miércoles, 15 de abril de 2015

JUAN MIGUEL Y VICTOR ATAUCURI GARCÍA Y LOS DOCE AÑOS DE SUS FÁBULAS PERUANAS

Por José Beltrán Peña

FÁBULAS PERUANAS, es quizás el libro de mayor trascendencia en su rubro, que se ha publicado en los últimos cincuenta años en el Perú. Se edita por primera vez en el año 2003, pero los autores, Juan Miguel y Víctor Ataucuri García, no eran nuevos en este trabajo de escribir fábulas y menos aún en su planteamiento de utilizar las fábulas para difundir nuestra literatura tradicional.


Los hermanos Ataucuri García con José Beltrán Peña.
Diecisiete años antes, en 1986, publicaron en el suplemento infantil “Visión Futuro”(1) del semanario Visión Peruana, una serie de historietas donde desarrollaban fábulas creadas en base a la literatura tradicional andina. Si bien en esa oportunidad utilizaron el lenguaje de la historieta, los hermanos Ataucuri García ya empleaban como materia prima de sus creaciones los relatos orales o escritos de  nuestra literatura tradicional con este afán de difundir nuestra cultura e identidad. Durante más de un año fueron capaces de no solo dibujar y preparar los story board basados en los mitos, leyendas, cuentos maravillos, creencias andinas y amazónicas que buscaban  en libros o de manera oral, sino de diseñar un proyecto que más tarde concluiría en un hermoso libro.
Esta mención del lenguaje del cómic, que ellos manejan muy bien, nos obliga a reivindicar a Juan y Víctor Ataucuri como historietistas. Según averiguamos, ellos tuvieron una corta pero explosiva carrera en este rubro. Trabajaron, cuando aún eran escolares, en el legendario suplemento infantil Urpi(2) del desaparecido diario La Prensa, allí hacían una historieta muy original cuyo protagonista era un cuy, personaje al que llamaron llamaron Cuyín, mono que nació años antes que el famoso Cuy del conocido dibujante Juan Acevedo. Más tarde, crearon Maquisapa, una tira cómica que se publicó en el diario El Callao (1981 – 1982) y luego en El Nacional (1987), cuya característica era la utilización de signos semióticos para elaborar los chistes mudos. Ellos son de los pocos historietistas infantiles que han llegado a publicar  tirajes de cien mil ejemplares, como en el caso de sus trabajos en Visión Futuro y/o Urpi, cosa que muchos envidiarían; sin embargo, hasta donde hemos podido averiguar, no están considerados en la Historia de la Historieta Peruana, no sabemos por qué razones. Tal vez porque dedicaron su mayor producción a la historieta infantil, hecho que al parecer a muy pocos estudiosos del cómic interesa, o porque siempre mantuvieron perfil bajo. Dejamos este paréntesis aquí, con la esperanza que alguien pueda investigar y ampliar este interesante rubro de los hermanos Ataucuri.
Como vemos, ellos no son advenedizos ni miembros recientemente llegados a la literatura infantil peruana, su trayectoria pasó también por la ilustración de libros escolares e infantiles. Por eso nos extraña que en cierto suplemento de un importante diario local no hayan sido mencionados como parte de la literatura infantil peruana. Una injusticia que es necesario reparar porque no queremos creer que existan intereses ajenos que quisieran excluirlos de su merecido reconocimiento.
Fábulas peruanas, tuvo su primera presentación en la 4ª. Feria del Libro César Miró de San Borja (2002), organizada por la Cámara Peruana del Libro, por gestión del escritor y presidente de ese entonces de la Asociación Peruana de Literatura Infantil y Juvenil (APLIJ),  Eduardo de la Cruz Yataco, cuando aún era una edición de formato pequeño y constaba de unas treinta fábulas, todas ilustradas con atractivos dibujos en blanco y negro hechos por los mismos autores.
Su presentación oficial se realizó en el auditorio “Sebastián Salazar Bondy” de la Biblioteca Nacional del Perú, sede Av. Abancay, en el año 2003; sus comentaristas fueron el reconocido editor y profesor Emérito de la UNMSM, Hernán Alvarado Zavala, el poeta e investigador literario José Beltrán Peña, el escritor Carlos Augusto Rivas y el Lic. Benjamín Blass Rivarola, funcionario de la Biblioteca Nacional, quienes reconocieron la importancia de esta obra de muy representativas fábulas. Cabe mencionar que el prólogo de esta edición la hizo el maestro y escritor José Respaldiza Rojas.
En el año 2005, se publica la segunda edición, esta vez sus páginas interiores se imprimen a todo color, dándole a los dibujos mayor atractivo.  Esta edición fue presentada el 2006 en el Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA) sede Miraflores, como comentaristas estuvieron el escritor ayacuchano Reynaldo Martinez Parra y el escritor y periodista Dr. César Ángeles Caballero, actual rector de la UCH. Luego el libro ha tenido numerosas reimpresiones y se ha convertido en un clásico escolar; pero no por su venta masiva, sino porque ha servido de referencia y material de consulta de textos escolares de diferentes editoriales, incluso del Ministerio de Educación, páginas web nacionales e internacionales sobre proyectos pedagógicos y de investigadores de muchos países, principalmente latinoamericanos.
Los hermanos Ataucuri García, en su empeño de trabajar para los niños, escriben y dibujan para ellos.
Juan y Víctor Ataucuri García con Santiago Roncagliolo, quien también a incursionado en la literatura infantil.
El escritor Eduardo González Viaña, revisando el libro de cuentos Por Dios y por la Plata de J. y V. Ataucuri.


(1) Suplemento “Visión futuro” del semanario Visión Peruana que dirigía César Hildebrantd, revista para niños que se editó en tamaño tabloide, con 16 páginas a todo color, llegó a superar los 100 mil ejemplares y se alcanzaron a editar 50 números que salieron entre marzo de 1985 a julio de 1986. Su editor era Danilo Sánchez Lihón.
(2) “Urpi”, publicada como Suplemento Infantil del diario La Prensa en el año 1975, dirigida por el eminente profesor Walter Peñaloza y coordinada por Gladys Padró, allí colaboraron también Carlota Carvallo de Núñez, Francisco Izquierdo Ríos, Arturo Corcuera, Tilsa Tsuchiya, Julia Nobuko, Charo Núñez y otros importantes cultores de la literatura e ilustración para niños. Se editaron 47 números con periodicidad semanal y cuya distribución masiva marcó un hito en la historia de las revistas infantiles.