martes, 24 de octubre de 2017

"UN MOMENTO DE SILENCIO" DE EDWIN CASAVERDE. Por JOSÉ BELTRÁN PEÑA.



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 (El poeta y su padres)

La poeta y declamadora, Celia Luz Flores Flores, en una moche de poesía, me presentó a Edwin Casaverde, manifestándome que escribía bien. ¡No se equivocó!.

UN MOMENTO DE SILENCIO, es un poemario de buena factura, siendo su primera vez. Es un libro cuajado con aires de madurez y gran sensibilidad creativa, en donde el poeta, sabe del compromiso del escritor con la palabra, con la vida, con el amor y con lo divino; o sea, su lectura nos hace vibrar las neuronas, los nervios y las venas.

1.-POÉTICA: Nos confirma fehacientemente su compromiso real con la poesía (arte), porque sabe que no es un juego, no es un hobby y no es fácil:

“Es duro el peregrinar en esta tierra de forasteros / llevar de compañía alma de poeta / una bulliciosa ciudad arde en cerrada puerta / desde el teatro, al artista estallan los aplausos / al cielo”.

2.-LA VIDA: Por su experiencia al “caminar”, puede ironizar la realidad injusta de nuestra hipócrita sociedad globalizada, de brillos falsos (ceguera):
“El hombre pasa, en infantiles figuras, / por cada esquina, la riqueza extiende sus / fortalezas y los prados se quedan / sin vergeles, pesan sobre sus pétalos / las altas torres de la indiferencia / Ah!... cuánto anhelo a los ciegos”.

3.-CATARSIS PERSONAL: Los golpes recibidos (de palabra, de contacto, de silencio), hacen que el poeta los recree, conjugándolos con nuestras propias vidas, iluminando recuerdos:

“Extraño mi infancia porque no recuerdo / llorar tanto como ahora. / Extraño los arados de aquel hombre que / fertilizó la tierra, porque hoy, todo lo / que toca las manos dañan / Era el corazón simple como las páginas / de un libro, escribía en su historia sus muchas ganas de amar”.

4.-AMOR: Temática universal. Regla general: para hablar de amor tiene que existir el desamor. El poeta lo enmarca atinadamente con la poesía, hermoseándolo:

“La felicidad del azul cielo es / empañada por la copiosa lluvia, / confundida por mi doloroso llanto, / porque tu música se resolvió en / Nada, como el humo del oloroso incienso. / Es cada vez más lúgubre la luz / de mis ojos, languidece lentamente / como el fin de un sueño; ya / no despertará más la fantasía de tu verso”.

5.-LO DIVINO: Como humano inteligente y pecador, cree y tiene fe en la existencia de Dios:

“En ti habita Dios con toda su divinidad, / en ti duermen los nombres memorables, aquellos / a quienes el mundo olvida, los que más / quise, hay también en tu mesa un lugar para / mi osamenta…”

Asimismo, en el despertar triunfante de Jesús:

“Dicen las escrituras que has de volver, / como vela encendida velaré hasta que llegues, / con mis palabras balbucientes hechas oración, / esperaré a que despiertes. / Despierta Jesús”.

Con, UN MOMENTO DE SILENCIO, el limeño Edwin Casaverde, inicia con palabras seguras una presencia expectante en la poesía peruana. Estoy seguro que nos dará mucho que leer en sus próximos poemarios, como bien ha escrito:

“El día no ha dicho aún su última palabra”.

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