BENITA RECOBRA SU FORMA HUMANA
Por WINSTON ORRILLO.
(Medio en broma seria, yo decía a mis amigos que Benita, mi ya famosa gatita, otrora había sido una muchacha que, por obra y desgracia de esas magas que aún medran por ahí, había sido introducida en el cuerpo de un felino: es tal su “humanidad” que lo sigo creyendo. Ése es el origen de este cuasi poema).
Y un día
De repente
Benita
Recobró
Forma humana:
Grácil, aérea,
Dúctil
Empezó a
Columpiarse
En los días
Nonatos.
Patrullaba
La aurora
Con sus ojos
Insomnes.
Cogitabunda
Mira
El masticar
Del tiempo.
Se relame
En los puzzles
Del alba
Que sahúma
Su volver
A esta
Vida.
Benita
Es mi estafeta
Para
Engrillarla
Al viento
De las resurrecciones.
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