TEODORO J. MORALES.
DIMAS FERNANDEZ BARRANTES: UN CANTO DE FE Y
ESPERANZA PARA EL HOMBRE
Escribe: Teodoro J. Morales.
“LAS MANOS EN EL FUEGO”, poema en
siete momentos, de Dimas Fernández Barrantes. Es un canto pleno de fe y
esperanza a la Vida, al Hombre… en esa misión de ser hacedor de dicha y futuro,
eternizando sueños.
“Andrea, compañera:
al fin hallado el arpa,
repuesto en su canto
antiguo, ruiseñor y viejo
secretamente
cogidos pecho a pecho
hoy cantaremos
saldremos
hemos de nacer
elevando al hijo profundo de la tierra
su espiga
su marca de hombre,
el antojo total de ser ave”.
En el poema, Dimas Fernández, se
transfigura, se hace arpa para que la música renazga y sea canto, que lleve
triunfante a los hijos a abrir nuevos caminos de vida con alegría- plenos de fe
y esperanza, haciéndolos aves en vuelo que los lleve a alcanzar tales alturas
que la luz les permita hacer realidad ese mañana que todos aspiran, y esperan.
Escrito el poema, se publicó en: “Tierra Centro” N° 1 – 1968; en “Literatura y
Revolución” U. N. C. P. – 1969, “Proceso” U. N. C. P. – 1973, y, luego se
publicó en 1974 como un poemario independiente, el que Dimas me entregó, el día
30 de setiembre de 1975.
“Las Manos en el Fuego”, es un canto a la vida; en el, nos entrega una verdad
de tiempo que se vivió y se vive. Un solo poema, en siete momentos; el… le da
derecho a Dimas Fernández, a vivir por siempre- como poeta; él, no quiso
apostar por la poesía, Tomó otro camino, en la realización de su vida. Este
poema, brillara de si sólo… como un dije en el tiempo.
“Tú como la espiga eterna, ondulando,
y el aire risueño de tu rostro
que desgrana los trigos,
yo, calentando las manos en el fuego
del tiempo que chispea a los ojos mudos
en silencio
y pleno y callado
y dolido y aullando
y amor y desvarío
y las costras y la nada volando
en tanto vivo
y la lágrima se derrama,
y la tierra canta
como un gorrión extraño,
ausente,
y se desata la furia
como semilla
¡y rasga la cuerda,
pulsa infinita su fuerza
a otro aire
y nunca pedido
por el hombre!”.
En este poema, encuentro un sentido
profundo de lo que es la vida; uno, al leerlo- siente respirar a la vida,
respira en cada verso- nos da su aliento: es cierto, resuma ese dolor que en
cierta medida todos lo hemos vivido, el que para una esperanza es el reto que
recoge y asume para hacer que ese mañana por el que se vive sea de alegría para
todos.
“Ha de brotar la vida –no lo duces-
en todas las pequeñas cosas.
(…)
“Antes recogeremos la leña
o la lluvia
para el desayuno.
“En estos tiempos
vale prepararse para mañana:
O una calandria
o un sauce tierno,
pero siempre alguna canción
que recuerde
la dulzura
de la tierra”.
La eterna fe del hombre, su
esperanza- por el que la vida sea otra, está hablando. El poeta, hace de la fe…
bandera, como enseña que sostenga la vida por sobre toda la desgracia que se
vive, que ayude a todos a realizar sus sueños (“Es ella que cae/ y se levanta
(…) “Es la estrella/ de adentro/ que sostiene y te sostiene”.
(“Ah, pero por la vida/ Ah la vida”.
Por ella, se hacen los milagros. El Hombre, cae… pero, con su fe, siempre se
levantara desde las cenizas; con su sudor, su sangre, y su sacrificio todo-
siempre irá hacía la victoria, no hay otro camino.
Ciento catorce pies de verso,
encierra “Las Manos en el Fuego”; en el: toda una vida esta hablando, un sueño
hecho esperanza que pide se haga realidad.
Apolinario Mayta Inga, en “Literatura de Junín Siglo XX” (3) dice: “No es su
timidez de sosegado maestro universitario o su prudencia y acendrado espíritu
andino o la revelación de sus vivencias en las comunidades. Es algo más que
eso, difícil de definir. Tal vez sea el espíritu de antiguas heredades. Su
novísima floración se hunden en nostálgico y largo silencioso tiempo” (…)
“Escritor de viviente inspiración fecunda. Simboliza la fusión estética entre
la imaginación y el sentimiento. Mezcla de padecimiento y generosidad con que
mira al hombre, expresando sus tragedias, emociones” (…) ”Con paciente y
patética protesta escudriña las profundidades humanas, descubriendo los
aspectos más ocultos, abisales; interpretando asimismo el signo y sentido de su
Generación, poniendo de manifiesto y en contraste la realidad social, el mundo
que lo rodea. Peregrino defensor de la autenticidad terrígena”.
NOTAS:
(1).- “LAS MANOS EN
EL FUEGO”, AUTOR Dimas Fernández Barrantes. Ediciones Xauxal – Artes y Letras.
Jauja. Diciembre 1974. Formato: 15 x 21 cm.
(2).- Dimas Hugo Fernández Barrantes (docente universitario, poeta), nació en
Tragadero (Marco – Jauja) el 25 de marzo de 1942. Fundador de Xauxal. Publicó:
“Casa del Habitante” (1998), “Sueño de Gaviotas” (2007).
(3).- “Literatura de Junín Siglo XX” de Apolinario Mayta Inga. Primera Edición,
25 setiembre 2007, 440 pp. Huancayo. Formato: 14.5 x 20.5 cm.--- (Dimas
Fernández Barrantes, pp. 47, 48, 49).