué  (ciudad de México, 1941), al entregarnos  En el embriagado morir de cada instante, poemario que no sólo, per se, es una obra de arte lingüística, sino que el volumen mismo, en su diagramación (la nunca bien ponderada Arte Reda, de Víctor Escalante), en su ilustración de carátula (óleo nada menos que de Ada Esther Castañeda Hoyle, cónyuge del bardo) y en general en su presentación misma (el color del  papel, su tersura), nos invita a una lectura que deviene en dejarnos “con hambre” de seguir devorando más y más de esta entrañable obra lírica.

Pero es muy importante señalar el prólogo del admirado Ricardo González Vigil, incuestionablemente, la más alta voz realmente existente en la crítica literaria de los momentos que corren. Sus páginas liminares son un recorrido por los meandros de estos versos que, en medio de un trayecto fatal hacia el no ser, con la intensa belleza de sus imágenes vitalísimas (imposible no recordar la “Canción de Otoño en primavera”, de nuestro común abuelo, el divino Rubén Darío) nos incrusta, por decirlo con una imagen un tanto pedestre, en el ahora perenne y en su meollo del no fenecido existir gozoso.

Viaje por la vida hasta arribar a este punto cenital, la madurez, que el poeta nos hace olvidar en su contexto de advenimiento de un natural fin, cuya meta él hace alejarse de nuestra necesaria -y natural- llegada.

  “Recoge marinero tus aprestos/ porque se nos acaba el viaje/ y ya en el horizonte se divisan/ las sombras inquietantes del puerto/ en el que la nada/ sin ningún misterio nos acogerá…”

Este es el sentido de este canto sui generis, esta es su dimensión:

  “Celebremos/ pues nos ha sido dado/ el poder diferenciar/ la luz de su reflejo/ y la superstición de sus muletas/ así como el poder aquilatar/ la enormidad del sentimiento/ del amor/ el llanto/ y la armonía”

Y el bardo nos lleva de la mano por un viaje desde la entraña de su vida familiar, de la cual rescata esa capacidad de permanencia de “estos objetos que otrora fueron/celosamente atesorados/ y que guardar supieron/ las vivencias y ansiedades/ de lo que finalmente/ ha sido irrelevante tránsito.”

Alguien, no el que esto escribe, podría llamar a los presentes cantos como ahítos de lo que es llamada una filosofía existencialista: “cuando desde aquel lejano/ e inicial berrido/lanzado fui/ hacia este alucinante viaje/ de la nada hacia la nada…”

Y el remate de su poema IX es de antología: “Sólo una/ es en efecto/ la misma puerta/ de entrada y de salida.”

Pero hay algo que no puede dejar de notarse, y es que el bardo no poetiza  sólo desde su parcela individual, sino que, es consciente, que, por su voz, habla un nosotros inapelable: “Todo ha sido tiempo de inocencias/ desde el fortuito instante/ en que arrojados fuimos/ por la ancestral vagina cósmica// que ya nutría nuestra muerte…”

Y, de este modo, en medio de la brevedad de este poemario, hay una profunda inmersión, en lo que sería un asomarse al existir, no solo al transcurrir: veamos el importante texto XV: “Como hojarasca al viento/ será nuestra partida// y del azar/ que diligente nos condujo/ con resignada gratitud/ sabremos despedirnos//desde la variedad de personajes que habitamos/ reconocer sabremos/ la belleza inobjetable/ de la vida y la naturaleza, en todas sus asombrosas manifestaciones//muy consciente/ sin embargo/ de que nada/ nos espera tras la puerta.”

En fin, para concluir, planteamos que la grandeza de este texto de Germán Carnero Roqué, reside en que su canto no es solo a su propio recorrido existencial, sino que abarca -como toda gran poesía- el horizonte de todos los humanos, en su lucha permanente por el no perecimiento, batalla que, sabemos, de suyo perdida, pero  que no, por ello, dejaremos de plantear, en este caso, con el arma imprescindible de la versificación.

Porque, en definitiva, ese “embriagado morir de cada instante” es, por la magia de la poesía, la sobrevivencia, el exorcismo que el lirida nos pone por delante. Ah, y como último dato, nuestro poeta fue galardonado por la Sociedad Literaria Amantes del País con el Premio, “Palabra en Libertad”.

 

 

domingo, 16 de mayo de 2021

EL AMOR. Por MONIQUE PARDO.

                                                  

                                                       Monique Pardo y José Beltrán Peña.
 

 

MONIQUE PARDO

 

            EL AMOR

 

El amor es ausencia  y presencia,

es necesidad y placer,

es bondad y es ternura,

es pasión y es locura.

 

Cómo definir si se siente,

cómo tocarlo si te estremece,

cómo cuidarlo si desaparece,

cómo regarlo sin mojarlo,

cómo olvidar si se queda para siempre.

 

El amor es un dulce cansancio

después de la lucha,

es el clímax después de la faena,

es el abrazo ante tu mirada triste,

es la embestida ante tu sonrisa,

es la despedida y el regreso,

es el deseo y la nostalgia,

es tu enojo y tus celos,

son tus lágrimas cuando no te tengo,

es el devorarnos en cada encuentro,

es ese niño que corre hacia ti a tu regreso.

El amor es todo eso.